COMENTARIO A LA FUERZA MAYOR, DE CLÉMENT ROSSET

Nadie mejor que un inactual para interpretar a otro inactual. Pero Clément Rosset, aún siendo su filosofía claramente tributaria del pensamiento nietzscheano, es mucho más que un intérprete de Nietzsche. Haciendo una lectura novedosa, poco usual incluso entre los mejores estudiosos del filósofo alemán, sitúa la alegría en el centro del pensamiento de éste último, en menoscabo, explícitamente reconocido por Rosset, de asuntos considerados tradicionalmente centrales en la filosofía nietzscheana: el superhombre, el eterno retorno, la voluntad de poder…Alegría totalitaria, pero tan sólo en el sentido de que o es, o no es. No de ningún otro modo, pues no tiene necesidad alguna de hacer participar al otro de ella para poder ser. Muy diferente, por tanto, de la falsa alegría de la sociedad hedonista actual, que sólo lo es, lo pretende ser, en cuanto creencia y actitud impuesta, signo adicional de su carácter aparente. Alegría inexplicable (inalcanzable a cualquier objeción, irrefutable por la razón, como la feminidad, nos explica el francés, inasequible éste al embuste feminista) que Rosset identifica con el amor fati del Nietzsche de La gaya ciencia, principalmente. Alegría de la que la aceptación del principio del eterno retorno es la prueba más certera de existencia. Alegría paradójica, pues permanece consciente e indiferente a las desdichas de la existencia. Tan importante es la alegría, la beatitud, que es esta cualidad la única que autorizaría el completo saber, dado que le está permitido conocer sin daño alguno. Se erige por tanto en suprema condición epistemológica, más aún gnoseológica. Es interesante recordar que el libro que Nietzsche dedica específicamente al conocimiento y el saber, es el citado, La gaya ciencia.Alegría frente a la cual algunos levantan la esperanza. Pero Nietzsche enseña que el saber esperar en grado sumo es un valor plebeyo por excelencia. ¿Y qué es la esperanza sino esa capacidad para esperar lo improbable, lo inesperado, lo inesperable? Entiendo aquí esperanza también como inacción, como falta de voluntad, como debilidad, para intervenir realmente en la realidad. En esta obra nos encontramos, en definitiva, con una interpretación novedosa de Nietzsche y con unos desarrollos posteriores del concepto de alegría, de beatitud, que a nadie deberían dejar indiferente. ■

La fuerza mayor. Notas sobre Nietzsche y Cioran. Clément Rosset. Acuarela, Madrid, 2000