EDUCACIÓN Y EMPLEO DIGNO VAN DE LA MANO CON LA SOBERANÍA NACIONAL

Andrea Del Pilar Quevedo I. Estudiante Lic. Ciencias Naturales y Educación Ambiental UPTC. Organización Colombiana de Estudiantes-OCE.

Tunja, octubre de 2009.

La educación es pilar del progreso nacional, es eso lo que no vemos en nuestro país. El estado ha abandonado la responsabilidad de garantizar la educación para el pueblo colombiano, se refleja en la política educativa que se ha venido imponiendo con la mal llamada “Revolución Educativa” de Álvaro Uribe Vélez. La calidad de la Universidad se degrada cada día debido al recorte presupuestal conduciéndola a la privatización, sumado la falta de bibliotecas y laboratorios equipados, la decadencia de la investigación, el atraso en la aplicación de la tecnología de punta, la disminución de profesores de tiempo completo, entre otros factores, convierten la educación en una mercancía adecuada a los intereses de la globalización neoliberal. Globalización que nos puso la tarea de servir al proceso extractivo de recursos naturales, en la escala más baja del trabajo donde no se desarrolla la tecnología para dar valor agregado a los recursos naturales.

Pero este panorama no solo lo vemos en las universidades públicas, las universidades privadas también son víctimas de la política educativa del gobierno actual, lo podemos observar con la imposición de los contenidos curriculares de los programas, la violación de la democracia, el alza de matriculas que hace que los jóvenes tengan que acudir al ICETEX o entidades financieras, que los obliga a pagar su carrera con elevados intereses y emplearse en lo que sea si el modelo económico no le ofrece un empleo digno relacionado con su formación académica. Por esto, más de 4’000.000 de connacionales están fuera del país consiguiendo un empleo más o menos decente en términos de ingresos, que su propia nación no puede brindarles.

¿La universidad privada es de alta calidad? o solo pagan matriculas elevadas para recibir una educación medianamente buena, pero también ajustada a las necesidades de la división internacional del trabajo, donde nos asignaron como hemos dicho la escala más baja en la producción, la que no requiere de profesionales.

Digamos entonces, que el problema no es sólo la calidad, tanto del sector público como del privado, el problema mayor es el modelo económico dependiente de intereses ajenos al interés nacional, que no desarrolla los potenciales de nuestro país en materia de producción de alimentos y desarrollo industrial, de servicios y otras áreas de la economía que requieren profesionales.

La juventud debe propugnar por una educación y empleo digno, debemos organizarnos, participar en las luchas del pueblo, defender la soberanía nacional y jugar un papel muy importante contra el atraso de nuestro país. Pero esta tarea no sólo nos toca a los jóvenes de las universidades públicas, también le atañe a los jóvenes de las universidades privadas ya que son derechos que no tienen división por estratos económicos o sociales; si no defendemos los principios elementales como el de la soberanía nacional no podemos resolver los problemas de educación y empleo decente dentro de un modelo económico de oportunidades para todos, no solamente para las competencias laborales básicas.

¡POR UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD Y EMPLEO DIGNO PARA LOS ESTUDIANTES DEL SECTOR PÚBLICO Y PRIVADO!