PROCAPITALISTAS DISFRAZADOS DE NACIONALISTAS


Síntesis de los principios básicos del movimiento «nazi» por lo que se refería a la política interior de Alemania que incluye Salvador Borrego en su obra "Derrota Mundial". Estos puntos podéis leerlos en su totalidad en la página web administrada por Lovecraft, de nombre Disidencia Hostil, que es el espacio del cual yo recojo los siguientes puntos:

(…)
7. El obrero de Alemania debe ser incorporado al seno del pueblo alemán. La misión de nuestro movimiento en este orden consiste en arrancar al obrero alemán de la utopía del internacionalismo, libertarle de su miseria social y redimirle del triste medio cultural en que vive.

El sistema nacionalsocialista practica el socialismo como un instrumento de justicia social, pero no como un instrumento de influencia judía. Al privarlo de esta venenosa característica, automáticamente se convierte en enemigo del falso socialismo internacional.

8. La exaltación de un grupo social no se logra por el descenso del nivel de los superiores, sino por el ascenso de los inferiores. El obrero atenta contra la patria al hacer demandas exageradas; del mismo modo, no atenta menos contra la comunidad el patrón que por medios inhumanos y de explotación egoísta abusa de las fuerzas nacionales de trabajo, llenándose de millones a costa del sudor del obrero.

(…)
17. El Partido permitirá al niño más pobre la pretensión de elevarse a las más altas funciones si tiene talento para ello. Nadie debe tener automáticamente derecho a un ascenso. Nadie debe poder decir: «ahora me toca a mí». Precedencia al talento. No hay otra regla.

(…)
20. Quien ama a su patria prueba ese amor sólo mediante el sacrificio que por ella está dispuesto a hacer. Un patriotismo que no aspira sino al beneficio personal, no es patriotismo. Los hurras nada prueban. Solamente puede uno sentirse orgulloso de su pueblo cuando ya no tenga que avergonzarse de ninguna de las clases sociales que lo forman. Pero cuando una mitad de él vive en condiciones miserables e incluso se ha depravado, el cuadro es tan triste que no hay razón para sentir orgullo. Las fuerzas que crean o que sostienen un Estado son el espíritu y la voluntad de sacrificio del individuo en pro de la colectividad. Que estas virtudes nada tienen de común con la economía, fluye de la sencilla consideración de que el hombre jamás va hasta el sacrificio por esta última, es decir, que no se muere por negocio, pero sí por ideales.

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Una vez presentado todo esto, podemos empezar. Sé que el texto es muy largo, pero ese es mi estilo, ese es el estilo de El Mundo de Daorino. No es un blog para cualquiera, y no quiero decir con esto que cualquiera no pueda venir, pues todos pueden presentarse y todos pueden comentar en él. Decir que no es para cualquiera es asumir que no todo el mundo está al nivel. Y una vez dicho esto…

Parece que he encontrado a un hombre… ¿de mi altura? Lo dejo para la libre interpretación. Lo primero que un hombre debe hacer es respetar a su rival, en este caso al calumniador, reconociendo sus virtudes a pesar de haber perdido la cabeza, pues se ha inventado mucho y deducido cosas que no tenía que haber deducido con su famoso sentido común sobre Alan y yo. Lo que yo traigo aquí son argumentos, mientras que Qbit, en su artículo Comunistas Disfrazados de Nacionalistas lo único que aporta son ocurrencias, ocurrencias más o menos ingeniosas, más o menos ordenadas, más o menos verosímiles, pero poco o nada verídicas y en absoluto fundamentadas. Y ese es Qbit respecto a mí, un divertido ocurrente. Si acaso se ha destapado él, él como una persona incapaz de llevar una relación basada en el respeto mutuo, defendiendo una idea demasiado casposa, defendiendo una jerarquía de valores material, que se aleja del sentir de un verdadero nacionalista, de un verdadero patriota. Qbit es un tonto útil del capital, un reformista si queréis, y podemos encuadrarlo en la estela de otros que viven cual parásitos para ponzoñar el espíritu y carácter nacionalistas de los que con orgullo pensamos en un socialismo nacional, en el nacionalsocialismo, sin perder de vista el librepensamiento, actitud que define el espíritu indómito del europeo respecto a los demás pueblos del desierto, que encadenan al hombre, que encadenan al hombre en la contemplación y en el martirio en este mundo para ganarse un más allá; yo me honro en haber heredado ese espíritu que dice que lo sagrado es el mundo y que mi mundo es este, sólo este. Por ello, para mí lo sagrado es la tierra, la sangre, eso sí que es inalienable, eso sí que es algo irrenunciable. Sin embargo, la propiedad privada no es sagrada, la propiedad privada no emana de lo sagrado, de lo natural.

Me sorprende mucho que mi artículo La Lucha Obrera haya causado tanto revuelo. Pensaba que los que venían a El Mundo de Daorino lo hacían para discutir libremente, a construir, no a descalificar y a actuar luego en su blog con algún artículo lleno de falsedades y calumnias.

Se me acusa de que quiero casa y comida gratis, menuda superchería. Este personaje defiende la propiedad privada como un derecho natural, así que seguramente este tío lo que quiere es que no tengamos ni sanidad ni enseñanza públicas, que la enseñanza y la sanidad sean sólo accesibles a los ricos. Sí, va a resultar que este personaje va a ser un auténtico procapitalista disfrazado de nacionalista, uno de esos que anhelan que llegue el día que se privaticen las pensiones porque es posible que sea lamentable que haya gente que viva sin trabajar e improductiva. Igual en su casa tiene pósters de aseguradoras médicas y del automóvil, siglas de bancos y de sus grandes ídolos capitalistas, que mira cada día con el deseo de que en el futuro esos embajadores del dinero puedan ser libres del yugo estatal; todo esto es una conjetura, pero, tras lo leído en su blog, me es lícito sacar conclusiones de este tipo. Yo quiero bienestar para la gente, que nuestros mayores disfruten del ocaso y los jóvenes y no tan jóvenes crezcan como hombres con la dignificación del trabajo, pero Qbit parece que sólo quiere que trabajemos. Es justo decir eso, justo porque por defender la propiedad pública y delimitar la propiedad privada me ha acusado comunista. Sí, ¡viva!, ¡viva la propiedad privada, es el derecho natural y si no la defiendes eres comunista! ¡Viva la privatización de pensiones, de la sanidad y de todo lo demás! Sí, lo dice el mismo que quiere una sociedad laser, el mismo que llama a la unidad, ¿pero a una unidad dispersa? Eso es un contrasentido. ¿Se referirá a tener a todas las multinacionales apretujadas, cada cual defendiendo su trocito en lugar de defender lo de todos? Defender la propiedad privada como algo sagrado atenta con lo que debe ser una sociedad laser y con lo que debe ser un auténtico nacionalista: o se piensa en uno mismo exclusivamente, en el estado, o en la nación, es decir, o eres liberal o eres comunista (formas del capital y del materialismo), o lo que sería mejor, eres nacionalista: pensar en uno mismo por el bien de los demás y pensar en el bien de los demás por uno mismo, actuar todos unidos, todos como un bloque y, en consecuencia, como una auténtica nación patriota y racial. Una sociedad donde cada cual trabaje para sí mismo, donde cada cual pueda ser dueño de su propio esfuerzo, de su propio trabajo en beneficio de la nación, sin perjudicar a la nación, eso es lo que yo quiero y, paradójicamente, Qbit también -o eso dice. Como dije al final de Sobre la Propiedad y Otros Asuntos: "Hay que garantizar la cohesión social, pero también la vida privada y el desarrollo individual. Yo quiero un pueblo unido que a la vez esté repleto de excepcionales individualidades".

He buscado en todo el artículo La Lucha Obrera dónde he podido decir que quiero las cosas gratis y he encontrado esto, que quizá haya inducido a error: "¿No son el trabajo y la vivienda derechos constitucionales? ¿Por qué me priva el sistema de mis derechos? ¿Por qué tengo que ir a mendigar al banco?". Vaya, parece que querer una vivienda digna y un trabajo es pedir que quiero las cosas gratis, parece que reclamar mi derecho a la propiedad de algo va a ser querer algo gratis: ¿el derecho natural se gana pagando? ¿Acaso he dicho que no quiera pagar mi casa? Seguramente este personaje esté feliz viendo cómo las personas se gastan 1/3 del sueldo o más (he tirado por lo bajo) en su piso, o viendo cómo el español de a pie se sumerge en el paro sin poder encontrar un trabajo y de esta forma no poder acceder a la vivienda, mientras los inmigrantes y los desechos del mundo consiguen todo sin esfuerzo gracias a la estupidez piadosa de los derechos humanos y nuestro gobierno títere. Zanjo pues el asunto, no reclamo nada gratis, sino mi derecho a una vivienda que no me lleve toda la vida pagarla, reclamo mi derecho a la propiedad, ¿no era eso algo natural?

Ser anticapitalista supone combatir el liberalismo económico y el marxismo económico a partes iguales, por ello aclamé de esta forma: "(…) donde la propiedad privada sea abolida –o al menos controlada, pues ésta debería tener una orientación social y nacional… ¡el capital tendrá patria!-; pero eso sí, los bienes serán dirigidos por los ciudadanos en usufructo, por los individuos, no por el estado, ¡no al capitalismo de estado!, ¡no al marxismo! ¡Fuera la usura! ¡La propiedad privada no es sagrada! Los recursos son de todos los individuos de la nación". Para este señor no debe ser la nación la que trabaje su tierra, sino la nación la que trabaje para los liberales que él defiende, para los señoritos, como se decía en los campos andaluces. Preconiza que mi idea es esclavitud y piensa que trabajar para otro no lo es. Yo quiero que mis compatriotas puedan trabajar para sí mismos y su país, por su pueblo, sin que nadie les mangonee ni saque de ellos plusvalías enormes. Hay más dignidad en trabajar por tu país que por una empresa privada. Una empresa puede irse a otro sitio, tu nación siempre estará ahí. He de reconocer que dije "abolir la propiedad privada" sin matizar nada. No pensaba en quitarle nada a nadie. Por ello me vi en la obligación de escribir Sobre la Propiedad y Otros Asuntos, para corregir mi error de no matizar, habiéndome dejado llevar por un exceso de hibris. En el texto dije lo siguiente:

"El objetivo de abolir la propiedad privada es eliminar el interés particular y egoísta y educar en “trabajar por el interés de la nación” y en el fomento de grandes valores de naturaleza aristocrática, así como dirigir el rumbo de la economía de un país: NO A LA LIBERTAD DE COMERCIO. Por supuesto, no me molesta el pequeño comercio –que cuidado con éste– y la propiedad de una vivienda, pero sí controlaría los precios y la venta inmobiliaria, prohibiendo la segunda vivienda, por ejemplo. Pensar que la propiedad privada es "libertad" es participar de la mentalidad capitalista. La propiedad privada debe circunscribirse a un mínimo que garantice un comercio sano que potencie una sociedad CON mercado y donde la figura del trabajador de su propio negocio juegue un papel vital en el país, proveyendo a la sociedad de todo lo que necesita: principalmente alimento, pero también libros, una copa... Cuando hablé de abolir la propiedad privada lo hice pensando en nacionalizar la banca y recursos estratégicos, destruir los grandes imperios empresariales, destruir el capital financiero, prescindir del patrón oro (en sustitución por el patrón trabajo, como hizo la NSDAP, medida anticapitalista por excelencia), etc. Mi "abolición de la propiedad privada" está, como veis, repleta de matices, por lo cual no es una literal abolición; es como cuando se dice que "estás en contra del aborto" y sin embargo consentirías un aborto si el embarazo supusiera un peligro para la vida de la madre o fuera por un bien eugenésico."

Como podéis observar, mi labor como nacionalista y anticapitalista feroz es hundir las dos formas de capitalismo perverso que nos acechan, el liberalismo y el marxismo, y crear una sociedad libre de la tiranía del mercado y del marxismo en su opresiva voluntad de reducir a todos a lo mismo y circunscribir el capital, los recursos de la nación, al exclusivo dominio del estado. El país será soberano si lo conduce la nación, si los recursos pertenecen a la nación, alejándose del egoísmo y construyendo juntos (sociedad láser) el futuro, lo cual debe garantizar un verdadero estado nacionalsocialista.

Qbit dice, refiriéndose al comunismo: "Una ideología para gente mezquina y ruin, que quiere aprovecharse del trabajo de los demás, pues en eso consiste el querer que el Estado les dé comida y alojamiento gratis". Y yo le digo a Qbit que tiene razón, pero: "una ideología para gente mezquina y ruin, que quiere aprovecharse del trabajo de los demás, pues en eso consiste el liberalismo económico, en esperar que lo privado te dé de todo, además de alojamiento pagándole al banco 1/3 de tu sueldo durante cuarenta años y no pudiéndote permitir tener una familia". ¿Y qué le ocurre a don polifacético, acaso su sentido común no le hace ver que el liberalismo económico SI quiere aprovecharse de los demás tal como hace el comunismo? Si atacas una forma de capital inevitablemente atacas a la otra, una porque es la base, la otra porque es la reacción, pero las dos son formas materialistas. Qbit quiere que trabajemos para el capital, quiere que la casa se la dé el capital; y luego dice de vivir del trabajo de uno mismo cuando el trabajo de uno mismo no es suyo, sino de aquel para quien trabaja en esta sociedad marchita llena de pro-capitalistas como Qbit, defensores de la propiedad privada como algo natural (y por lo tanto sagrada) y desechando por completo la posibilidad de la propiedad pública y los grandes beneficios que ésta pudiera dar a la nación si los recursos fueran bien gestionados. Pero ya dejé bien claro que en mi caso no quiero nada gratis, yo me lo quiero ganar todo, yo quiero sudar y ganarme las cosas con mi esfuerzo, ni siquiera quiero que trabajen para mí si no es indirectamente por la nación. Se trata de trabajar para uno mismo y por la nación, no para uno mismo y propiedades particulares, o para Florentino Pérez o Emilio Botín. ¿Por quién preferís trabajar, por vosotros mismos y por la nación o por el supra-capitalista Botín, a quien le da igual este país, sólo le importa su beneficio y que se paguen las hipotecas? Es posible que Qbit quiera que trabajéis para él, exprimiendo vuestra fuerza de trabajo y luego os despida por cuatro duros y una palmadita en la espalda.

La propiedad privada no es un derecho natural. En la naturaleza no existe la propiedad, sólo es una idea. La propiedad privada es la ambición que el hombre tiene por dominar a la naturaleza, por dominar las cosas y hacerlas suyas. Eso puede ser natural en el sentido de que el hombre se inclina a ello, pero no es un derecho: es el hombre que pretende justificar su dominio sobre las cosas y sobre las personas con el derecho o con la ley. Criticar la propiedad privada no es criticar a alguien que tiene una casa o un piso, sino a aquel que no trabaja su propiedad y la explota y se lucra con el trabajo de otros. ¿Ese derecho natural lo tienen solamente unos elegidos? Si es natural será un derecho que todo el mundo debe tener, y como es natural será un derecho para todos por igual… Igual que respirar es algo que hacemos de forma natural todos los hombres (y por igual), ¿es por ello respirar un derecho? No creo que la propiedad sea por tanto natural porque ningún derecho lo es. Si fuera natural sería porque la naturaleza te da ese derecho y la naturaleza no te da derecho a, sino capacidad de. Es el hombre con su voluntad el que se ha forjado un derecho para ganarse el derecho; el derecho para convertir la sociedad en la ley del más avieso, en la ley del más avaricioso, en la ley del menos ingenuo y menos noble, derecho a proclamar que la naturaleza humana es egoísta y malvada como si el hombre no pudiera ser otra cosa mejor. En definitiva, derecho a la propiedad, sí, pero a costa del trabajo de uno mismo y sobre uno mismo, no a costa del egoísmo generalizado, no a costa de nuestra cultura por beneficios particulares, no por un mundo sin valores.

Pero lo más rastrero que ha escrito Qbit es aludir a una situación personal que para mí supone toda una tragedia y un gran dolor, y esto no es victimismo, sino mi realidad, una realidad a la que me enfrento sin vergüenza cada día. Me refiero a ser un parado, a no poder hacer uso de mi derecho a trabajar, un derecho que yo me doy y que además es una obligación, ya que es con el trabajo con lo que se construye el futuro. Esta realidad también atosiga a mi amigo Alan, a quien también, infundadamente, ha acusado de comunista. Qbit dice, en relación a Alan y a mí: "Ante una crisis económica, los materialistas se vuelven comunistas bien deprisita. Parece que basta con quedarse sin trabajo para salir reclamando abolir la propiedad privada y que papá Estado les dé comida y piso gratis. Eso sí, sin abandonar el discurso nacionalista para seguir quedando bien." Y yo le respondo que parece que tener un trabajo es suficiente como para no estar en desacuerdo con el sistema capitalista liberal mientras el jefe te pague bien. Mientras tanto también seguirá con un discurso nacionalista para engañar a todo el mundo. Un nacionalista no usa la desgracia de un compatriota para denigrarlo. ¿Es este el tipo de camaradas que queremos? ¿Es este el tipo de camaradas que hipócritamente van demandando grandes valores?

Luego dice, aludiendo a mi concepto de libertad, una serie de incongruencias. La libertad es un problema filosófico, como la nada. La libertad no es algo que uno tenga, es algo que uno se da, pues no es un impulso, sino un acto de voluntad, algo que requiere responsabilidad y control. Sin embargo, Qbit dice: "Desde luego, en quien menos confiaría yo y de quien más me esperaría una traición, es de este tipo de gente tan deseosa de vender libertad por una supuesta seguridad, y en cambio, me fiaría de alguien que fuera lo contrario, de alguien que ha demostrado fortaleza, de alguien con los “huevos pelaos” (y mira que no me gusta esa expresión tan vulgar, pero no me ha quedado más remedio que usarla)". Pongo lo que está entre paréntesis para que no penséis que Qbit es una persona pedestre. Qbit demuestra que no ha entendido nada de mi concepto de libertad, y que es un ser con poca profundidad o empaque intelectual en un terreno que requiere algo más que sentido común. Por ello pondré una parrafada donde explico perfectamente qué significa la libertad para mí. En el artículo El Colmo del Igualitarismo, dije:

"Lo que no saben los legisladores y “utópicos” políticos que nos gobiernan es que la discriminación se manifiesta en el simple hecho de elegir, que la libertad misma es un acto de discriminación; y es algo tan natural que se da hasta en la propia naturaleza. Discriminar es renunciar a lo discriminado a cambio de lo mejor, lo mismo que elegir es libertad en cuanto se opta por algo por voluntad propia, pero a la vez se renuncia a la libertad pues no se podrá optar a lo renunciado, no se podrá dar marchar atrás: somos esclavos de nuestros actos, el tiempo hace imposible la libertad, la libertad hace imposible la propia libertad".

Así que no niego el concepto de libertad, en ningún momento lo he hecho, simplemente reformulo la libertad, la redefino, la contemplo como una contradicción en sí misma. Hablar de libertad es como hablar de la nada. ¿Existe la nada por hablar de ella? Nada es nada, y te lo dice uno que cree que la nada es la esencia de las cosas: detrás de la cosa hay nada, sólo más de la cosa (creo que esto es fenomenología). No está y sin embargo la definimos, nos planteamos el problema de la nada, le damos un lugar. Para mí la libertad es algo parecido, un problema filosófico.

La gente suele estar tirada en el sofá, viendo la tele o bebiendo en el bar, son actividades que no exigen ningún esfuerzo; con ese tipo de actividades la voluntad se relaja. ¿Es eso la libertad? Un acto de voluntad es coger tu bicicleta e irte a la cuesta más pronunciada y obligarte a subirla. Eso es un acto de voluntad y un acto, bajo mi propia concepción (que no es tanto mía, sino de Nietzsche, cuando dice, en Más Allá del Bien y del Mal: Toda volición consiste sencillamente en mandar y obedecer) de libertad: debemos ser esclavos de nosotros mismos, no debemos dejar que la pesada carga del cuerpo y de las comodidades nos supere. No creo en la libertad sin el sacrificio, no creo en una libertad que no sea una renuncia, lo demás es ser esclavo. Cuando alguien se deja llevar no es libre, sino esclavo, cuando alguien se manda y obedece su voluntad, es libre. ¿Queréis una libertad de esclavos o de señores? Así que no niego la libertad, la reformulo, le doy un sentido que creo es más real.

Y mucho pensarán que todo esto puede entrar en contradicción con la idea de librepensador, y mi concepto de dicha idea no entra en contradicción, sino que adquiere un sentido mucho mayor, pues yo definí librepensador como: “Ser librepensador es pensar sin miedo con toda la libertad que sólo uno es capaz de darse.” La libertad que “sólo uno” puede darse, es decir, la libertad que uno a voluntad sea capaz de darse, y ya he dicho lo que es la libertad, un mandar(se) y obedecer(se), es decir, voluntad.

Así que en quien menos confiaría yo sería en alguien que ve la libertad como algo tan pueril que no requiere de ninguna reflexión profunda, de gente que se vendería por un poco de libertad, renunciando al sacrificio y al compromiso con su nación por un goce personal. Al contrario, me aliaría con alguien que supiera que la libertad es su voluntad, lo que él se mande y se obedezca -es más, a lo que él se obligue, pues no debemos ser buenos con nosotros mismos, ya que si no se cae en la desidia-, aquel que es señor y no esclavo y no piensa en redentores que le manden (el empresario) para obedecer (el empleado). Un nacionalista ya sabe cuál es su mandar: defender la nación. Y un nacionalista de verdad, obedece, pues su compromiso está por encima de la libertad: su compromiso es la libertad. Y eso no es trabajar gratis, sino luchar por algo noble. No hay que esperar beneficio económico de todo, pues el beneficio y la rentabilidad también pueden "medirse" con otro tipo de valoraciones no materialistas. Parece ser que Qbit quiere que le paguen por todo, hasta por respirar. ¿Si no consigo un beneficio económico no defiendo la nación? Se ve claro quién quiere y quién no quiere lucrarse abanderándose de ideales nobles para no parecer un aprovechado. Qbit es como los comunistas, que justifican todo con la libertad, pero él lo hace con el nacionalismo, y con la libertad también.

Y sí, Qbit, el nacionalismo es una cosa muy seria. Es para gente que no sólo debe tener un mínimo de seriedad y de madurez y de bla bla bla, también es para gente que valora el respeto, el honor, la nobleza… Porque se puede ser muy inteligente, pero primero se es persona. Y tú sólo eres, en todo caso, inteligente, además de un liberal disfrazado de nacionalista.■