EL 29 M, SINDICATOS Y PARTIDOS: ENTRE PASACALLE Y TEATRO


Un viernes 17 de septiembre de 2010 publique un artículo que causó bastante polémica:

Por aquel entonces se había convocado una huelga general para el 29 de septiembre de 2010, patrocinada por CCOO, CGT y UGT contra la reforma laboral de 2010, la reducción salarial en el sector público y la congelación de las pensiones. Fue la primera huelga que sufrió el gobierno de Zapatero y quien la recuerde sabrá que fue una farsa más o menos bien orquestada, pues la reforma se aprobó el 9 de septiembre de 2010, 20 días antes de la huelga, ante la parálisis de los sindicatos.

Como nos dicen ahora sobre la reforma laboral que aprobó el Partido Popular, la reforma de 2010 se hizo para la creación de empleo, pero todo el mundo bien sabe lo que ha pasado:


No obstante, volviendo a la huelga de 2010, los sindicatos calificaron la jornada como exitosa, y yo no entiendo cómo pueden hablar de éxito cuando no han conseguido nada, cuando no han cambiado nada contra aquello que quieren cambiar o impedir. Sin duda, golpes de pecho de unos ricachones sindicalistas, que desde sus despachos se quedan tranquilos ante una posible buena proyección hacia los medios y el público en general, dando la impresión de que algo hacen, de que algo hacen por los trabajadores. Pero los sindicatos sólo hacen las cosas, al menos los mayoritarios, por y para ellos mismos.

¿Es que nadie se ha dado cuenta de que protestar pacíficamente no sirve para nada? Tiene el mismo efecto desfogante que aquel que siente una adolescente gritona ante su cantante favorito en primera línea en un concierto. La gente patalea pero las reformas siguen adelante. Tú pataleas pero el crudo sube, el desempleo sube, los impuestos suben o se crean, etc. ¿No creéis que hay que hacer algo más contra eso? ¿No os dais cuenta de que si protestar sirviera para algo NO nos dejarían protestar? La lucha se va a tener que llevar a cabo violentamente, es hoy la violencia la que puede poner un poco de orden: si no fuera así el estado no tendría sus propios medios para la represión. Contra la porra del estado represor y antiespañol, nuestro puño cerrado en sus mentones, nuestras botas en sus cráneos y lo que haga falta.

Pues bien, durante la administración de Zapatero hubo otra huelga general el 27 de enero de 2011 contra la reforma de las pensiones, en la que no participó ni UGT ni CC.OO. De esa no se acuerda nadie.

Ahora hemos tenido la huelga general del 29 de marzo de 2012. Es la primera que le han hecho al gobierno del Partido Popular: y es que con el PP la "izquierda" hará muchas cosas, hasta puede que salgan con el NO A LA GUERRA que nunca prorrumpió para defender a Gadafi porque gobernaba el PSOE si es que el PP decide apoyar una invasión futura a otro país soberano. Y de nuevo salieron una multitud de sindicatos, y a la cabeza los ricachones de UGT y CC.OO. Protestaron por lo mismo que en 2010, es decir, porque la reforma supone abaratar el despido. Una reforma que fue aprobada el 10 de febrero de 2012, modificando la reforma laboral de 2010. Han llegado más de un mes tarde, pero salen diciendo que todo fue un éxito... ¡aunque no hayan conseguido nada! Presumirán de demócratas, de civismo, y de muchas cosas, pero qué van a conseguir, ¡qué conseguirán!: pues nada. Sin duda, más teatro, más espectáculo y simulacro. Y es que no vamos a alcanzar nada hasta que le demostremos al gobierno de ocupación que somos, los trabajadores, temibles; o mejor, no conseguiremos nada hasta que derroquemos el gobierno de ocupación que hoy preside, que como el anterior, no representa ni sirve los intereses de un estado nacional español. 

Pero ante todo hay que dar un golpe en los sindicatos mayoritarios, cuya labor no favorece a los trabajadores, cuyas políticas están lejos de ser revolucionarias y un contrapeso real contra el propio gobierno y el poder plutocrático: ellos no suponen sino más liberalismo, más sistema, no son más que una sirvienta. Y bien, políticos corruptos, sindicalistas corruptos, empresarios y banqueros corruptos y... ¡trabajadores corruptos! Porque no pensemos en los trabajadores como gente santa, como los buenos, como las víctimas de la reforma laboral. Los trabajadores son hoy unos siguidistas, algunos unos pillos, que también miran por su propio interés, por su propio interés individual sin importar los demás. El espíritu de las personas está envenenado de arriba a abajo, desde el que más tiene hasta el que menos tiene. Afortunadamente quedan auténticos luchadores, auténticos nacional revolucionarios:


Pero si los sindicatos han llevado a cabo su pasacalle el 29 de marzo, los partidos políticos siguen con sus actuaciones formidables. El PSOE se ha posicionado en contra de la reforma, el mismo PSOE que abarató el despido y otras lindezas en 2010, el mismo que redujo el salario a funcionarios, etc. El PSOE es en oposición muy pancartero, muy con los pobres, muy con el pueblo. Pero con el gobierno en sus manos actúa como un gobierno liberal más, como un vasallo del capital, y encima de forma más "dura" y menos eficiente, porque dos veces que ha gobernado el PSOE, dos veces que ha arruinado el país: pero la gente traga, la gente no tiene memoria. El discurso del PSOE es demagógico y falso (El PSOE se acoge a la 'reforma laboral de Rajoy' para despedir a 65 trabajadores municipales), te dice muchas cosas agradables, se aúpan como buenos absolutos, pero luego hacen, ¿qué hacen? Actúan como un Partido Popular: apoyando y promoviendo invasiones militares a países soberanos, privatizando, sometiéndose a la banca, llevando a cabo recortes y abaratamientos, etc. Del PP poco digo, es igual de corrupto y mentiroso que el PSOE, es lo mismo que el PSOE o el PSOE lo mismo que el PP -qué más da-, sólo que su discurso parece más consecuente, más consecuente con su liberalismo, donde el trabajador es simplemente una mercancía, ya que éste no es persona, sino un producto, un producto que debe venderse en el mercado de trabajo. ¿Dónde están las personas? EL MUNDO, DEFINITIVAMENTE DESHUMANIZADO. Pero esto ya lo sabíamos. Y lo sabemos, ¿y qué vamos a hacer? Esto me anima a la rebelión, pero en la calle sólo hay cobardes, cobardes con miedo a perder sus cuatro baratijas. Los dispuestos vemos con impotencia cómo suceden los acontecimientos, cómo España es títere de órdenes que vienen desde fuera, de cómo España carece de un modelo productivo, de cómo España carece de todo lo necesario para sobrevivir como nación y como pueblo. 


Se avecinan tiempos mucho más aciagos y terribles.


Enlaces de interés:
- Hora 25 - 13/2/2012 - Análisis de la Reforma Laboral 2012
- Huelga General 29M, razones para apoyarla
- Rajoy aprueba el mayor recorte de la historia y una gran subida de impuestos.
- La banca critica la huelga.