A LA DUDA ETERNA

(poema extraído de la primera novela de Daniel Aragón Ortiz, La Nada y El Olvido)

No sé quién dijo:
Hoy me he visto en lo más profundo
y he sentido como encendía muchas luces.
No sé quién dijo:
Dios ha muerto sin haber nacido.

Unos miran engañados hacia sí mismos,
otros avanzan sin fe
¡libres! hacia su verdad.
Quién tiene razón hoy día,
a quién debemos escuchar;
dónde está el redentor si alguna vez lo hubo.

No sé quién dijo:
Tú eres una gran aventura,
no hay fe ni penitencia que te lleve al cielo;
¡Ojos para dentro!:
así grita quien anhela libertad.

Lloro cuando me miro al espejo
y pienso que debo dejar de soñar;
a veces pienso que estoy perdiendo
y que sólo eso, eso nada más, son las manos
que, sin compasión, me corroen y asfixian sin piedad.

No sé quién dijo:
Detesto al hombre
y maldigo al ser humano;
no sé quién dijo:
somos humanos sin ser.

Y aún sigo sin saber,
sin saber quién llegó a la conclusión
de que nuestra existencia es una duda eterna
que veo en mi cabeza a cada instante
como si fuera un sueño perpetuo.