
Los derechos son iguales para todos, son tan iguales como los moratones y la sangre de los que pelearon por ellos; o así, al menos, debería ser. Nosotros, herederos del legado, somos sus nefastos administradores. Parece que el poseer un derecho y ejercerlo elimina por completo el respeto a lo ajeno. Cuando uno ejerce un derecho parece olvidar que los demás también lo tienen, o al menos no es consciente de que su "forma" de ejercer el derecho atenta contra el de los demás, lo cual no es compatible. Cada uno mira a su ombligo, y es que derechos tan progresistas no se hicieron para una sociedad tan burguesa como la nuestra, tan incívica e individualista. Hay cierta mentalidad palaciega en nuestra sociedad, y eso provoca cierta mentalidad deidesca a modo de monarca: ¿de qué nos creemos príncipes? ¿acaso podemos hacer lo que queramos con la escusa de que pagamos todos los impuestos? Es cierto y muy lícito protestar por medidas abusivas y por una coyuntura económica determinada pero eso no quiere decir que debamos abusar. Un derecho se ejerce con derecho, no con violencia.
La crisis que sufrimos actualmente ha dado muestra de esa mala gestión que hacemos de un derecho, este caso al de Huelga. Tal vez esté mal dicho "una mala gestión", pues se trata de un mal entendimiento sobre cómo ejercer un derecho. Una cosa es luchar por un derecho, y otra cosa es ejercer un derecho para aspirar a una mejora, que ya sea para bien o para mal dependerá de cada uno. Tal vez tenemos estigmatizado la forma de lucha pasada. "Antes" eran otros tiempos, ahora se puede hacer daño de mil formas y sin violencia. Un sector como el de transporte, tan clave en nuestra economía y de la que dependen un sin fin de sectores podría ahorrarse los piquetes y el chantaje. Con esto no hago una premisa pro-gubernamental, pues creo firmemente que la protesta es lícita y lógica, pero esta crisis a nivel mundial o a nivel occidental es mucho más complicada. Los empresarios tienen multitud de derechos y de ventajas... ¿por qué no se defiende con la misma fuerza la economía doméstica y al trabajador esclavo del contrato, al asalariado? A todos nos han subido el petróleo y debemos hacerle frente. Y frente cómo... ¡no sabemos nada!, porque conocemos las causas de las crisis: por una lado la Postguerra de Irak eternizada y por otro los coletazos del presidente venezolano. ¿O acaso es una estrategia del mercado mundial, un castigo a Francia y a España (que parecen los más afectados) por su no apoyo a la Guerra de Irak? Es como si nos quisieran escarmentar, ¡ahí lo tenéis! En realidad desconocemos la verdad, como siempre, nos tienen engañados y la información llega a cuentagotas. Detrás de la crisis hay un trasfondo que espero que algún día salga a la luz. Mientras tanto, "derecho a Huerga", cuya definición es ejercer un derecho a tortazos.■