Los grandes pensadores: Zenón de Citio y la doctrina estoica.

El estoicismo desde la antigüedad hasta nuestros días.
Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 18/04/2009
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Durante el sábado 18 de abril en el Antiguo Asilo, donde nos hemos reunido para charlar, discutir, debatir y aprender sobre el estoicismo y lo que ha supuesto en nuestra historia, desde antiguo hasta la actualidad, hemos disfrutado de una de las tertulias más amenas, alegres y densas en reflexiones e ideas que pueda recordarse en Foro Identidad. Asimismo, fue un debate que destacó por su cordialidad y preponderante respeto, además de por la gran presencia de muchos miembros, que sin duda enriquecieron con sus visiones e ideas o diferentes perspectivas el debate, nunca exento de polémicas y de la siembra de dudas y preguntas. En este sentido, los miembros de Foro Identidad somos un tanto vacas, un tanto campesinos y un tanto mineros: vacas porque rumiamos, campesinos porque sembramos (conocimiento) y mineros porque buscamos las piedras preciosas (si las hubiera) de cierta verdad.

Empezamos hablando sobre el estoicismo griego en su esencia, hablando de su idealización de la virtud en el sufrimiento, pero no por el mero hecho de sufrir, sino de vivir asumiendo con resignación que la vida es sufrimiento, y por lo tanto, dándole al sufrimiento una idea de respuesta para afrontar la realidad. También destacamos la máxima estoica del dominio de sí mismo, del dominio de las pasiones y de los deseos y su idea cosmogónica u ordenadora del Universo, consumada en la idea del Logos, una Inteligencia Superior que integra toda la Razón y manifestación natural. El Logos es una idea que va en sintonía con todo el mundo griego, ya sea con el Nous, el Ápeiron o la Idea de Bien de Platón y Demiurgo, de Platón.

Históricamente, nos han enseñado que el epicureísmo y el estoicismo son escuelas antagónicas; sin embargo, ambas visiones se diferencian en la forma, pero no en la base, pues ambas articulaban una visión materialista del mundo donde la tranquilidad y la libertad se conseguían en la negación de la vida material (como fin para la felicidad y como clara influencia del cinismo filosófico) y en la ataraxia, además de hacer un gran énfasis en la razón. Por lo tanto, ¿en qué se diferencian ambas escuelas? Pues en cierta tesis ética. Si el ideal epicúreo se destaca por la moderación en los placeres y en una filosofía hecha para conseguir la felicidad, el estoicismo habla de dominio de los deseos, de resignación y de afrontar la realidad sufriente emanada del Logos, que debe entenderse como una ley suprema que determina al hombre y a todo lo habido en el Universo.

Derivando, nos encontramos relacionando el estoicismo con el cristianismo. Se intuye que el cristianismo recogió ciertas ideas estoicas, que plasmó, tal vez de forma superlativa, en el martirio y en la veneración del hombre sufriente y todo sacrificio. Esta idea, de veneración del sufrimiento creo que, sin embargo, se aleja del estoicismo pues, como ya se ha indicado, el estoicismo no es veneración del sufrimiento, sino asunción de que la vida es en sí un constante sufrir, un dolor eterno, hablando metafísicamente, y que la felicidad sólo puede conseguirse con la razón (que es seguir las leyes naturales, según los estoicos) y la resignación.■