ENSAYO SOBRE EL CORPORATIVISMO (III)

por Soldado Vikingo


Tras la publicación de las dos entradas tituladas “Ensayo sobre el corporativismo”, que trataban sobre la visión de la economía defendida por la tercera vía política, pensaba publicar una tercera. Mi intención era escribir sobre el sindicalismo vertical frente al sindicalismo de clase defendido históricamente por el marxismo y el anarquismo. No obstante, se puede decir que era un completo ignorante sobre el tema. Apenas conocía lo básico sobre la doctrina de la Falange en materia sindical. Es por eso que he decidido tirar de “hemeroteca”. He tenido la fortuna de poder entrevistar para “La Nación Digital” a Carlos Rodríguez y a Jorge Garrido, líderes sindicales de Trabajadores Nacional Sindicalistas y Unión Nacional de Trabajadores respectivamente, los dos sindicatos falangistas que existen actualmente en España.

Las preguntas realizadas a ambos fueron muy parecidas, por lo que creo que nos servirán para sacar un punto de vista más amplio y claro.

Antes que nada, hay que dejar claro a ciertos elementos que el sindicalismo falangista si existe (para la mentalidad de algunos no puede haber más sindicatos que UGT, CCOO y CNT).

Unión Nacional de Trabajadores (UNT) surgió a finales de 1977 y se legalizó a comienzos de 1978, tal y como nos contó Jorge Garrido, quien aseguró además que UNT “hunde sus raíces en la Central Obrera Nacional Sindicalista (CONS) de 1934”.

Jorge Garrido, líder de la Unión Nacional de Trabajadores
Mucho más reciente resulta Trabajadores Nacional Sindicalistas (TNS), quienes presentaron sus estatutos el 18 de Julio de 2003 en el Ministerio de Trabajo, teniendo que reformarlos dos veces y legalizándose por fin en el mes de Septiembre del mismo año.

¿Y cuál es la opinión del sindicalismo falangista ante los sindicatos del Sistema?:

Esto fue lo que nos respondió Carlos Rodríguez:

El drama de España es que nunca ha tenido una izquierda con sentimiento nacional, pero en la actualidad el drama es mayor, no sólo no se ha hecho nacional sino que además ha dejado de ser de izquierdas. Son todos capitalistas. La izquierda siempre ha postulado la lucha de clases frente a la derecha que postula la lucha de partidos, en el momento en que los partidos de izquierdas han aceptado las democracias de partido, se han hecho también de derechas, pero una derecha meramente económica y repugnantemente liberal, y de la misma forma que el marxismo considera a la persona como una parte más de la producción, el liberalismo la considera como parte de la economía. En los dos conceptos se despoja de valores a la persona, convirtiéndola en un caso en un martillo y en otro caso en una letra de cambio. En cuanto a los sindicatos anarquistas, son como el silencio, en cuanto se habla de él se le niega.

Carlos Rodríguez, líder de Trabajadores Nacional Sindicalistas

Y respecto al Nacional Sindicalismo, se le niega la posibilidad de acudir a los medios de difusión, porque saben de sobra que es una doctrina que enamora y aporta soluciones, es por lo que dan constantemente mensajes perversos sobre nuestra idea, pero estoy convencido de que en España, excluyendo chupones y vagos, todos tenemos un nacional sindicalista dentro; por eso todo nuestro énfasis lo ponemos en la persona; nuestro deseado estado antropocéntrico. Tenemos que conseguir que se conjugue lo que son con lo que sienten y con lo que necesitan, alejándose de los propósitos liberales y burgueses que confunden lo bueno con lo que les gusta. El gusto es particular. Lo bueno es social y colectivo.

Como es lógico, no pudimos dejar pasar la oportunidad de preguntarle a Carlos Rodríguez su opinión acerca de la “huelga” general del 29 de Septiembre de 2010:

“Como hemos dicho muchas veces, las huelgas son castigos económicos contra los empresarios explotadores, en consecuencia, una huelga general debe ser contra todo un sistema explotador. Los sindicatos citados, o mejor dicho, el sindicato único CCOO-UGT, no convocaron una huelga contra el sistema en general, la convocaron retorciendo los derechos de los españoles para que no renegaran del sistema y para apoyar al gobierno y gobiernos que mantienen a este sindicalismo único. En esos días los manifiestos del TNS salieron con el lema “HUELGA GENERAL SÍ, PERO NO ESTA”. De cualquier forma queremos hacer notar que el sindicato único CCOO-UGT tiene más presencia en las manifestaciones del día del orgullo gay que en el mundo del trabajo".

De todo lo dicho por Carlos Rodríguez en los párrafos anteriores, destacaría dos frases: “Todos tenemos un nacionalsindicalista dentro” y “CCOO-UGT tiene más presencia en las manifestaciones del orgullo gay que en el mundo del trabajo”.

Por su parte, Jorge Garrido tampoco dudó a la hora de poner en su sitio al “sindicalismo” de UGT y CCOO:

“Es tradicional pensar que un trabajador debe apoyar opciones de trabajadores, y eso para luego pasar a identificar éstas con las opciones de izquierdas. Siempre se ha dicho, no sin cierta razón, que “no hay nada más tonto que un obrero de derechas”.Algo en parte cierto, pero incompleto, porque sí hay algo más tonto que eso, que es un español de izquierdas… Nosotros, como nacionalsindicalistas, recogemos las dos ansias legítimas que tiene que tener cualquier trabajador español: la Justicia Social y el patriotismo.

Respecto a nuestras diferencias con otros sindicatos, tenemos que separar a los que forman parte del Sistema (CCOO y UGT principalmente) de quienes se oponen a él, aunque sea desde posiciones ideológicas distintas. Estamos abiertamente en contra de los primeros, ya que los consideramos el primer obstáculo real para que los trabajadores alcancen la Justicia Social. Obviamente hay ocasiones en que tenemos que ir con ellos en reivindicaciones concretas (por ejemplo, si en una empresa se presenta un ERE y todos acordamos oponernos a él), pero es sólo en cuestiones circunstanciales.

Respecto a la anarcosindicalista CNT, consideraciones ideológicas al margen, no nos gusta su forma de actuar contra el Sistema y desde fuera del Sistema. Su actuación al final es una forma de automarginarse que no va a ningún sitio. Nuestra línea de actuación práctica, también consideraciones ideológicas al margen, se identifica más con la de la anarcosindicalista-posibilista CGT: ir contra el Sistema pero desde dentro del propio Sistema y ofreciendo alternativas realistas. Ello tiene sus inconvenientes y supone exponerse al peligro de dejarse llevar por el mismo Sistema al que se combate, pero entendemos que esa es la mejor vía de actuación.

Los pseudosindicatos del Sistema actúan como esquiroles, son la coartada “sindical” con la que se golpea una y otra vez a los trabajadores en sus derechos laborales, son la otra cara del capitalismo que sirve para mantener controlados a los trabajadores. Su actitud es realmente repugnante”.


En la sociedad que el Sistema nos vende hoy, con la tan elogiada “multiculturalidad”, preguntarse acerca de la opinión de los sindicatos falangistas sobre la inmigración es algo obligatorio. El trabajador español lo está pasando mal y necesita saber que hay alguien que le va a defender de verdad y no le va a dejar vendido.

Estas fueron las respuestas de Jorge Garrido y Carlos Rodríguez acerca de la inmigración.

Jorge Garrido: 

“El problema sindical que genera la inmigración es el del abuso que los capitalistas y los empresarios sin escrúpulos ejercen sobre ellos, pretendiendo con ello abaratar costes y rebajar las condiciones laborales generales. El trabajador español se ve perjudicado por esa práctica, pero el culpable no es el trabajador inmigrante, sino el explotador que se aprovecha de su situación de necesidad. En UNT tenemos muy claro que el problema no es el inmigrante, sino el explotador, y por eso huimos del mensaje fácil, demagógico y falso de que el inmigrante es el problema. Para nosotros las personas son siempre lo primero, sea cual sea su origen, y por ello mientras se respeten la normas básicas de convivencia y de nuestra cultura, no diferenciamos en nuestra labor sindical entre extranjeros y españoles.

UNT defiende a todos los trabajadores por el mero hecho de serlo, y es que hay un principio económico que quienes practican la demagogia con el asunto de la inmigración ignoran siempre: el que trabaja genera más riqueza con su trabajo de la que se lleva en concepto de salario. Otro principio básico en economía es que la población genera sus necesidades y el trabajo necesario para cubrirlas, pues lo mismo que nacemos con una boca para comer, nacemos con dos manos para trabajar. Y eso es así siempre, por lo que un trabajador nunca roba nada a nadie.

¿DEMOCRACIA?... NI HABLAR.

Defendemos la idea de que no permitir la explotación laboral del inmigrante beneficia a todos: al inmigrante en primer lugar, y a los demás trabajadores en general, ya que así no se rebajan las condiciones laborales y deja de aplicarse el criterio de que “tengo a otro que trabaja por menos”.

Como dato os daré el de que en UNT alrededor del 5% de los afiliados son inmigrantes”.

Carlos Rodríguez, por su parte, no se mostró tan permisivo respecto a la inmigración:

“El objetivo que buscaba el sistema en el asunto de la inmigración-invasión que está sufriendo España en los últimos años lo vimos claro desde el primer momento. Los inmigrantes no vinieron a nuestra Patria por propia iniciativa, se les trajo engañados con el ánimo de abaratar la mano de obra mediante la “ley de la oferta y la demanda” y para que no nos enterásemos de esto y no se escucharan voces contrarias, se inventaron chorradas como lo de la xenofobia, el racismo y demás camelos, desculturizando y desnaturalizando España para que no hubiera choques culturales. Al perder España su identidad cultural y su Misión Histórica, en lugar de ayudar a los inmigrantes han conseguido que nos sumemos a ellos en cuanto a esclavitud. En España no hay más nación ni más gobierno que la fuerza del dinero. Esto es una plutocracia masónica”.

Pese a esta diferencia, ambos dejaron muy claro que no existe ningún tipo de enfrentamiento o rivalidad entre UNT y TNS, mostrando palabras cordiales y sin entrar en descalificaciones gratuitas:

“No conocemos mucho de las actividades del TNS actual, pero en cualquier caso observo una línea aparentemente distinta de la nuestra en su forma de trabajar. A nosotros nos parece mejor la nuestra y nos da buenos resultados, y supongo que a ellos les pasará lo mismo con la suya. Lo cierto es que poco más puedo decir sobre este tema”. Jorge Garrido.

“Tengo que decir que conozco al camarada Jorge Garrido personalmente desde antes de que se fundara el TNS, pero permitidme que no me pronuncie sobre la UNT porque desconozco por completo su actividad y sería muy frívolo por mi parte opinar desde el desconocimiento. De cualquier manera siempre celebraré los éxitos de un sindicato con el que compartimos sentimiento e ideología”. Carlos Rodríguez.

Pero en estos tiempos tan duros que corren, a los pocos que dudan sobre la honradez de las palabras de los sindicalistas de corte nacional y comienzan a rechazar a los falsos sindicatos del PSOE y el PCE, puede interesarles las propuestas que TNS y UNT puedan hacerles en materia económica. Nuevamente, dejaré que respondan esas dudas los señores Garrido y Rodríguez:

“Primeramente irnos consolidando como alternativa sindical y aumentar nuestra aún escasa representatividad en las empresas. No basta sólo con estar ahí para asesorar a los trabajadores, sino que la presencia del sindicato debe basarse en su fuerza real y su capacidad de presión y de movilización. Estamos avanzando mucho en ese terreno, pero sin duda aún estamos lejos de alcanzar la fuerza mínima necesaria para ser influyentes a nivel nacional. Queremos ser la alternativa sindical de todos los trabajadores, una opción verdaderamente sindicalista que termine por imponerse a los falsos “sindicatos” del Sistema, UGT y CCOO principalmente.

Después ya podremos aspirar a metas más altas, como la de ser el motor del cambio de sistema económico que España necesita. Pero hasta llegar a ese punto nos queda mucho camino”.

“El principal fallo del sistema capitalista es que su modelo de crecimiento es de tipo exponencial, y eso es insostenible a largo plazo (no sólo por motivos ecológicos). Y eso en lo que se refiere al modelo de producción, porque si analizamos el modelo financiero de que se sirve, es aún peor. No hay una correspondencia real entre la producción de bienes y servicios y el montante monetario que debiera reflejarlos (el PIB), y ese desfase aumenta exponencialmente de generación en generación.

La solución pasa por olvidarse de la idea de crecimiento ilimitado, cambiar el modelo productivo, equiparar economía financiera a economía real, eliminar el sistema monetario basado en el interés del dinero y del capital, volver al patrón trabajo como fuente de valor, hacer del capital un instrumento y no un propietario, estructurar sindicalmente la economía y las empresas, nacionalizar la banca y los seguros, y, en definitiva, hacer que la economía esté para servir al Hombre en sus necesidades, y que no sea el Hombre el que esté al servicio de la economía. Eso sólo puede hacerse con un modelo económico de tipo nacionalsindicalista, y eso es exactamente lo que defiende y propone UNT”.

Estas fueron las respuestas de Jorge Garrido acerca de los objetivos de UNT a medio y largo plazo, además de sus propuestas para salir de la crisis (ya podrían tomar nota esos zánganos que tenemos por clase política).

Carlos Rodríguez también respondió a preguntas similares:

“A medio plazo los objetivos los estamos logrando, queremos ser un embrión del Estado Nacional Sindicalista en el que se incorporen los gremios y cooperen las personas. Aquí todos sabemos hacer alguna cosa y además de ser profesionales en nuestras labores, también tenemos que ser sociales en el Estado, que es donde reside el Bien Común de la Nación.

A largo plazo nuestro objetivo es claro, queremos hacer la revolución Nacional Sindicalista, creando una conciencia de estado en la persona. La revolución no es quemar papeleras ni romper escaparates, la revolución consiste en cambiar las leyes para solucionar los problemas. Queremos una Patria en la que el Estado ordene la Nación a través de la Justicia, sobre todo, la Social, llegando hasta un totalitarismo sindical, que es lo mismo que decir que desde el BIEN SER de la persona se logre el Bien Estar. Leyes para servir a las personas y no personas para servir a las leyes. Creo que está claro”.

“Siempre hemos dicho que la crisis no corresponde a tal o cual gobierno, no, la crisis es producto del sistema democrático de sufragio. Nosotros, en el TNS no somos demócratas, porque lo primero que tiene que hacer un revolucionario es no ser demócrata. Como nos cansamos de repetir, las democracias son un invento del capitalismo para explotar a los trabajadores ofreciéndoles el consuelo de cambiar de tirano cada cuatro años.

La democracia debe ser una participación del pueblo en las instituciones nacionales pero nunca una forma sistemática de gobierno que ha convertido la democracia en una ideología totalitaria opresiva en la que al que no la admita le envías los ejércitos, también democratizados y alejados de las necesidades sociales de las Naciones y pueblos, no dudando en masacrarlos, aunque luego presuman de pacifistas; al fin y al cabo, el pacifismo democrático es la garantía de permanencia de la tiranía económica. Porque la conocemos no queremos la democracia, cuando todo está mal es porque el sistema político es malo y si el sistema es democrático hay que cargárselo para que mejore la situación. Los responsables de la situación están claros, son aquellos que se benefician de la misma, los políticos anti-españoles, anti-sociales y corruptos, los jueces y los fiscales que legitiman a los políticos mediante la aplicación, también de forma corrupta, de unas leyes políticas poco decentes, la banca y las grandes corporaciones financieras que han dilapidado nuestro dinero y a los que encima “rescatamos” con más dinero nuestro, y buena parte de los medios de difusión que a modo de alquimistas transforman lo que no son más que puras golfadas contra España en éxitos que todo el mundo sufre sin darse cuenta o, lo que es peor, sin querer darse cuenta.

Las soluciones serian duras pero efectivas. Salir de la moneda Euro y volver a la peseta. Practicar al limite la autarquía nivelando precios y nóminas durante el tiempo necesario y sin manipular el IPC, de esta forma, al producir en España y consumir lo que se produce en nuestra Nación aumentarían las posibilidades de trabajo, y al abaratar la producción sin desajustar los precios de los productos a las nóminas de los trabajadores, se haría atractiva la compra de nuestros productos aportando cantidades para paliar la deuda externa y aumentando el Producto Interior Bruto.

U.C.M.
Habría que crear una verdadera banca pública mediante la unificación de las cajas de ahorro con dependencia de un Banco de España gobernado por verdaderos españoles, fomentando un crédito que se acople a las necesidades de las personas y no al revés, que serian devueltos en plazos cómodos y a largo plazo. Las hipotecas deben estar en función de las nóminas, sometiéndose a ellas con el mismo interés, de esta manera, nadie se asfixiaría para comprar una vivienda ni por montar una pequeña empresa, además las plusvalías serian estatales rebajando el déficit público, no teniendo que recurrir a las subidas de impuestos, controlando la inflación, que, al fin y al cabo, es el impuesto más disimulado sobre las nóminas de los trabajadores. Hay que animar a la iniciativa privada, en especial a los autónomos, proporcionándoles préstamos sin interés a cambio de que integren a los trabajadores en las empresas a modo de cooperativas sin la burocracia rentista que existe en la actualidad. Hay que crear empresas publicas de producción no funcionarizadas que al igual que en la función social de la banca pública ahorraría en el producto facturado en España, proporcionando puestos de trabajo fijos y justamente remunerados en los que, además, los beneficios también irían a parar al Estado, no democratizado y sí sindicalizado, como su legitimo dueño.

Hay que volver a las escuelas públicas de aprendices, a las Universidades laborales y por supuesto, a las escuelas públicas de peritos.

Además los productos de necesidad publica como los derivados de las industrias de la energía, la sanidad, la enseñanza y la justicia tienen que estar en mano del Estado y no de los gobiernos para que sirvan a la sociedad en lugar de especular con ellas para lucro de los amiguetes de los políticos democráticos de turno.

Y, por supuesto, hay que dotar a las Universidades Públicas de los medios necesarios para la investigación y el avance tecnológico –ningún español con capacidad de estudio debe ser privado de ello.

Todo esto puede ser compatible con lo privado, pero nunca se debe permitir que se deteriore lo público para que haya que acudir forzosamente a lo privado buscando la calidad y, como consecuencia de ello, al lucro de unos pocos particulares. Si quieren venir las multinacionales que vengan, pero anteponiendo los intereses nacionales a los de las grandes corporaciones económicas.

También tendríamos que fomentar la vida en los municipios, dotándolos de todos los medios para hacer a sus habitantes una vida más agradable y proporcionándoles los medios adecuados para que en los lugares en los que se encuentren las materias primas, lleguen también las correspondientes industrias de manufacturación, beneficiándonos al máximo de los productos naturales sin llegar a esquilmarlos e incluso realizando nuevas plantaciones, como es el caso de la industria forestal, y por supuesto, hay que fomentar todo tipo de energía, incluida la nuclear, debidamente controladas, que se pueden producir en España, también mediante empresas públicas.

ENERGÍA NUCLEAR

Como veréis, me he extendido más de la cuenta, pero la única solución que admito para salir de la crisis es la de acercarnos lo más posible a nuestro deseado Estado Nacional Sindicalista. Por supuesto, de todo esto los economistas, y aún más los liberales, no quieren ni oír hablar porque para ellos la economía se basa en las rentas y no en la producción al servicio de la Nación”.

Nuevamente, tengo que agradecer a Jorge Garrido y a Carlos Rodríguez que dedicaran una parte de su valioso tiempo a responder a las preguntas para “La Nación Digital”.

No hace falta ser un lince para saber que si estos hombres pudieran ser escuchados por el trabajador de a pie, la situación sería muy diferente. O, al menos, la población española se cuestionaría algo (que viendo como están las cosas, ya sería un éxito) de lo que pasa a su alrededor.

El mensaje social del nacionalsindicalismo es en el día de hoy más necesario que nunca. El problema sigue siendo el mismo de siempre: los tópicos y los bulos que se han hecho de correr a su alrededor.

Trabajadores, olvidaros del mito del “falangista sanguinario”. Esa mentira histórica tan solo es la propaganda de aquellos que dicen defender vuestros intereses pero que en realidad son socios del Gobierno.

¿Cuántos tuvisteis que ir a la calle sin trabajo para que se decidieran a salir a la calle, y únicamente por qué su silencio ya era demasiado escandaloso?.

¿Acaso han pedido los de UGT y CCOO la nacionalización de la banca y la supresión de las pensiones vitalicias de los políticos?.

¿Acaso habéis olvidado que los parlamentarios del PSOE suelen ser afiliados de UGT? ¿O que un eurodiputado comunista se dedicó junto a sus colegas de las Comisiones a desplegar su violencia tardo-bolchevique por las calles de Madrid en la última farsa sindical?


Trabajadores, no os dejéis que os engañen. La solución no está en la izquierda. Tampoco en la derecha. ¡Está en el nacionalsindicalismo!.■

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