SOLDADO DE DIOS


Soldado de Dios es una película rodada por W. D. Hogan y que pudo ser vista por el público por primera vez durante el año 2005. Es una película trascendental, con un esquema sencillo, y tal vez he ahí en su sencillez donde resida el encanto de la película, más hecha con el guión que con la propia imagen.

El ambiente de la película nos traslada al año 1187, en plenas cruzadas, en plena guerra contra Saladino. Occidente y Oriente luchaban, pero entonces la lucha era justa, en igualdad de condiciones.

El protagonista es un Caballero Templario, caballeros éstos dedicados a escoltar a los peregrinos que quisieran llegar a Tierra Santa. Eran auténticos Cruzados, auténticos guerreros al orden de Dios, monjes con espada y misticidad, auténticos señores de la cruz, ¡mártires!, hombres castos embargados por una devoción que iba más allá de lo comprensible, más allá de la catarsis lumínica de cualquier clase. Dios era todo para ellos, y sin embargo eran muy temibles en el campo de batalla, de hecho su forma de luchar encarnaba a la Ira de Dios, el Dios no piadoso, un verdadero Dios.

Pero he aquí que nuestro protagonista, René, es hecho cautivo tras una batalla contra las tropas de Saladino. Sin embargo, consigue escapar y cuando pensaba que su muerte estaba cerca se cruza con el sarraceno Hasan, un hombre misterioso, que como buen musulmán acude al auxilio de René. La ayuda es momentánea, pues Hasan se separa de él. Aunque el destino es caprichoso y acaban juntos en el desierto, desembocando en un oasis, donde reinaba una bella mujer. El oasis representa muchas más cosas, no solamente un lugar donde repostar y devolverse a uno mismo las energías, sino un lugar de paz, a pesar de que la llegada de Hasan y René perturbaran ese orden.

El en Oasis empieza la película, al menos es donde se cuece todo el mensaje, todo lo que nos quiere transmitir. Es como un debate constante donde a cada lado están oriente y occidente,, cristianos y musulmanes. Pero ambos se convierten al final en marionetas hiladas por hombres que gobiernan los designios de su pueblo y que son capaces de traicionar por puñados de oro. Las cruzadas fueron la mayor estafa a los hombres de fe y buena voluntad. Tan convencidos y cegados estaban de que luchaban por Dios (ambos bandos) que ni siquiera se les ocurría pensar que lo hacían por la avaricia y las ansias de poder de unos pocos.

Debe destacarse la presencia de la mujer, la reina del oasis, como yo la he apodado. Arbitra entre Hasan y René y es capaz de poner orden entre ellos. Además, es justa e imparcial, mira a ambos bandos como hombres inconscientes cegados por una verdad que es solamente una verdad que han aprendido o por las buenas o por las malas.

Es una película recomendable, lleno de momentos emotivos con un final desgraciado y lacrimógeno, donde hace acto de presencia un judío que... Poco más podría deciros sobre la película sin destrozarla. Los amantes del cine de este género sabrán apreciar una película basada en el guión, porque las localizaciones son escasas y su esquema es muy sencillo. Al final, queda, aunque invisible, un horizonte donde yace Jerusalén, un destino inalcanzable. ■