NIHILISMO Y EL HOMBRE CREATIVO

El nihilismo es libertad, es la expresión de nada y de vacío, pero a su vez es como un folio en blanco donde uno puede crear su propio mundo. En el vacío y en la nada uno elige entre la vida y la muerte. La convicción del absurdo total de la vida, de su sinsentido, es como caminar por el filo del abismo, por ello uno debe elegir la vida y crear su mundo, sus valores, sus principios. El nihilismo es la cuna esencial del superhombre, la cuna donde nacen hombres libres, hombres de fuerza, hombres por encima y por debajo de cualquier sandez e irracionalidad; aunque también nacen negados existenciales, pues nihilistas son también aquellos que dicen no tener fe en nada, seres vaciados que sin principios ni voluntad de poder abogan sus vidas a la corriente de la masa humana, irracional y aveces superflua. Son arrastrados por el tiempo como una hoja por el viento, sin oponer fuerza ni resistencia, obedientes y livianos, sin curiosidad ni fuerza por ser cada vez mejores. Eligieron la muerte: son los infrahombres. Están vivos en apariencia, pero su intelectualidad es zombial: son embajadores de la nada infernal, de una nada sin moral ni principios, donde la ética radica en que todo vale. Es el nihilismo negativo y destructivo, cuando de la nada debe surgir todo, todo arte y todo saber: la vida misma. A su vez, un nihilista debe tener la capacidad de reinventarse, de no estancarse, pues los valores pueden cambiar y la transvaloración debe ser constante; a su vez, la no identificación debe ser un hecho consumado y controlado en la propia personalidad del superhombre, debe tener una aptitud que esté por encima del bien y del mal, de todo relativismo y absolutismo idealista, de toda religión, incluso de Dios, pues no hay más Dios que uno mismo, el que se ha enfrentado a la nada y ha sabido levantarse desde los infiernos del sinsentido hacia un mundo nuevo denotado de un sentido artificial (pues nace de nuestra creatividad) que dé cierta cordura a este mundo loco y a este universo inabarcable, incomprensible e ilógico (al carecer nosotros de las respuestas o de la inteligencia suficiente como para plantearnos las preguntas adecuadas).■