Relaciones España - Latinoamérica (II) El ayer y el hoy de las relaciones de España con sus antiguas colonias americanas



Durante el franquismo los tecnócratas del régimen dieron en replantear las relaciones de España con los países latinoamericanos con la intención de primar a Europa; sin embargo diferentes grupos de poder del propio franquismo abogaban por Latinoamérica.

Es verdad que de la forzada autarquía en que se vio envuelto el régimen sólo nos libraron algunos países, sobre todo Argentina, que nos quitó o alivió en gran parte el hambre pues la situación era de verdadera hambre, por no nombrar otras necesidades, ya que ésta es prioritaria en orden al cuerpo y la supervivencia de las personas y los países. Incluso ganado argentino se repartió en España, afirma uno de los contertulios.

En los años ochenta la mayoría de estos países fueron adoptando la democracia como sistema de gobierno y se fueron, poco a poco, embarcando en el crecimiento económico y en relaciones económicas con otros países mediante la liberalización de sus economías.

Es evidente, que el ejemplo español y la experiencia española, tanto en el paso desde una dictadura a la democracia como en el crecimiento económico que habíamos experimentado y seguíamos experimentado, era de una gran ayuda para estos países y España aumentó su influencia en ellos gracias a estos factores. Como consecuencia, se favoreció grandemente la orientación de nuestra política exterior hacia Latinoamérica.

Pero hoy vivimos gracias a Europa fundamentalmente: nuestro turismo es europeo, nuestro comercio se realiza también mayoritariamente con los países de este continente. Sin embargo, las relaciones con Hispanoamérica deben seguir adelante.
Es importante, por otro lado, que los pueblos que poseen la misma lengua colaboren estrechamente. En este contexto se incluyen también estados pertenecientes a los EE. UU. de América que hablan también en español.

Pero, aparte de la economía, existen unas relaciones emocionales o sentimentales y culturales profundas que hay que mantener y fomentar con estos países de Latinoamérica. Gran parte de los intelectuales españoles fueron a la llamada América Hispana, sobre todo a Méjico. Las relaciones culturales y espirituales entre los pueblos tienen, aunque a veces se piense solamente en clave económica y/o política, una gran importancia. No todo es economía ni política: la literatura, la filosofía, el arte, son profundos vínculos que unen a los pueblos y que con el tiempo crean hermandad y progreso. Crean un espíritu de unión más fuerte que lo puramente económico y una identidad no fácilmente destructible por el tiempo.■