
Dirigida por Zoltan Korda, la película que me dispongo a comentar es una de las varias adaptaciones cinematográficas que existen de la novela de A.E.W. Mason, Las Cuatro Plumas.
A finales del Siglo XIX Inglaterra poseía el orgullo de un hombre que se cree invencible y la obstinación, sin embargo, de un burro. Casi medio mundo a sus pies y paseando la barbarie alrededor de todo el orbe, la prepotencia colonial inglesa no era más que una gota de estupidez que se creía en la labor de civilizar, cuando civilizados no son aquellos que portan las armas: alguien civilizado aprende, comprende y comparte con los demás. Y así pasó con el colonialismo español y con todas las potencias colonizadoras occidentales. Aún así, en Las Cuatro Plumas podemos contemplar grandes valores y un heroísmo impecable y digno sin alejarnos del miedo; porque todo sea dicho claramente, el heroísmo con miedo es el auténtico heroísmo, una proeza que uno acomete por encima de sus propias posibilidades e impulsos, mientras que el otro tipo de heroísmo es negligente e inconsciente.
Sin embargo, Las Cuatro Plumas no es solamente la historia de hombre que es herido en el orgullo, sino la historia de un hombre que vive el peso de la deshonra. Es tachado de cobarde por no embarcarse a la cruzada colonial en Sudán. Por ello, recibió cuatro plumas, símbolo, cada una de ellas, del desprecio de cuatro personas diferentes que lo llaman cobarde por no cumplir con su obligación con la nación; y lo que es más importante, con sus compañeros.
Las Cuatro Plumas es también la historia de un hombre que desea vencer el miedo, pero se da cuenta de que éste siempre prevalece. Es una historia de amistad, de disciplina, de nobleza y de amor que pude pasar por encima de cualquier raza o religión, pues al final la dignidad de todos los hombres es la misma o así debería ser.
Dejando aparte lo dicho y centrándonos en lo que a la producción del film se refiere, hemos de decir que la película es correcta y que si no fuera por la carga moral y el trasfondo que tiene tan profundo -que solamente podría salir de una novela y no de la cabeza de un guionista de Hollywood-, el trabajo sería mediocre. Sin embargo, la película gana incentivos con las interpretaciones y, como dije antes, con su fuerte mensaje.■
A finales del Siglo XIX Inglaterra poseía el orgullo de un hombre que se cree invencible y la obstinación, sin embargo, de un burro. Casi medio mundo a sus pies y paseando la barbarie alrededor de todo el orbe, la prepotencia colonial inglesa no era más que una gota de estupidez que se creía en la labor de civilizar, cuando civilizados no son aquellos que portan las armas: alguien civilizado aprende, comprende y comparte con los demás. Y así pasó con el colonialismo español y con todas las potencias colonizadoras occidentales. Aún así, en Las Cuatro Plumas podemos contemplar grandes valores y un heroísmo impecable y digno sin alejarnos del miedo; porque todo sea dicho claramente, el heroísmo con miedo es el auténtico heroísmo, una proeza que uno acomete por encima de sus propias posibilidades e impulsos, mientras que el otro tipo de heroísmo es negligente e inconsciente.
Sin embargo, Las Cuatro Plumas no es solamente la historia de hombre que es herido en el orgullo, sino la historia de un hombre que vive el peso de la deshonra. Es tachado de cobarde por no embarcarse a la cruzada colonial en Sudán. Por ello, recibió cuatro plumas, símbolo, cada una de ellas, del desprecio de cuatro personas diferentes que lo llaman cobarde por no cumplir con su obligación con la nación; y lo que es más importante, con sus compañeros.
Las Cuatro Plumas es también la historia de un hombre que desea vencer el miedo, pero se da cuenta de que éste siempre prevalece. Es una historia de amistad, de disciplina, de nobleza y de amor que pude pasar por encima de cualquier raza o religión, pues al final la dignidad de todos los hombres es la misma o así debería ser.
Dejando aparte lo dicho y centrándonos en lo que a la producción del film se refiere, hemos de decir que la película es correcta y que si no fuera por la carga moral y el trasfondo que tiene tan profundo -que solamente podría salir de una novela y no de la cabeza de un guionista de Hollywood-, el trabajo sería mediocre. Sin embargo, la película gana incentivos con las interpretaciones y, como dije antes, con su fuerte mensaje.■