LOS ANIMALES


En definitiva, veo más humanidad en los animales. Los supuestos "hombres", crueles e inconscientes, sumen su razón a lo instintivo y se condenan a una vida insignificante. El hombre es una bestia, una bestia bípeda simplemente. Su apariencia humana no es más que el síntoma de una esperanza; es el envoltorio de unos seres de vida antropomorfa.

Los animales solamente hacen lo que tienen que hacer, sin embargo, el hombre (¡cómo no!) hace más de lo que debe. Es el animal listillo de la clase que no se da cuenta de la estupidez de su inteligencia y de la sinrazón de sus razonamientos. Tal es así, que el mundo no aparece en su complejidad colectiva y planetaria como un ser cuerdo, sino más bien como un ser depresivo y paranoico con cierta inclinación al suicidio. Un suicidio que como último acto sería sublime a escala universal y el mejor favor que podría hacérsele a la naturaleza; una naturaleza a la cual el hombre moderno no ha sabido ni comprender ni dominar.■