HYDE: Apología del superhombre

Colaboración de El Mundo de Daorino para el Grupo de Estudios Nietzscheanos.
http://grupodeestudiosnietzscheanos.blogspot.com/2008/11/hyde-apologa-del-superhombre.html


No hace mucho hemos podido disfrutar en televisión de Jekyll, una serie de seis episodios (por ahora) que se adjudica en su transcurso mucha ideología -ideología en el sentido de las ideas filosóficas, no como tendencia política- nietzscheana.

Casi de inmediato, observamos como se hace mucha referencia al león para luego reflejar el niño que representa Hyde como alegoría del superhombre. El doctor Jackman, que asume la personalidad de Jekyll, es el camello pues soporta toda la carga de Hyde, sintiendo remordimientos, culpabilidad, responsabilidad, etc.; Jekyll casi parece la niñera de Hyde, un niño malo. En definitiva, tanto Hyde como el doctor Jackman viven en una misma esencia luchando el uno contra el otro para encontrar la plenitud de su ser individual: es la voluntad del superhombre que quiere sobreponerse e imponerse a la debilidad del camello, es decir, al espíritu de carga.

Adentrándonos en la idea de superhombre según la serie Jekyll, hemos de hacer especial hincapié en Hyde. Hyde a veces asume la personalidad de un león, siendo casi instintivo, aliviando la sed de sus pulsiones más básicas, incluso le imita en su forma de lucha y en su manera de rondar a las hembras, siempre inteligente y comedido, aunque certero y letal. En la serie se nos presenta como un escalón superior dentro de la evolución humana, una evolución que se traduce en fuerza e inteligencia y que sólo puede aplacarse gracias al amor: una especie de droga que hace débil al superhombre. ¡Por esta razón es posible que Nietzsche nos recomendara el látigo para…!

Como no, esta serie respalda su argumento con la historia que popularizó el escocés Robert Louis Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que aún siendo breve, no deja de ser, a mi gusto al menos, uno de los mejores relatos escritos por el escritor anglosajón, por no decir el mejor. Por ello, Jekyll parece una especie de continuación al libro que no dejará indiferente a nadie y que parece esclarecer multitud de secretos que podrían haber ido a la tumba con el escritor escocés.

En definitiva, debo recomendarles esta serie que retrata las dos caras de un ser humano imperfecto y otro menos imperfecto, la de un hómbre débil y la de un hombre fuerte, la de un hombre con moralina y remordimientos y la de otro que se yergue por encima del bien y del mal respirando libremente, la historia de un hombre y la de un niño.■