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Racionalidad y racionalización en los sucesos históricos y manipulación de masas

(Introducción a un debate de Foro Identidad celebrado el 9 de abril de 2011 a cargo de Daorino. Para ver los textos a los que se hace referencia y leer el resumen del debate, visitar el siguiente enlace: FI)

Racionalidad, racionalización, historia, manipulación de masas… Son temas recurrentes de Foro Identidad, temas que siempre vuelven y que siempre se mencionan en casi todos los debates, especialmente el que concierne a la manipulación. Pero también hemos hablado concretamente estos asuntos muchas veces bajo diferentes títulos. La última vez fue el 29 de mayo y el 12 de junio de 2010 bajo el título Memoria Histórica, un título que fue acompañado por dos subtítulos, uno por cada uno de los debates que se celebró. El primero rezaba así: ¿Es la historia una falsificación?; mientras que el segundo decía: Segunda República (1931-2010). Fueron dos debates muy constructivos, menos no puede pedirse de Foro Identidad –en la página web están los resúmenes publicados, por si queréis leerlos. Es por lo tanto evidente que en Foro Identidad existe una clara preocupación sobre la libertad de pensamiento y todo aquello que no la hace posible: todo lo que no la hace posible va desde la libertad total hasta el autoritarismo total; ambas formas son formas de totalitarismo y es a voluntad que no hemos de cegarnos ni ser arrastrados por el totalitarismo libertario o por el totalitarismo más coercitivo.

Como siempre, para formarnos y tener unas ideas con las que trabajar para encauzar el debate, proponemos una serie de textos que pueden verse en la página web y que suelen publicarse el segundo lunes después de la última tertulia.

El primer texto ha sido extraído de la enciclopedia virtual denominada Metapedia. El texto se titula Revisionismo Histórico. Revisionismo es toda interpretación y estudio de la historia. Pero hoy en día existe una historia oficial, una historia dogmatizada con una línea muy clara: existen hechos incuestionables que no pueden estar sujetos a revisión. La Historia establecida ha sido conquistada por el dogma, en definitiva: ¿qué racionalidad puede aplicarse entonces a la historia? ¡Todo es manipulación! Si existen hechos incuestionables, inamovibles, etc., ¿qué sentido tiene la historiografía como disciplina encargada de investigar los hechos históricos? Si bien se dice que “la historia la han escrito los vencedores”, hoy esa frase adquiere una dimensión tan real que rebatirla me parecería producto de una mentalidad obnubilada: darse cuenta de eso es ser disidente. Hoy el revisionismo cuestiona esa historia oficial, esa historia basada en dogmas. Quien se salga de lo establecido por lo políticamente correcto corre el riesgo de ser marginado por los catedráticos y por la masa social, corre el riego de ser tachado de innumerables improperios; para quienes cuestionan el dogma histórico, su victoria consiste en llevar el vituperio con orgullo, como símbolo de victoria, pues la certeza sobre que el mundo está realmente lobotomizado adquiere un tinte de realidad deslumbrante.

A nosotros nos dan igual los catedráticos. Hoy ser historiador es como ser psicólogo. Si los segundos no se diferencian demasiado de los videntes que salen por la tele de madrugada, los primeros no se diferencian de un cuentacuentos, de un narrador de ficciones. Un verdadero historiador no narra la historia, sino que investiga, contrasta, hace de su trabajo una labor científica, no científica empírica, sino científica como fuente de saber que es, como disciplina que tiene un método de trabajo; tampoco somete los hechos a condena moral, pues eso no es hacer justicia a la historia, no es ceñirse a los hechos. En todo caso el verdadero historiador no debería llamarse jamás así, sino historiógrafo, pues la historia es simplemente la fuente de trabajo. El historiógrafo no hace historia, sino que la estudia, la investiga, ata cabos sueltos. Historiadores si son los falsificadores, los que han construido una historia oficial, artificial y llena de mentiras: ellos si son narradores de historias, ellos sí que hacen historias e historia oficial, muchas veces ficticia u omitida o falsificada. La fórmula es sencilla: lo que no convenga se omitirá, se deformará o se reescribirá, mientras que lo que convenga se magnificará, se superlativizará.

El segundo texto se titula “Estrategias de manipulación de masas. Hacer amar la propia servidumbre pensando que es libertad”. En dicho texto pueden leerse unas palabras de Noam Chomsky:
“La manipulación y la utilización sectaria de la información deforman la opinión pública y anulan la capacidad del ciudadano para decidir libre y responsablemente. Si la información y la propaganda resultan armas de gran eficacia en manos de regímenes totalitarios, no dejan de serlo en los sistemas democráticos; y quien domina la información, domina en cierta forma la cultura, la ideología y, por tanto, controla también en gran medida a la sociedad”
Poco que añadir a las palabras de Chomsky, matizaría su conceptualidad, pues no es la mía y aparte Chomsky no deja de ser el sistema, pero no lo haré porque no procede y alargaría este escrito bastante.

Hoy, que vivimos el totalitarismo de la libertad, nadie se cree que no es libre, ni siquiera se plantea si es libre o no de forma seria. Ese es el gran logro del totalitarismo de la modernidad. Quienes nos damos cuenta de esto somos tildados de locos, de rebeldes, de incoherentes… de todo. Sin embargo, somos seres más conscientes, más conscientes que la mayoría. ¿Por qué unos se dan cuenta y otros no? Está claro, unos podemos, con mayor o menor éxito, salirnos de los cauces de manipulación, mientras que otros son arrastrados, y ahí tiene mucho que ver la inteligencia y la naturaleza de cada individuo: no todo el mundo es capaz de tomar las riendas de su destino, al menos las riendas de su propio pensamiento. ¿Y a dónde nos está llevando toda esta manipulación de los medios? A la asunción de lo mediocre, de la decadencia, al auto-odio, a convertir a las masas en combatientes contra fantasmas como Hitler y contra otros espíritus que ya no existen. ¿No es absurdo?

El tercer texto se llama 101, que nos introduce en el texto de Orwell, 1984, con una cita muy elocuente: "Quién controla el pasado controla el futuro: quién controla el presente controla el pasado". Vitali, un poeta argentino de una sensibilidad singular, ferviente peronista, enemigo del imperialismo y amante de las cosas que hoy hacen a los hombres “malvados” y “terribles”, sostiene que la obra de Orwell, concretamente esa frase, está superada. Dice que el propio Gran Hermano crea su propia disidencia. Es el colmo de la manipulación. Sin duda, para Vitali, la disidencia no es menos libre por disentir, sino que se obliga a estar más pendiente que nadie del Gran Hermano. Por supuesto, yo no estoy deacuerdo con Vitali. Es cierto que hay una especie de disidencia que le hace el juego al sistema, pero existe otra, otra disidencia que es enemiga mortal del sistema y que vive machacaba y asediada cada día por los adalides de la libertad. Y esa disidencia no sale en la tele ni se encuentra incrustada en algunos partidos políticos minúsculos, si acaso se encuentra en uno o dos blogs. Y es que ser antisistema no se trata sólo de disentir, eso lo hace cualquiera. Y que tomen nota muchos.

Los que habéis leído 1984 recordaréis que en esa distopía existía un ministerio muy singular, denominado Miniver (Ministerio de la Verdad) que “se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado”. Hoy no podemos saber hasta qué punto esto se ha convertido en una realidad, pero está claro que los historiadores –que no los dedicados a la historiografía- al menos hacen palimpsesto sobre la historia real, ya sea omitiendo hechos o inventando otros para luego adoctrinar con esa historia ficticia en los colegios, institutos y universidades.

Llegados aquí planteo lo siguiente: ¿qué posibilidad existe de racionalidad y racionalización en los sucesos históricos? Sólo hay lugar para la manipulación de masas y el palimpsesto.

Por último tengo que hablar de un texto sobre el eminente HEGEL, La Filosofía de la Historia. Del texto sobresale una expresión que nos viene muy bien para el debate. Dicta así: “Para Hegel la reflexión sobre la historia supone una interpretación: la imparcialidad es imposible. Hay que interpretar la historia desde la racionalidad; hay que atender a los hechos para discernir el proceso racional que se da en la historia.”

Yo, sin embargo, creo que se puede hacer una historia imparcial, es decir, justa, y que, además, se puede hacer una historia objetiva, que obviamente surgirá de la subjetividad analítica (que no emocional) del propio historiógrafo. Creo, en definitiva, que una historia imparcial y objetiva ha de alejarse de los sentimentalismos y de los intereses del poder o filias políticas, sean cuales sean. La historia es algo muy serio, una construcción humana de la que todos formamos parte. Yo no quiero que me falsifiquen, yo no quiero mentiras, no quiero demonios ni dioses en la historia, quiero que la historia de los hombres se cuente, pero alejadas de toda condena moral; pues la moral, cuando escribe historia, manipula.

Para concluir, decir que muchas veces me he imaginado en la habitación 101. Para quienes no lo sepan se trata, según la novela 1984, de un espacio de tortura donde los rebelados son sometidos a aquello que les causa más terror. Seré irónico ahora, pues de poco sirve ser serio: creo que es precisamente hoy cuando nos someten a lo que nos causa más terror, constantemente y sin fin. Orwell no vaticinó las dimensiones de esa habitación 101, no recuerdo una descripción muy concreta de metros cuadrados y demás. Sin duda esa habitación no existe, pero la realidad ha superado la ficción una vez más, pues sin duda no ha sido necesaria ninguna habitación concreta. Ese espacio de tortura es planetario, universal. Sólo ha sido necesario hacer llegar la televisión a cada casa, y dentro de cada casa poner una en cada cuarto. Todos vivimos en el espacio de tortura 101, un espacio ubicuo. ¡Cómo demonios no me había dado cuenta antes! Supongo que el sistema sabe perfectamente que en el interior de cada persona hay un “rebelado” y que por ello merece una tortura constante.

Vivir en 1984 no es nada agradable.

Gracias por escucharme.■

EGOCENTRISMO, MESIANISMO E IDEOLOGÍA

FUENTE ORIGINAL, AQUÍ

Caricatura de Mahoma realizada por Kurt Westergaard


Debate organizado por Foro Identidad y celebrado el 12 de febrero de 2011

TEMA DE DEBATE: EGOCENTRISMO, MESIANISMO E IDEOLOGÍA

HORA DE COMIENZO Y FINALIZACIÓN: 11:10 -13:15

ASISTENTES: DAORINO, DE LORENZO, TRIV, PABLO DE LA LINEA, JRAM, JCAB, JDIA, PRIET, DEL VALLE, MAGO MARQUEZ, GUAY

COMPILADOR: DAORINO


Si bien el debate tiene un título, no es éste siempre el que domina el debate. Y es que si en algo se caracterizan los debates de Foro Identidad es en la facilidad de los contertulios en derivar a asuntos que no se ciñen al tema a tratar. No ha sido menos esta vez.

El debate dio comienzo con la lectura de un texto de Daorino:
EGOCENTRISMO, MESIANISMO E IDEOLOGÍA
Por DAORINO

A muchos le sonaba cacofónico el título que da nombre al debate de hoy. Se impuso por mi empecinamiento. Bien han dicho que ha sido producto de mi capricho… y hasta cierto punto es verdad. Pero he aquí que voy a explicar todo, no para desmentir lo anterior, sino para dejar claro que mi capricho, mi empecinamiento, tienen una razón de ser, una lógica.

No podemos soslayar la relación existente entre egocentrismo e ideología. Pero tales conceptos se enriquecen si intercalamos entre ambos el concepto mesianismo. Es tal la relación con los otros dos conceptos que, bajo mi punto de vista, el no incluirlo sería una irresponsabilidad. El concepto mesianismo, que es el que causó tanta mueca de desdén, es el concepto clave del debate de hoy, o debe serlo, y quien no lo vea pues que escuche, pues dicho concepto es el que articula los otros dos, es el nexo, la definición de la mentalidad de muchos líderes habidos en la historia, como Stalin, por ejemplo.

El egocéntrico es una persona, que al contrario que el orgulloso, depende de los demás. El egocéntrico se nutre de los elogios y de las lisonjas de otros. No es dueño de sí, no es un ser seguro. El orgulloso, por otro lado, es una persona segura de sí misma, no necesita de los demás. El primero necesita el amor de los demás porque no sabe amarse a sí mismo, el segundo se ama a sí mismo. El primero es inseguro, se derrumba en cuanto las lisonjas se vuelven improperios. El segundo bien se mantiene impasible ante la lisonja o ante la injuria, porque al final lo que le importa es lo bien que él esté consigo mismo. El primero es lo contrario a lo soberano, lo segundo no es sólo un hombre soberano, sino también un hombre sano.

Pero bien, aquí no vamos a hablar del orgullo, o quizá sí, quién sabe. Vamos a hablar del egocéntrico, del que necesita de los demás. El egocéntrico es por necesidad una persona débil, como bien se ha dicho. Vilipendiará la fuerza y la belleza porque este ser lo que cultiva es el discurso. Halagará a otros para que le lisonjeen y le sigan, se ganará el favor de los demás con mil artimañas para que le sirvan o le adulen. El egocéntrico, para mantener todo esto desarrollará su inteligencia, transformará los conceptos, siempre irá a las presas débiles e inseguras, más débiles e inseguras que el propio egocéntrico.

Todo esto deriva al mesías, al mesianismo. El mesías es el superlativo del egocéntrico. Necesita estar rodeado de aduladores, de seguidores, necesita que montones de personas le escuchen y caigan cautivadas ante su voz y sus pies. El mesías tiene una cualidad, es una persona de voz. No cautiva con la belleza, ni con la fuerza, ni con acciones heroicas, sino con la palabra, con palabras que siempre se traducen en dos conceptos: la promesa y la esperanza. El mesías, persona come-cerebros, encantador de serpientes y pastor de rebaño, atrae a muchos porque necesita del amor de los demás. Todo el que no le ame es malvado. Y quien es mesías puede denominarse el egocéntrico triunfador. Triunfador porque no le siguen porque deban seguirle, sino porque ha convencido a muchos de que le sigan, porque se ha ganado con esmero un montón de voluntades para que le veneren. ¡El mesías es un líder para rendidos!

Y bien, el mesías, persona de voz, siempre está a un paso de crear una doctrina o de conformar una ideología, y si no de crearla, al menos de apoderarse de una base ideológica para conseguir sus fines. La derivada es sencilla, está en el título. Y claro, no podemos soslayar que en cierto modo el egocéntrico es también un orgulloso, pero un orgullo que no se basta a sí mismo. El amor propio es el que recibe de los demás. Es el amor que recibe de los demás el producto de su orgullo, no es él mismo producto de su propio amor.

Y claro, muchos me dirán que una persona orgullosa puede tener sus seguidores. Muy cierto. Pero de sus seguidores no querrá nada que no sea el valor de sus acciones. El orgulloso es más una persona de acción, en lugar de voz. Se ama a sí mismo más que nadie y si alguien le sigue no es porque el orgulloso lo pida, sino o bien porque el otro es su igual o un inferior, una persona débil de voluntad fracasada, una voluntad que necesita de un pastoreo. Si algo querrá un orgulloso es que todos sean orgullosos consigo mismos, es decir, que se valoren, que se quieran, que se quieran superar, que sean de acción, que sean personas que se demuestren cada día que pueden ser mejores.

En definitiva, si bien un mesías pedirá que le sigan, el orgulloso, hombre de voluntad, pedirá un compromiso, pero un compromiso por ellos mismos: es así como se forja un líder de verdad y se alcanzan las grandes gestas heroicas, no sacrificios de pena y dolor abnegado, que tanto daño han hecho a nuestra gran Europa, hundida en una moral de esclavos gracias a los egocéntricos y a los mesías.

Y esto es todo.
El texto, polémico, no dejó indiferente a nadie y fueron varias las reacciones. “Los nuevos mesías”, dice JRam, “son prefabricados”. Por otro lado, Juan Dianes afirma que “no hay que soslayar los fenómenos sociológicos y históricos que propician el auge de estas figuras”. Sin embargo, Del Valle, más duro, no se cortó al decir que en un mundo moderno no necesitamos líderes, que internet ha hecho posible ello (dicha idea se desarrollará posteriormente). El mismo contertulio califica el texto de Daorino como antiguo, como desfasado, como “arenga de sacerdote ateo republicano”. De Lorenzo reacciona diciéndole que su actitud es consecuencia de la mentalidad soft dominante hoy en día, es decir, de la inanición política. Defendiendo a Daorino, De Lorenzo es claro con Del Valle: “Tu sorpresa hacia un discurso clásico, de gran dureza y fuerza, es consecuencia del ambiente que respiramos en lo supuestamente político en este país, una política de figurantes que trabaja con discursos blandos. Los políticos no deciden, se ha generado un tipo de político que forma parte de un teatro y he aquí que te molesta un discurso que sí dice algo y no es neutro”.

Y se suceden las reacciones. Triv comenta que el texto de Daorino define al sujeto traumatizado. Posteriormente se expresa de la siguiente forma: “el individuo está diluido en un mundo de márquetin… En un mundo como el actual nunca hemos estado tan faltos de individualismo, no existe la individualidad, paradójicamente. No existen personalidades relevantes. Todo está homogeneizado. La sociedad en general está traumatizada porque ésta no necesita ideas, ni necesita pensar. ¿Quién hay en Europa que esté pensando? La sociedad está diluida en los placeres efímeros, la gente ha renunciado a tener ideas, a pensar. PUEDE SUCEDER TODO MENOS NADA BUENO. El hombre hoy no tiene valor, no tiene esa personalidad que requiere un hombre de verdad, no existe el hombre con principios. No hay individuos que destaquen. Existe una gran incertidumbre para el futuro”.

JDia también comenta el texto de Daorino, del que dice que “se definen dos tipos de mesianismo o de liderazgo, de orgulloso y de egocéntrico; se habla de una persona que consigue los objetivos de forma natural (líder por naturaleza) y de otro que consigue las cosas de forma artificial (líder mediante artimañas)”. Seguidamente hace referencia a la influencia de las tecnologías como internet, que pueden conseguir ciertas reivindicaciones y mayor cotas de movilización social. No obstante, reflexionando sobre lo enunciado por Triv, señala que con su proposición de un sujeto diluido tiene parte de razón “porque la capacidad de síntesis que tiene que tener una persona para discernir debe ser muy notable, y la gente ha perdido esa capacidad. Pero no estoy convencido de que las grandes individualidades hayan arrastrado a muchos seguidores tal como pensamos. Un Heidegger no arrastró tanto como se piensa, por ejemplo. Hoy puede haber individualidades encubiertas que dentro de unos años salgan a la luz”, concluye.

Del Valle afirma que la tecnología posibilita la acción. “La tecnología no soluciona el problema, pero en Egipto, por ejemplo, internet –con las redes sociales– ha posibilitado que surja la chispa. Si vamos hacia una sociedad plural es normal que los líderes fuertes desaparezcan”, sostiene Del Valle, que a continuación celebra “que la tecnología favorezca la buena anarquía, la libertad de que cada uno pueda ser lo que quiera” (sic). Ante este comentario De Lorenzo se extiende de esta forma: “sostener que las redes sociales van a ser el medio de revoluciones es poco serio. Parece que muchos se creen que nos podemos ahorrar el episodio revolucionario. Cuando en España se bajó el sueldo a los funcionarios el 5% se mandaron emails y hubo movilizaciones, pero no se consiguió nada; los únicos que consiguieron algo fueron los del metro de Madrid con una movilización que se calificó de salvaje por parte de los medios. De esa forma consiguieron que sólo les bajaran el sueldo un 1%. Ni red social ni nada, el trabajo revolucionario no se va a ahorrar por mucha tecnología que haya”.

Siguiendo el mismo hilo de De Lorenzo, JRam expone: “desde que apareció como fenómeno esto de internet siempre se ha hablado de la libertad que impone. Y a mí me ha parecido desde el principio… cuanto menos un dato ficticio. Hoy no llegan al 60% las personas conectadas a internet en España, e imagino que en Egipto serán menos. La revolución o lo que sea en Egipto o demás no tiene nada que ver con internet. En internet nos llegan con poco rigor las noticias, así como en las noticias televisadas. Es todo propaganda y teatro mezclado con sensacionalismo. Las revoluciones surgen por cosas reales, no gracias a internet o facilitadas por internet. En Túnez fue porque subieron a golpe y porrazo el precio de los productos básicos. Hay falta de rigor en las informaciones, no nos comunican realmente lo que está pasando, aunque podamos intuirlo entre líneas”. Triv prosigue redundando al respecto: “la tecnología está en manos de los grandes poderes. La tecnología no es trampolín para reincorporar a la sociedad en el devenir histórico. La masa es inoperante”.

Consecutivamente se habla de que los hermanos musulmanes de Egipto pueden estar detrás de lo que sucede en aquel país. Se dice que éstos no están deacuerdo con el turismo en Egipto a la vez que éstos son acusados de que no quieren potenciar el turismo como industria para el crecimiento económico. Es así cuando JRam vuelve a tomar la palabra: “si existen o no líderes no lo sabemos, no han querido presentárnoslos. El turismo no es desarrollo de nada. Si un país quiere desarrollar su economía en el turismo podemos decir que es pan para hoy y hambre para mañana. Estos países no tienen futuro. Un ejemplo de ello es Grecia y otro es España, que ya veremos en el futuro. El turismo no es desarrollo, en definitiva”.

Después de toda la retahíla anterior hace acto de presencia la voz de JCab, que se expresa de la siguiente forma: “hablando del mesianismo… además de prefabricado, es una imposición, fundado en el miedo y en los mártires. Jesucristo dijo que si te pegan una torta debes poner la otra mejilla. Pero luego vino la inquisición, de la misma ideología. Las revoluciones las crea EE.UU. Todavía le tengo miedo a Stalin. La democracia es otra imposición, por ahora yo sólo conozco dictaduras”. Dicha intervención escuece un poco, sobre todo por la ambigüedad de la exposición. La afirmación de que Jesucristo e Inquisición siguen la misma ideología generó alguna que otra mueca de desacuerdo, pero nadie quiso, supongo que para no derivar a materias que no tienen nada que ver con el debate, responder. Sin embargo, a continuación tomó la palabra JDia y en cierto modo responde a esa idea que vomitó JCab: “mi experiencia dice que lo fundamental es lo humano. Si no hubiera un descontento profundísimo en Egipto por la economía, los alimentos… no habría sucedido nada, haya redes sociales o no. Lo fundamental es lo humano, repito. El líder hay que verlo como un fenómeno sociopolítico producido por un caldo de cultivo concreto. Un líder debe tener un carisma, una capacidad de arrastre… No es un fenómeno que deba verse desde un polo. Una cosa son los líderes, avatares, religiosos carismáticos… y otra los seguidores que se aprovechan del legado y crean de ello su modo de vida, tergiversando todo para el poder, para la política y la buena vida”. Posteriormente afirma: “el poder en la sombra, la conspiración… los políticos que vemos reciben las tortas pero los líderes de verdad están en la retaguardia”.

Del Valle lee un pequeño texto, una reflexión que he podido transcribir tal cual se leyó: “los líderes, los mesías y los ideólogos están en decadencia. Lo que se pretende es el bien general, y esto sólo se consigue descabezando las revoluciones. Las redes sociales posibilitan las revoluciones descabezadas que permiten el bien común. El pesimismo político sólo genera vencidos a priori. Si no se da la inocencia revolucionaria lo que queda es el liderazgo mesiánico”. Seguidamente, Triv expone: “nunca ha habido una revolución que haya germinado de los más menesterosos. La revolución siempre ha emergido de la burguesía, media o alta. Las masas nunca han participado, y si lo han hecho ha sido sólo como carne de cañón. Es de lamentar mucho la domesticación de la racionalidad. Eso es aberrante. La razón está humillada”. Y ahora De Lorenzo toma la palabra: “hace unos años una luminaria de la antigüedad, Celso dijo: «hay una nueva raza de hombres, nacidos ayer, sin patria ni tradiciones…, coligados contra todas las instituciones…, perseguidos por la justicia… y que se glorían de la común execración». El mesianismo estaba ausente en el imperio romano. Pero se instaló. Los fenómenos mesiánicos son continuos. Ahora con internet han llegado una serie de gurús que dicen que Internet va a cambiar todo, una era propulsada por la tecnología que va a solucionar todos nuestros problemas. Esto surge a menudo”.

A continuación toma la palabra GuAy, quien habla de la ingenuidad democrática europea: “en España que se construyan tantas mezquitas como iglesias en los países de procedencia de los musulmanes”, dice. “En esos países se decomisan biblias para uso personal pero en Europa pulula el dinero saudí para construir mezquitas. Estamos viviendo en un mundo idílico que Occidente se ha construido para sí mismo y que es una gran mentira”. A esta intervención sigue la de JRam: “Occidente tiene ese egocentrismo tan brutal e irracional.... Occidente sostiene y tolera al saudí pero no a Venezuela y al gorila rojo. Hipocresía democrática, se toleran a unos sinvergüenzas y no a otros”. Vuelve a tomar la palabra GuAy: “los musulmanes de España son más fanáticos que los de Marruecos porque en Marruecos están controlados por sus líderes y aquí por el dinero Saudí”.

A continuación JDia Habla del egocentrismo de los europeos, incidiendo en la idea expuesta anteriormente por JRam. Manifiesta que se piensa que las potencias no occidentales no son responsables ni conscientes de sus acciones. “No es así”, nos dice JDia, a lo que De Lorenzo añade: “Por otro lado, me parece racista todo aquello que quita intencionalidad y responsabilidad a todos aquellos que no sean USA o Europa y el resto de occidente. Considerar que todo el mundo depende de occidente es racismo progre, los asiáticos y demás son inteligentes y tienen sus objetivos, no seamos incautos. No se puede situar en minoría de edad a todo lo que no sea occidente”. Y de nuevo JDia, quien añade: “el mesianismo musulmán en la imagen de Mahoma está muy fuerte, muy presente, no como el de Jesucristo. El fanatismo musulmán es el más fuerte sobre la tierra”, sentencia. De Valle dice al respecto que la última gran ideología mesiánica que ha surgido en la historia moderna es el islam y que ésta requiere una respuesta o tendrá vía libre para convertirse en la nueva ideología global.

A continuación Triv hace un discurso para cansados, reivindicando el pacifismo y el humanismo, además de lanzar una arenga contra el derecho de portar armas. Sostiene que las armas no hacen nada, que únicamente las palabras tienen la fuerza. Daorino, un tanto harto de estos desmanes sesentaiochoescos, se expresa de esta forma: “¡bah!, un principio de mesianismo es el que tenemos aquí, eres una persona de voz. El día que una palabra pueda parar una bala estaré deacuerdo contigo. Cuando el moro te venga con el machete a ver si puedes pararle con palabras”. De Lorenzo también siente la necesidad de responde a Triv: “la palabra es un arma, no caigamos en la candidez. Y no necesariamente un arma buena. Pero no seamos ingenuos, a veces es mejor llevar armas, la palabra no puede hacer todo. Parece que únicamente pueden llevar armas los criminales”. Y Triv sigue en sus trece: “Que el hombre sea malo es un fracaso del hombre. Llevar un arma es lo contrario de la palabra y de la cultura”. A lo que De Lorenzo reacciona: “este espíritu hippie que se ha apoderado del debate… (carcajadas por parte de los asistentes) Asociar la cultura con la ausencia de armas me parece estúpido. Para mantener una cultura son necesarias las armas y la palabra. Yo quiero ver a cualquiera de estos hombres pacíficos –De Lorenzo señaló a varios contertulios- después de nueve días de inanición, a ver si hay cultura o no y no se convierte todo en supervivencia. No vivimos en el mundo de Bambi. Las armas son condiciones para mantener una cultura. Grecia era una sociedad belicosa, asediada de enemigos por todos los lados, y sin embargo era una sociedad culta y elevada, donde se dio el pensamiento y de lo mejor de Europa”.■

COMENTARIOS CÉLEBRES:

TRIV: ¿Quién hay en Europa que esté pensando?

JCAB: Todavía le tengo miedo a Stalin.

TRIV: Es de lamentar mucho la domesticación de la racionalidad.

DAORINO: El día que una palabra pueda parar una bala estaré deacuerdo contigo. Cuando el moro te venga con el machete a ver si puedes pararle con palabras.

DE LORENZO: Las armas son condiciones para mantener una cultura.

DISCURSO PRONUNCIADO DURANTE LA PRESENTACIÓN DE LA REVISTA Nº5 DE FORO IDENTIDAD EL DÍA 12 DE MARZO DE 2011

Hola a todos, amigos de Foro Identidad.

Para mi es todo un placer dirigirme a todos un día como hoy, en el que debemos sentirnos –al menos aquellos a los que les sea lícito- orgullosos sin mesura por la nueva intromisión en esta deshumanizada sociedad de la revista Foro Identidad, que tanto esfuerzo ha supuesto a unos pocos, entregándose con inusitada generosidad, una generosidad que, siendo franco, no quiere decir con desinterés. En esta revista aparecen varios nombres pero en realidad el trabajo de la revista pertenece a los menos, y que nadie se incluya en los menos gratuitamente, los menos son un par, quizá tres, pero no más; y que nadie se ofenda, aquí se han ofrecido oportunidades para aportar y trabajar activamente en innumerables ocasiones durante mucho tiempo; y digo estas palabras sin acritud, pero la realidad es la realidad, y no consentiré que nadie se apodere de un trabajo que no ha hecho. En definitiva, que nadie espere que se le den las gracias ni que nadie se dé golpes de pecho presumiendo de un esfuerzo que no ha realizado, mi generosidad tiene límites: Foro Identidad es de los que trabajan, no de los que miran, asisten y hablan, sino de los que trabajan, lo mismo que ser un rebelde y un disidente no es venir a una tertulia, decir cuatro proclamas y luego vivir de lo que uno ha dicho sin acompañarlo del elemento volitivo, de lo que encauce a una lucha, que es lo que hace de la palabra un arma mortal: las ideas sin el puño no sirven. Y bien, escandalizaos si queréis, ¿pero os parece poca violencia los abusos que cometen contra nosotros diferentes organismos, ya sean gubernamentales, bancarios y un largo etcétera? ¿Por qué no yo, simple mortal, venerador de dioses, no he de usar una violencia y un abuso equiparables? ¡Estoy en mi derecho! ¿Por qué yo he de ser tildado peyorativamente como de alguien violento si simplemente soy aquel que se defiende, un lobo que se revuelve en el cepo? ¡Aquel que se proclama como democrático no tiene superioridad sobre nada ni nadie! Y sin duda lleve las de perder, pero al menos mi conciencia y mi cuerpo no se sumirán en el conformismo, en la desidia, en el golpe de pecho y en palabras que como mucho harán eco. Vale la pena luchar, vale la pena plantar batalla.

El mundo se construye con trabajo, compromiso y esfuerzo, las grandes acciones se llevan a cabo con esos simples conceptos, que vuelvo a repetir para que mellen en todos los aquí presentes: trabajo, compromiso y esfuerzo. El trabajo es nuestro mayor activo, el trabajo es nuestro capital, ni el dinero ni nada pueden superar lo que es fruto de nosotros mismos o de un grupo humano. Foro Identidad y sus logros, y concretamente la revista, tampoco se libran de los conceptos ya repetidos varias veces.

Y bien, hablaré de la revista. Han pasado más de dos años desde la edición durante el verano de 2008 del número anterior. Demasiado tiempo. No voy a poner excusas baratas, hay que tener la madurez suficiente para afrontar lo que ha pasado. En el interior de la revista podréis vislumbrar lo acontecido, o al menos imaginarlo. El título de 6 años de pensamiento, que hace referencia a una serie de debates celebrados entre julio y septiembre de 2009, y que supusieron una autocrítica y heterocrítica atroces, crudas y fuertes, os darán buena cuenta de los obstáculos y dificultades que ha tenido que sortear y superar la asociación hasta la relativa estabilidad que vivimos hoy.

Es una edición estéticamente sencilla. No he querido darle demasiado colorido, pues al final lo que importa es el fondo; y por qué no decirlo, alcanzar la excelencia y la sencillez a la vez no es cosa fácil: el equipo que me ha acompañado a lo largo de todo el trabajo y yo lo hemos intentado. No obstante, la calidad de los contenidos, es decir, de las ideas, mantienen el mismo nivel que en ediciones anteriores, incluso puede que la calidad se haya superado.

Haciendo gala de sencillez, la portada muestra pocos elementos, aunque muy elocuentes. La frase de Cioran, que reluce como una pálida luz sobre el nombre de la publicación, «No es humilde aquel que se odia», no está por estar, no ha sido producto de mis famosos caprichos. Es una llamada de atención, una bronca que he querido poner como si nada. Un tanto asqueado ando ante tanto humilde, ante tanto bonachón, ante tanta gacelita... ¡¡Hipócritas todos!!, la humildad que destilan muchos no es más que una muestra del ego más sórdido, no es una auténtica humildad, es decir, la de aquel que se conoce a sí mismo sin sobrevalorarse o infravalorarse. Porque aquel que se odia se tiene sin duda más en cuenta que aquel que se ama y sobre todo siente algo más fuerte que el amor, algo que arde con el humo más negro: al menos el odio tiene una ventaja respecto al amor, ¡te hace más fuerte, uno siempre puede defender lo que ama si el odio sentido hacia la amenaza es equiparable o superior! Pero bien, no seamos odiadores, yo no soy partidario de ello, yo soy más bien partidario del desprecio y del orgullo.

El que se odia es porque no asume lo que es, el que se ama es posible que se ame por desconocimiento. Así que la humildad es egocentrismo, algo de lo que sobra en muchos de este foro: el orgulloso al menos va de frente y no necesita dar pena ni vivir de la lástima de los demás; pues ese es el humilde al que se refiere Cioran, una persona que se infravalora para sacar de los demás mimitos, para vivir de la pena, para vivir de los goces del apesadumbramiento. Por lo tanto, si queremos ser humildes empecemos a amarnos mesuradamente y no a odiarnos, sino a conocer nuestras debilidades; empecemos a saber lo que somos y no a construirnos un nosotros. Uno no es lo que quiere, si no lo que es. Y ese “lo que es” es muy difícil de descubrir. Considero pernicioso esos eslóganes tipo “hazte a ti mismo”, creados por el mercado para que la gente sea una marioneta de roles, un “va de esto”, un “va de lo otro”: uno realmente crea algo cuando realmente sabe lo que es, de dónde viene, qué suelo pisa y qué sangre bombea su corazón, lo demás es desarraigo, mundialismo y decadencia. Y llegado aquí, quien no me entienda, pues que lea.

En la portada sobresale la presencia de un aguerrido guerrero espartano. Representa el espíritu de este foro, combativo y resistente. Representa también el compromiso y la lucha por el compromiso adoptado. El compromiso de Foro Identidad es social, también para con las ideas y el librepensamiento, pero quiero destacar lo de social. En este foro nunca nos hemos conformado con discusiones meramente filosóficas, siempre hemos querido o pretendido dar a la palabra cierto aire de peligrosidad, de arma. Quien se adentre en las páginas de la revista podrá comprobarlo.

Esta publicación también es muestra de que Foro Identidad no se vende a nadie ni sirve a nadie. Las cosas se dicen sin menoscabo a la libertad de expresión y con los menos tapujos posibles. Criticamos sin mordazas y nos criticamos como aquel que se aprieta la soga al cuello, pero no tenemos miedo, ¡NO! Es por ello que no sorprendan expresiones como las que dentro de esta revista podrán leerse, dichas con claridad prodigiosa, con la tranquilidad que da decir algo que puede demostrarse y que afirma uno de los principios adoptados por este Foro: parresia; entendida como libertad de palabra en su sentido más radical. Un ejemplo de esas expresiones a las que aludo es la siguiente, escrita por S.: “Culturalmente hablando, la población algecireña sólo puede ser denominada chusma” . Pero estense tranquilos, no sólo la población algecireña, la mediocridad no es un invento de los de aquí, por lo que no se feliciten. La mediocridad es algo tan extendido que aun me sorprende que digan que mi generación es la mejor formada de la historia de este país. ¿Formada en qué?, me pregunto.

En el interior de la revista podréis encontrar también un recorrido de lo que supuso 2009 en debates. Recuerdo como muy constructivos el ciclo de debates sobre Los grandes pensadores, que supusieron cuatro sesiones entre marzo y abril, hace ya dos años, y que bien podrían haber sido tema central de este número de la revista. También me doy cuenta del afán de Foro Identidad de ser foco de crítica social inexorable, debates como el celebrado el 30 de mayo de 2009, “Jürgen Habermas: dinero poder y patologías sociales”, o los celebrados el 3 y el 24 de octubre del mismo año sobre los totalitarismos dan cuenta de ello.

Un trabajo duro el de 2009: recogida de resúmenes, testimonios de calidad. Si no hubiera sido por la pertinaz voluntad de dejar un registro de las sesiones es posible que Foro Identidad deviniera como no existente, como el viento, según otros. En Foro Identidad, tres, los que hemos afrontado el trabajo de hacer los registros de las sesiones, nos resistimos a ser como el viento, no queremos pasar sin pena ni gloria, queremos ser algo serio, algo constructivo y que deje un legado. A quien no entienda este esfuerzo le regalo todo mi desprecio.

En la sección Tempestad de ideas podréis encontrar varios artículos de diferentes autores, a los cuales me enorgullece nombrar: DTriv, De Lorenzo, Triv, JDia, S. y yo mismo. En todos esos artículos se ahondan en las ideas, profundizando sin miedo y con la personalidad filosófica que caracteriza a la asociación Foro Identidad.

Y para concluir, he de mencionar el mensaje de la contraportada. En ella se vuelve a evidenciar nuestro compromiso social, una seña de identidad irrenunciable. “LOS CAMPOGIBRALTAREÑOS TENEMOS DERECHO A RESPIRAR AIRE LIMPIO”. Quien no entienda proclama tan literal creo que merece vivir en una chimenea de CEPSA. Así que Foro Identidad hace campaña con la salida de la revista, la hace sencilla y esta vez BIEN, sin que acabe en la papelera o en un contenedor de basuras o en los oídos sordos de una sociedad aplacada por la desidia y el individualismo total, es decir, una no-sociedad devenida sin remedio hacia el suicidio.

Sin más, gracias por escucharme.■



DANIEL ARAGÓN ORTIZ,
secretario de Foro Identidad
y director de la revista



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Más detalles de la jornada celebrada el 12 de marzo: AQUÍ

F O R φ ι D E N T I D Λ D - Debate celebrado el sábado, 12 de junio de 2010


MEMORIA HISTÓRICA
Segunda República
(1931-2010)
Fuente original



RESUMEN:


ASISTENTES AL DEBATE Y OTROS DATOS

Debate organizado por Foro Identidad y celebrado el 12 de junio de 2010.

Asistentes:
Carlos P, Daorino, De Lorenzo, TRIV, GuAy, JRam, JuCab, JDia, JuVac, Mago M, Pablo de La Línea.

Autor de esta síntesis:
De Lorenzo

Duración: 11:00-13:45 horas


Comienza el debate de Foro Identidad con la lectura de sendos textos relacionados con el asunto de discusión. Ambos son creaciones originales de dos miembros de Foro Identidad. Esta asociación ofrece la posibilidad a sus miembros, y a los asistentes habituales a sus debates, de leer un escrito propio o de otro, siempre y cuando esté relacionado con el asunto a tratar y cuya declamación no exceda de diez minutos.

El primero de los textos se llama “Cuestión de rigor y método”. Supone un breve ensayo de carácter metodológico que a nadie deja indiferente. Aquí se habla, entre otras cosas, de la importancia del lenguaje como mediador entre la realidad y la comprensión de la misma por nosotros y de la necesidad de tener siempre presente este factor a la hora de acercarnos a la realidad.

El segundo es un escrito que el autor del mismo califica como conciliador. Se titula “Segunda República… ¡presente!” y la idea principal que transmite es la necesidad de abandonar viejas discusiones acerca de viejos asuntos (Segunda República, Guerra Civil y Franquismo) y de centrarse en los problemas de hoy día. También se desvela en este escrito el motivo del título del debate de hoy: Segunda República (1931-2010); y es que en el discurso público de más de un líder político parece que la Segunda República siguiera presente. Tras su lectura se abre una polémica acerca del carácter conciliador o no del mismo y con esto da comienzo el debate propiamente dicho.

Un contertulio manifiesta su conformidad con todo lo expresado en el segundo texto. Atribuye el origen de la Guerra Civil a la proclamación, en la calle, de la Segunda República el 14 de abril de 1931. Comenta igualmente la influencia soviética en el origen de semejante régimen. Afirma que los españoles fueron ingenuos al dar carta blanca a unos políticos de los que no se sabía el camino que iban a tomar. De esta manera, según este análisis, sin república no habría habido ni guerra ni dictadura. Propone avanzar hacia una democracia al estilo de Estados Unidos, es decir, presidencialista y con una efectiva separación de poderes y cerrar el capítulo de la Guerra Civil cuanto antes. Finaliza esta interesante intervención con una inquietante advertencia: hoy soportamos una constitución con un sistema autonómico que es un tremendo error y que puede conducirnos a un enfrentamiento entre los distintos territorios de España.

Esta intervención genera la réplica de otras tres. La primera insiste en la necesidad de tener presente la historia, sobre todo la más reciente, al objeto de que no se repita. También duda este participante de la existencia real de la izquierda y la derecha. La segunda, crítica con el segundo texto y con la primera intervención suscitada por éste, propugna la necesidad de estudiar el período histórico con desapasionamiento. A la vez que se discute la realidad del dato aportado de que la Segunda República se proclamó en la calle, se señala a la Iglesia Católica como grupo que se opuso abiertamente a este régimen desde el primer momento, aliándose con los sectores económicos más reaccionarios. También discute que la Segunda República surgiese bajo la influencia soviética; sí aparece, dice, como reacción a la Restauración, que mantenía al pueblo en el analfabetismo y en la necesidad. Concluye con la afirmación de que existía una estrategia programada de generar terror por parte de los militares sublevados en 1936. La tercera sostiene que si el asunto estuviera bien explicado no habría tanta pasión. Y así introduce como elementos explicativos de algunos hechos la importancia del analfabetismo y lo manipulables que eran las masas por parte de los políticos. Éstos insertaron en las clases populares la idea de que había que arrasar con todo aquello que no fuera ellos mismos.

Otro participante hace aquí una inflexión, que califica de psicológica. Manifiesta que todas las posturas expuestas tienen su parte de razón para añadir que, al igual que a una persona que en su desarrollo está demasiado preocupada por su pasado le ocurre que no tiene alegría para construir su futuro, a un pueblo le puede ocurrir lo mismo.

A continuación, un contertulio reivindica al historiador Stanley Payne. Añade que al hablar de este tema hay que considerar que la Segunda República perdió la guerra pero ganó la batalla de la propaganda. Replicando a una opinión anterior, afirma que la población española del momento no era tan ignorante como se ha dicho. Además, continua, el país se había desarrollado, como consecuencia de su neutralidad en la Primera Guerra Mundial y el comercio con las potencias beligerantes. Termina con la afirmación de que los defectos de la constitución republicana sumados a la falta de capacidad de reacción de los dirigentes republicanos fueron los responsables de la Guerra Civil.

Otro participante realiza una breve intervención que abunda en la línea del anterior. Insiste éste en el error por parte de las autoridades republicanas, influidas por la opinión de Largo Caballero, de armar a las masas, de la constitución de las milicias populares. Hizo que la inseguridad fuera absoluta. Añade que convertir a toda esa gente en gente maravillosa es el truco de la memoria histórica.

A continuación un contertulio destaca que hablar de todo esto provoca catarsis. También que tal hablar ha parado, se ha dejado pendiente y hay que continuar con ello. Esta opinión es contestada por otro. Éste afirma que no ha tenido lugar tal catarsis y que en su lugar solo se ha hecho una historia muy concreta, la de los vencedores.

Un tertuliano que no había intervenido hasta el momento marca aquí otro punto de inflexión. Señala éste el carácter de oportunismo político que ha tenido, de hecho, todo este asunto de la memoria histórica. Aprovechando cierto ambiente cultural favorable propiciado por la producción cinematográfica española y apelando al resentimiento y a los bajos instintos de las masas, ciertos marxistas, por tanto tributarios de la forma más lograda de sadismo político, imbuidos de su proverbial hipertrofia de legitimidad han colocado la memoria histórica en el centro del discurso político. También incide este contertulio en el exacerbado legalismo de los memorialistas a la hora de exigir condenas del golpe de estado militar de 1936, que contrasta con su olvido del intento de subversión del orden republicano en 1934, protagonizado precisamente por el PSOE. Tal legalismo, insiste, no existe en política, como se ha visto en el proceso de aprobación del Tratado de Lisboa, en el que Irlanda se ha visto obligada a repetir su voto negativo y convertirlo en positivo, tal y como dictaba el poder real y nada democrático que impera en la Unión Europea.

A continuación, otro participante, a partir de un análisis fisonómico de algunos de los tertulianos lanza una interesante hipótesis. La gente de izquierda es especialista en establecer una dictadura mental y en calificar negativamente cualquier idea que no vaya en su línea, se afirma. Se basa para esto, entre otras cosas, en la observación de los rostros de algunos participantes y en las miradas que lanzan a otros contertulios ante intervenciones con las que no parecen coincidir. Insiste en el resentimiento natural de la izquierda, un indicio de lo cual ve en el hecho de que la Ley de Memoria Histórica fuera aprobada un 20 de noviembre (de 2002).

Otro tertuliano complementa esta observación con otra: la gente de izquierda es muy habilidosa y, con el vocablo memoria histórica, ha ligado la memoria, que es ante todo un proceso psicológico, con la historia, que remite a un análisis documentado. Son, por tanto, dos cosas muy distintas.

Tras esta afirmación, otro participante advierte a los presentes acerca de la actitud de confiar demasiado en las ideologías y en los políticos profesionales al uso en estos tiempos. Pues, se dice, que tal y como sostenía Maquiavelo, predomina lo malo, en los políticos y en la gente. Los políticos y los grupos de presión, distintos intereses económicos y sociales minoritarios, son los que controlan el poder y terminan decidiendo. Hay que tener mucho cuidado con cierta tendencia a creer en la buena voluntad de determinadas ideologías y políticos. Un ejemplo de lo que se dice sería la existencia en España, territorio relativamente pequeño y homogéneo, de 17 autonomías. ¿Para qué sirven? Sobre todo, se añade, para alimentar las ansias partitocráticas de puestos públicos, en los que los pésimos de cada sitio medran sin trabajar. Ante esto, otro contertulio propone, para prevenir precisamente estas amenazas, hablar, a partir de ahora, en nuestro debate, en términos científico-racionales.

Frases célebres:
- De Lorenzo: el marxismo constituye la forma más lograda de sadismo político.
- Daorino: mirando vuestras caras puedo ver el resentimiento propio de la gente de izquierda.

F O R φ ι D E N T I D Λ D - Debate celebrado el sábado, 29 de mayo de 2010


MEMORIA HISTÓRICA
¿Es la historia una falsificación?



RESUMEN:

Como viene siendo habitual, comienza el debate de Foro Identidad con la presentación de los textos seleccionados para el mismo. Uno de ellos consiste en una entrevista a Pierre Nora. El introductor comenta que éste es un historiador judeofrancés, creador y director de la revista Le Débat, perteneciente a la tercera generación de la Escuela de los Annales, la más importante escuela historiográfica de Francia y, posiblemente, de Europa. Es, igualmente, el cogenerador de la corriente historiográfica Nouevelle Histoire, una historia de las mentalidades, entendidas como representaciones colectivas y estructuras mentales de las sociedades. En lo que respecta al tema de debate de hoy, es el teorizador primigenio del concepto de memoria histórica. Lo ha hecho sobre todo mediante su obra en tres volúmenes Les lieux de Mémoire, dónde plantea una geografía sentimental de la nación francesa. Aquí transmite la historia de una nación a través del presente, rompiendo así con el hábito cronológico habitual. A continuación, pasa a leerse un fragmento de la entrevista valorado como altamente significativo para tratar el problema que nos ocupa:

«Memoria e historia funcionan en dos registros radicalmente diferentes, aun cuando es evidente que ambas tienen relaciones estrechas y que la historia se apoya, nace, de la memoria. La memoria es el recuerdo de un pasado vivido o imaginado. Por esa razón, la memoria siempre es portada por grupos de seres vivos que experimentaron los hechos o creen haberlo hecho. La memoria, por naturaleza, es afectiva, emotiva, abierta a todas las transformaciones, inconsciente de sus sucesivas transformaciones, vulnerable a toda manipulación, susceptible de permanecer latente durante largos períodos y de bruscos despertares. La memoria es siempre un fenómeno colectivo, aunque sea psicológicamente vivida como individual. Por el contrario, la historia es una construcción siempre problemática e incompleta de aquello que ha dejado de existir, pero que dejó rastros. A partir de esos rastros, controlados, entrecruzados, comparados, el historiador trata de reconstituir lo que pudo pasar y, sobre todo, integrar esos hechos en un conjunto explicativo. La memoria depende en gran parte de lo mágico y sólo acepta las informaciones que le convienen. La historia, por el contrario, es una operación puramente intelectual, laica, que exige un análisis y un discurso críticos. La historia permanece; la memoria va demasiado rápido. La historia reúne; la memoria divide».

Esta lectura suscita la primera intervención. Un contertulio sostiene que Pierre Nora hace de la historia algo demasiado ideal, cuando realmente la historia se alimenta de la memoria. La historia es tan falsificable como la memoria. Precisamente, por ser científica, puede estar adulterada. La memoria, subjetivamente, puede ser verdad y somos subjetividad, mejor o peor constituida, concluye.

Otro tertuliano precisa que la memoria es una fuente que el historiador no puede desdeñar. La historia se basa en el acontecimiento y la memoria es un acontecimiento. Complementando esto, un tercero añade que memoria e historia se retroalimentan. La historia se basa en textos escritos y eso es memoria. La historia consiste en enfatizar en los hechos que nos interesan y no es hasta el siglo XIX cuando la historia deja de ser el mero elogio del gobernante.

Dentro de este cúmulo de rápidas reacciones que ha generado la lectura de aquel fragmento, un cuarto contertulio, respondiendo a estos puntos de vista, llama la atención hacia el hecho de que la historia establece filtros para las fuentes, al objeto de garantizar su autenticidad como fuente y su fiabilidad, referida esta última al autor de la fuente. También señala que este camino que ha tomado el debate nos lleva directamente a una discusión acerca del método histórico. Y que, desde este momento, es conveniente establecer una clara dicotomía entre la historia como tal, destinada a eruditos y gente más o menos culta, y la creencia popular acerca del pasado, que hoy es elaborada por el cine, por libros de carácter no histórico (científicamente hablando) y por otros elementos de similar calidad histórica ínfima.

En un sentido más general, otro participante sostiene que la historia es puramente documentación de hechos. Añade que esto no lo puede hacer una sola persona sino que debe ser producto de varias corrientes historiográficas. La historia es algo muy distinto de la memoria histórica y hacer pasar a la segunda por la primera es un fraude. La memoria histórica la hacen determinadas personas, bandos o partidos y con una vocación claramente instrumental. Prosigue con la denuncia de la llamada ley de la memoria histórica en España, que tiene, según él, mucho de revancha y de intencionalidad política. Concluye con la afirmación de que la historia nunca podrá ser una ciencia, al ser descripción de hechos vividos, a la cual se transmite la propia estructura mental. Vemos como en el debate se distinguen tempranamente dos grupos: el de aquellos que consideran absolutamente incompatibles, en lo referente al conocimiento, historia y memoria histórica, y que se decantan por la historia como único camino verídico de conocer el pasado, y el de aquellos otros que ven cierta complementariedad entre ambas e incluso cierta preeminencia analítica de la memoria histórica sobre la historia.

Esta intervención es rápidamente respondida por otro tertuliano. Considera éste que la memoria histórica es una memoria social. Sostiene además que no existe revanchismo alguno en el caso expuesto. Afirma, por último, que la memoria histórica, al ser individual y subjetiva, podría ser positiva para el hombre, al no ser tan pesimista como la historia.

Esta respuesta es seguida por una réplica por parte del contertulio aludido. Un fenómeno humano visto a distancia no parece ser el mismo fenómeno, manifiesta. Si queremos exigir objetividad histórica no podemos atender a la memoria histórica de sus diferentes protagonistas. La historia debe ser hecha por profesionales, señala, para concluir que lo fundamental es separar memoria histórica de historia.

En este momento se produce la aportación de un participante recién llegado de un viaje a Alemania. Impregnado aún de sus recientes experiencias, afirma que memoria histórica es una expresión que ha triunfado, pero básicamente en España. En Alemania no se habla de memoria histórica, es algo por lo que la gente no tiene el más mínimo interés. Concluye denunciando que en España existe una manipulación de la memoria histórica.

A continuación, otro tertuliano considera pertinente introducir en el debate un texto del filósofo francés Alain de Benoist, correspondiente a su obra Comunismo y nazismo. 25 reflexiones sobre el totalitarismo en el siglo XX (1917-1989). Por su interés extremo es reproducido aquí:

«La comprensión del pasado no puede efectuarse desde el horizonte del juicio moral. En el terreno de la historia, la moral se condena a la impotencia, porque se basa en la indignación –definida por Aristóteles como una forma no viciosa de envidia–, una indignación que, al proceder mediante el descrédito, impide el análisis de lo que desacredita. La descalificación por razones de orden moral –escribe Clément Rosset– permite evitar todo esfuerzo de la inteligencia para entender el objeto descalificado, de forma que un juicio moral traduce siempre un rechazo de analizar e incluso un rechazo de pensar».

Frente a lo que se sostiene en el texto, un participante afirma que el historiador debe valorar todas las versiones existentes del acontecimiento y que la historia oficial, realmente, no recoge las historias de sus protagonistas. Concluye con la aseveración, a modo de ejemplo, de que en España falta condenar el golpe de Estado contra la República en 1936.

Como viene siendo frecuente en este debate, tal afirmación encuentra pronta respuesta. Se sostiene ahora, por parte de otro contertulio, que el golpe de Estado de 1936 fue un golpe contra un desorden constitucional. Insiste en que la historia no puede ser una memoria, y que se necesita acreditar aquello que se dice.

Otro participante tercia ahora en esta discusión. Incide en el hecho de que la memoria, en sí misma y abarcando también ámbitos no históricos o políticos, es engañosa. También señala que la memoria histórica se ha utilizado por una parte del poder político para la lucha política. Respondiendo al contertulio viajero, observa que Alemania es un caso particular de negación de la historia y de falsificación de la misma por parte de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, con sus instrumentos de represión militar e ideológica.

El viajero añade que es complicado comprender cómo aún no se ha llegado a entender bien la historia de España, particularmente lo relacionado con la Segunda República y la Guerra Civil. Recomienda leer la obra La Guerra Civil Española, de Hugh Thomas.

Un crítico de la memoria histórica vuelve a la carga. La historia no puede ser descrita por ninguno de los bandos, que aportan su propio interés y su ideología, falsificando así la historia. Añade la interesante reflexión de que los cuadros de los partidos políticos de izquierda son, en general, incultos. Ignoran la historia y sólo les interesa la ideología y la toma del poder. Señala, por último, como Levi-Strauss sostiene que la historia debe ser interdisciplinar y basada en documentos, modo de garantizar su rigor y veracidad.

Termina el debate con una intervención en la que se plantea el problema de la historia entendida como elemento de poder. Observa este contertulio como la historiografía marxista hace esto con buena conciencia, fruto sin duda del sentimiento de legitimidad hipertrofiado que acusan los marxistas y, en general, toda la izquierda. Sentimiento de legitimidad absolutamente injustificado, añade. Se señalan en la cuestión que nos ocupa dos problemas. Uno el de utilizar la memoria histórica como sustituto de la historia, pero haciéndola pasar por historia y con una intencionalidad de lucha política. Otro utilizar los medios de comunicación de masas para difundir una historia falsificada pero que, gracias al carácter precisamente masivo de estos medios, a su capacidad de difusión, termina por imponerse como verdad, al menos para el pueblo.

Autor de esta síntesis: De Lorenzo

DEMOCRACIA Y PLUTOCRACIA

¿La voluntad popular contra el dinero?
Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,
celebrado el 17 de abril de 2010
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Comienza el debate con una introducción en la que se comentan los textos propuestos para el debate que se encuentran en nuestra página web. En uno de ellos se relata un caso en el que los sindicatos UGT y CCOO aceptan dinero procedente de Citibank como “pago” por unas negociaciones llegadas a cabo entre la empresa y estos sindicatos, lo que supone un claro ejemplo de relaciones plutocráticas. Posteriormente, se hace referencia a un vídeo donde sale a relucir la incultura de los jóvenes españoles actuales; por último, se refiere un texto donde se informa sobre las donaciones del multimillonario Billy Gates, que tienen como beneficiarios desde lobbies abortistas a gays. Seguidamente se da paso a otro asistente al debate, Daniel Aragón Ortiz, quien hace lectura de un texto que también sirve para prologar el debate. El texto es el que sigue:

«Bienvenidos amigos de Foro Identidad a esta nueva tertulia. El tema de hoy es un tema más complejo de lo que parece. Podemos correr el error de posicionarnos entre la democracia y la plutocracia, pero para ello primero hay que saber qué es cada cosa; pero aún así, ¿posicionarse? Si nos posicionamos en el debate se pierde toda la objetividad. Hay que mantener siempre una postura crítica, y sea la crítica nuestra labor, nuestra labor constructiva. Pero bien sé y sabemos que posicionarse es algo inevitable, por lo que es lícito y cada cual decida qué defender o no defender o… ser neutral.

El tema que vamos a tratar hoy es "DEMOCRACIA Y PLUTOCRACIA" bajo el subtítulo "¿La voluntad popular contra el dinero?". El título y subtítulo no son nada caprichosos. La relación democracia y voluntad popular contra dinero y plutocracia me parecen dos emparejamientos lógicos. Dichos emparejamientos son antagónicos, son, por decirlo de alguna forma, irreconciliables.

Pero ¿qué es la democracia? Etimológicamente puede traducirse como "el poder del pueblo"; y ésta ha derivado a muchas formas, como a socialdemocracia o democracia popular, que es la forma en que se denominan los propios gobiernos de Cuba o China, por ejemplo, los representantes del "socialismo real"; cuando digo "real" no me refiero al "socialismo teórico", sino al que existe en la vida regida por los hombres.

Por otro lado, tenemos el término "plutocracia", ¿qué es la plutocracia? Pues bien, se trata de una forma de gobierno en la que el poder lo ostentan aquellos hombres cuyo poder se mide mediante el dinero o capital. Es, en definitiva, el dinero en el poder.

Definidos los dos términos, es justo preguntarse: ¿vivimos en una democracia o en una plutocracia? ¿es nuestra democracia una plutocracia? También echo a la palestra las siguientes cuestiones: ¿tiene la sociedad mayoría de edad suficiente para afrontar las obligaciones, deberes y derechos que implica una democracia? Y cómo no: ¿vivimos en democracia o es, como dijo uno de los amigos de Foro Identidad hace dos semanas una "democracia hipnótica", un espejismo? Y para concluir. ¿qué sentido tiene la democracia en un país donde no hay solidaridad social, donde solamente se vota lo que interesa -que no es siempre lo que más conviene- y no lo que se debería votar, donde el voto no viene condicionado por el deber y saber obrar, sino por intereses dinerarios? ¿no está nuestra sociedad chantajeada a base de dinero, no es nuestra sociedad en cierta medida igual de corrupta que la clase política aunque sea bajo el ejercicio de connivencia? Nuestra democracia es una democracia del mercado, es decir, lo voy a aclarar, no digo que seamos una democracia de mercado o una democracia con mercado sino una democracia propiedad del mercado, de los capitales, de los plutócratas, de las élites financieras, bursátiles, bancarias… ¿qué sentido tiene entonces la democracia?

Muchos creen que haber llegado a la democracia es una cima, no hay nada mejor después de ella. Esto ha labrado un conformismo ideológico, el exceso de comida y entretenimientos han hecho el resto. Todo eso unido a una enseñanza mediocre donde no salen hombre formados sino niños aún más niños hace que una democracia y su sociedad soberana pierdan la soberanía primero, pero posteriormente se desvalorice, pierda validez y soltura; pero sobretodo capacidad para elegir, capacidad para decidir, capacidad para hacer uso del ejercicio democrático, una responsabilidad que le queda demasiado grande a la mayoría de la sociedad. Una sociedad de analfabetos que saben leer y escribir -séame lícita la ironía-, una sociedad donde la única espiritualidad la encuentran en los programas del corazón y la prensa rosa, no puede ser, amén de muchos gobernantes y algún florero como nuestro príncipe, la sociedad más y mejor formada de la historia de este país. La formación no se rige a base de títulos académicos, eso es lo que menos valor tiene, la formación de una persona debe ser ante todo ética y moral, literaria, científica y filosófica, pero no exclusivamente académica. Quizá piensen que digo una incongruencia, es cierto que en los medios académicos se dan esas materias, pero se hace de forma fría, porque lo primero que hay que hacer es educar en valores, enseñar el valor de la cultura, del aprender, de la familia, de la patria, de la raza y de todo aquello que hay que defender. El mundo académico fabrica personas tituladas para servir al y en el mercado, pero de la voluntad de una persona depende ser culta y responsable.

Y ya he concluido, que comience el debate».

A continuación uno de los presentes manifiesta que ciertamente la ignorancia es un peligro para la democracia, pero que "la democracia es tan buena, que todos pueden y deben formar parte de ella; no se debe excluir a los ignorantes, son ciudadanos como todos los demás y tienen derecho a tomar decisiones". A esto le responden que no se trata de ignorancia en lo académico, sino de madurez democrática, e insiste en que la democracia le queda a la mayoría demasiado grande.

Se habla de la democracia como si ésta fuera sinónima de libertad, comentario que es inmediatamente atacado por otro contertulio al decir que no tiene nada que ver la libertad con la democracia: "Se cae en el error de relacionar democracia con el sufragio universal y la libertad, y a su vez en relacionar el sufragio universal con la libertad; la libertad es otra cosa", concluye. Se habla de la democracia popular y de la democracia capitalista, se hablan de los logros de Cuba y su revolución (que aún continúa) en la cultura y la medicina. Se sostiene que en Cuba hay democracia, que incluso existe mayor nivel democrático que en los países occidentales. Se habla de una sociedad más culta y se plantea: ¿son ellos manipulados, siendo la población más formada? Otros dicen que "señalar que en Cuba hay un sistema más democrático que en Occidente es una auténtica impostura. Al menos aquí existe el sufragio universal y cierta libertad de expresión hasta que eres incómodo para el sistema", se comenta; el mismo contertulio prosigue: "Y si bien pensamos, o mejor dicho, pienso que la democracia occidental es una farsa porque las decisiones populares están condicionadas por una ley electoral injusta y la manipulación de los medios de comunicación gracias en gran medida a una conciencia social ridícula, acomodada, acrítica y pobre, no va a ser mejor en las democracias populares de China o Cuba o en la añorada, por muchos, Unión Soviética, sistemas donde solamente existe o existía un partido y donde las decisiones se toman y se tomaban internamente con apariencia de democracia (gracias al sistema asambleario) pero donde existe y existía el miedo a la crítica, a la deportación, al encarcelamiento, etc. Ambos sistemas son igual de no democráticos, palabra (democracia) que se usa para parecer simpático. Ambos modos de entender la democracia son idénticamente falsos en definitiva, sólo se diferencian en la sutileza y en la brusquedad, pues en ninguna se puede ser crítico o hablar libremente", remata.

Seguidamente, uno de los tertulianos opina que la línea de debate anterior es buena, que efectivamente existe la posibilidad de intelectuales y gente formada manipulada. Otro manifiesta que realmente la gente sabe lo que le interesa y que se puede confiar en su criterio. Pero un tercero señala que "si la gente supiera lo que le interesa no se endeudaría tanto, no viviría más allá de sus posibilidades. Que gente así gobernara en el país garantizaría el déficit presupuestario. La ignorancia es un lastre para cualquier sistema de gobierno democrático. Pero no es lo mismo estar formado que ser culto y responsable". A continuación viene la siguiente exposición: "La opinión pública está mediatizada y por lo tanto está controlada por los medios de comunicación y los plutócratas. Y se manipula tanto en las democracias liberales como en las democracias de partido único"; a esto, otro de los presentes añade: "Tal como vivimos la democracia en Occidente podemos afirmar que es una auténtica decepción de la sociedad civilizada. Que en la cultura occidental haya incultura es un fracaso. La democracia está secuestrada por los partidos, que obedecen a los plutócratas, ¡además de que el bipartidismo no es bueno para la democracia! El fútbol, lo más banal de mundo… la gente sólo habla de fútbol y no habla de más nada, por ejemplo". Siguiendo el mismo hilo de los anteriores contertulios, otro despliega las siguientes reflexiones: "La democracia tiene el tufillo de la libertad pero sin embargo no se puede tener una concepción u opinión crítica. La gente no tiene conciencia de lo que debe o no votar. Sólo se opina de lo que se dice en los medios, la gente no va más allá. La democracia debe ser cultura, fluidez y civilización. Además, la sociedad está perdida, hasta los sindicatos están al servicio de los partidos y los plutócratas desde hace lustros. La democracia aún no la hemos alcanzado. Pensemos que estamos en la Alta Edad Media. Seguimos creyendo en los ricos (y en ser rico), en la Iglesia, en los reyes, etc. La democracia es una aspiración. La democracia no está consolidada".

A continuación se habla sobre la presión social de la incultura y del borreguismo. Se comenta que existe cierta filosofía muy dañina, la de "como todo el mundo lo hace yo lo hago". Eso es muestra de indecisión, de falta de personalidad y debilidad. Al hilo de esto se expresa: "La relación entre ignorancia y formación de opinión pública es evidente. Basta decir una cosa cien veces para que todo el mundo se lo crea. No hay verdadera opinión pública, no hay ni siquiera opinión. Además, la partitocracia dominada por la plutocracia no ayuda a la democracia. Y abundando en lo anterior decir que con el hombre se puede hacer lo que se quiera, es un ser muy plástico y manipulable". Posteriormente este mismo contertulio hace una comparación entre sus amigos de 16 años tiempo atrás con los actuales jóvenes de 16 años y denota que hay un retroceso considerable. La ignorancia es supina y los entretenimientos no ayudan a aglutinar a las personas, a crear un grupo, a hacer de la sociedad algo fuerte y consolidado. Posteriormente, y rompiendo un poco las líneas de debate anteriores pero sin salirse del tema, se plantea lo siguiente: "¿Cómo es posible que mi opinión valga lo mismo que la de alguien que me mira con mala cara por decir alguna palabra que no entiende pero que es muy sencilla?, ¿cómo va a valer lo mismo mi voto crítico y meditado que el de aquel que vota aquello o aquello otro porque todo el mundo lo vota?".

A continuación se arrojó una interesante reflexión: "La cultura abunda en los problemas pero no aporta soluciones, en realidad nos da igual la justicia". Se refiere a la inacción de la crítica, no es solamente la crítica lo que cambia las cosas, sino la voluntad de querer cambiar las cosas, es decir, poner en práctica la crítica en la realidad. El mismo contertulio expone: "Estamos dándole vueltas a la ignorancia, pero la desinformación puede ser igual de dañina que la ignorancia y he ahí quizá el motivo por el que personas tan formadas vivan tan enajenadas", finiquita. Otro prosigue con otra reflexión: "La clase política no está interesada en que la cultura llegue a todo el mundo. Por ejemplo, la vida sexual la está dirigiendo el Estado y le está sirviendo para manipular a la gente, especialmente a los más jóvenes. Si añadimos eso a una familia atomizada y a una enseñanza que no se preocupa en educar…". Siguiendo con la crítica al Estado, otro de los presentes añade: "El estado ha sido bueno, rápido y eficaz ayudando a los bancos pero, ¿por qué debemos pagar los ciudadanos los problemas de entidades privadas que se lucran de mí? En definitiva, no puede ser que el Estado solucione con el dinero de los ciudadanos los problemas de organismos privados. La plutocracia se aprovecha de los medios públicos, y así nos va". Otro continúa: "El Estado se mete en la sexualidad para controlar a las masas, nunca ha habido tanta pornografía como hasta ahora. Antes la gente estaba politizada para bien o para mal, pero hoy todo el mundo está pensando en el sexo y de esa forma se elimina o merma la conciencia política o crítica".

A continuación se comenta que los partidos políticos son los que interpretan la democracia y que todo el mundo quiere entrar en la vida democrática para asegurarse el futuro (infinidad de cargos públicos). También se glosa que "en las sociedades occidentales solamente vota poco más de 50% o 60% de la población con derecho a voto y, sin embargo, se presume de democracia; si hubiera un pueblo realmente soberano se haría caso a esa verdadera mayoría que es la que no vota y que quizá sea o la más crítica (parte de ella) o la más dejada, despreocupada y carente de conciencia o valores (otra parte de ella). La manipulación de los partidos políticos y la corrupción no han contribuido tampoco a mejorar la imagen de la democracia. Y por otro lado, se habla de la democracia como si fuera un sistema político, cuando no es así, la democracia es un planteamiento social donde se pueden desenvolver las diferentes ideologías, es decir, aquello que realmente aporta un sistema político diferente. Pero es que para colmo, la homogeneidad entre los partidos no contribuye a la pluralidad y a la vida democrática, siendo al fin al cabo las democracias de occidente democracias de partido único disimulado con muchas caras diferentes y que además sirven a la misma plutocracia".

Anteriormente se dijo que no debería gobernar cualquiera, que no debería votar cualquiera. Ante esta problemática se plantea lo siguiente: "Es el entendido el que debe estar al frente de lo que realmente entiende. El zapatero a sus zapatos, el político a la política, pero no el zapatero a la política. El pueblo soberano debería votar a los expertos que deben elegir a los entendidos en la política". ¿Pero quiénes son los entendidos en política?, se pregunta, ¿cómo se sabe eso?. "La política no es algo específico, la política son sentimientos, valores, carisma… no se puede tecnocratizar", comenta uno de los habidos.

Siguiendo con el cuestionamiento de la democracia, se lanza la siguiente pregunta retórica a la cancha dialéctica: "¿Cómo se puede decir que se cree en la democracia habiendo una ley electoral que no garantiza ni siquiera esa máxima tan falsa y extendida de que «un ciudadano un voto»?" Y continúa: "Todos vemos en el congreso cómo por ejemplo Izquierda Unida con poco más de un millón de votos tiene menos representación en el congreso que cualquier partido nacionalista catalán con menos de la mitad de votos".

Abundando en la introducción de información sexual en la escuela como modo de manipulación y en la ignorancia se aporta lo siguiente al debate: "La ignorancia sexual da lugar a muchos abusos, por lo que la educación sexual que se promueve tampoco debería ser tan negativa, lo cual no quiere decir que defienda cómo se enfoca dicha educación en este momento; pero la ignorancia en la sexualidad es muy dañina, de eso no cabe duda. El sexo no puede ser un tabú siempre". A esto se añade que "por mucha formación que haya no va a dejar de haber abusos". Un tercero agrega: "El hombre como ser sexuado que es debe plantearse en la educación, pero de forma antropológica, donde se incluya el amor, la maternidad, la familia, etc.". Un cuarto contertulio expone con cierta ironía: "Me parece muy triste que tengan que enseñarte en el colegio a masturbarte, ¿llevamos cientos de generaciones y resulta que es ahora cuando hay problemas sexuales?".

Para salir del idealismo en el que está sumido el debate, según uno de los presentes, éste expone una reflexión en términos de Carl Schmidt: "Lo característico de la política es la polémica, la lucha. Es un careo entre facciones. La enseñanza es un campo de batalla entre esas facciones"; ensalza así el concepto de lucha. Seguido a lo anterior, otro miembro del foro dice: "La clase política y los medios tergiversan el sentido común, el sentido sano del mundo y de las cosas. Hay una falta de sensibilidad crítica que es de temer, como ya se ha dicho a lo largo del debate. Hoy no valen los valores, sino las sensaciones. La sociedad se está enfermando, la ética y la moral decaen, y de eso tienen la culpa los que mandan, la clase política, los plutócratas, los medios, etc. Los valores deben estar por encima de todo, de todo beneficio, de todo el dinero... Lo importante es vivir bien, no poder comprar mucho. El mundo está éticamente en ruinas. Reducir la sexualidad a un mecanismo, a algo mecánico, es una barbaridad. El sexo debe madurar, pero debe madurar tanto de abajo como de arriba (tanto desde la cabeza como desde los genitales). Me parece una indecencia que se meta en el colegio la sexualidad de una forma tan explícita, vana y… banal", concluye, haciendo un juego de palabras.

Casi llegados al final del debate se hace una intervención digna de mención: "A cada uno le interesa su desarrollo propio y no la política. La gente quiere simplemente medios para que se cumpla su propio desarrollo. No hay cultura de pueblo, de país, etc., no interesa, ya no. La política la dirige una plutocracia, eso está claro. Los políticos y los banqueros sólo quieren su beneficio y nada más que piensan en cómo sacarle a los demás lo que puedan".

El debate concluye con la apocalíptica visión de que "la juventud no es garante de nada, pues no tiene nada que decir".■

LA CULPA EN LA MORAL Y EN LA ÉTICA

 Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,
celebrado el 6 de marzo de 2009

Como es habitual se hace una introducción donde se comentan los textos seleccionados. Se habla del primero de ellos, un texto ya habitual en Foro Identidad, «Culpa», «mala conciencia» y similares, el segundo tratado de La Genealogía de la Moral, obra celebérrima del imprescindible Nietzsche. Se dice de él que es una explicación del origen de la culpa (esta a su vez originaria de la mala conciencia), que nace de las deudas y del pago que implica para el acreedor la satisfacción que supone el ver a alguien sufrir físicamente por una deuda impagada. Cuando este proceso se interioriza y se aplica contra uno mismo, surgiría la culpa. El segundo es ligeramente comentado, del que únicamente se dice que habla sobre el complejo de culpabilidad bajo una perspectiva más psicológica que filosófica. Finalmente, se trata del tercer enlace, que no es un texto en sí, sino un video que versa acerca de la culpabilidad intrínseca en la religión, pero que hace hincapié en la católica.


Una primera intervención desarrolla la idea de que la culpa surge de la propia inferioridad del hombre, de un sentimiento de insignificancia. Un hombre siente culpa porque no se valora. Le sigue otra intervención que comenta que no podemos hablar de culpa desde nuestro punto de vista exclusivamente; en un mundo globalizado existen varias versiones de la culpa: «la culpa no es la misma en las diferentes culturas», sentencia. De esta forma se saca a colación la religión budista, a la que se califica como una “religión de la materia, de la naturaleza”. «Si en la religión judeocristiana la culpabilidad nace desde el propio nacimiento (pecado original) por aquello que hizo la primera pareja de la humanidad, Adán y Eva, y desde entonces la culpa se transmite de generación tras generación, en el budismo el sentimiento de culpa surge por la propia existencia, pues estas culturas piensan que vivir es estar por encima de la nada, de lo absoluto, por ello renuncian a una vida cómoda y se sumergen en una vida ascética, humilde, y de sufrimiento. Por eso quieren llegar al nirvana, a la destrucción del propio yo, por eso quieren fundirse en la nada. En definitiva, si en el judeocristianismo la culpa surge del pecado, en el budismo surge de la propia existencia».


Otro contertulio aventura que las diversas concepciones de la culpa sirven para dominar, de hecho no ha sido casualidad que las religiones siempre se aproximen, o incluso constituyan, el propio poder. En el budismo bien podría servir esa noción de la culpa como modelo para amansar a un ser humano, para anularlo en sus pretensiones, para atomizarlo. En el judeocristianismo sirve para la humillación y para la renuncia de sí mismo porque se piensa que se le debe algo a alguien. «Sentir culpabilidad es sentir que tienes que pagar una deuda», se dice. Otro habla que la culpa, como originaria de la deuda, es casi en la moral y en la ética lo mismo que en lo financiero, la banca y la usura.


Posteriormente se estudia la diferencia existente entre una moral y una ética basada en la culpa y otra fundamentada en la vergüenza. En la Europa pagana no existía la culpa judeocristiana como regulador del comportamiento social, pero sí un concepto de vergüenza, ya que en dicha cultura cultivaban el honor y la reputación. En una cultura donde la vergüenza reina como concepto ético y moral los hombres tendencialmente intentan ser cada vez mejores, quieren sentirse orgullosos de sí mismos y que los demás les vean como ejemplos a seguir; sin embargo, una cultura basada en la culpa, como la que instaura el judeocristianismo, implica un permanente estado de minoría de edad. Una cultura basada en la vergüenza necesita una sociedad fuerte, en la que referenciar la propia conducta. En la actualidad, en nuestro ámbito europeo, a pesar de que el tejido social se está descomponiendo, asistimos aún a una convivencia de ambas morales y éticas. «En las culturas romana y griega los hombres eran más libres porque dependían de su voluntad», añade otro, zanjando el debate.■