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¿DÓNDE ESTÁN LOS NACIONAL REVOLUCIONARIOS?

Este texto no va dirigido a esos otros
que van de revolucionarios y de rebeldes.


Bien, a vosotros que vais de revolucionaros, respondedme a ¿qué es ser un revolucionario?: ¿Un fetiche? ¿Una moda? ¿Una promesa de futuro que os embarga mientras tanto de esperanza en que llegará algún día una revolución? ¿Vuestro rol? ¿Una tribu urbana? ¿Un estado de ánimo que os hace sentir guays? ¿Hacerle la pelota al sistema? ¿Ser, aunque parezca contradictorio, el sistema, una expresión más del sistema? ¿Ser groseros, desagradables, malhablados? ¿Tener mil tatuajes y ser sólo un tatuado? ¿Presumir y ser un mero adorador de Hitler y de Mussolini cual adolescente que se toca viendo el poster de la última ramera que sale en una revista porno? ¿Ser un nostálgico de los años veinte, treinta y cuarenta del siglo pasado? ¿Ser un tío de izquierdas con la bandera española alzada? ¡Decidme qué es ser tal cosa sin que me haga reír!

La nueva revolución, si ha de venir, la harán hombres y mujeres dispuestos a perderlo todo por nada... o por todo. Y es muy probable que a ella se unan hombres y mujeres que no tengan nada que perder. La harán hombres dispuestos a tomar decisiones valientes y a veces dolorosas, hombres decididos a conseguir aquello por lo que luchan sin piedad, con constancia y tesón. La nueva revolución, si ha de venir, la harán hombres nobles, hombres leales, hombres obedientes a su voluntad, hombres radicales que no dejen lugar a la duda y a sus posibilidades, hombres transparentes, pero sobre todo hombres honrados, hombres incorruptibles, hombres que sean una superación de sí mismos en cada momento, hombres que sepan ser compañeros, hombres que sepan de la unidad y conozcan al enemigo, y una vez conocido éste sepan tratarlo como se merece.

Y entre los nacionalistas, dispuestos a tales sacrificios... ¿dónde? Por lo que afirmo que los revolucionarios no existen y que el futuro se muestra en el mismo plano de existencia revolucionaria, al menos para nosotros (yo y mis iguales), que poco podemos hacer... que vivimos como si no existiéramos. Pocos en número, es escasa la fuerza; escasa la fuerza, es imposible cualquier pretensión. En el futuro atomizado, en el futuro desnacionalizado, ¡nuestro presente!, hemos los individuos vivir lo más consecuentemente con nosotros mismos. La revolución consistirá en resistir a cada golpe que recibamos del sistema, permanecer puros en lo único que nos puede pertenecer: ser nosotros mismos. Quizá gota a gota pueda llenarse un vaso... y ese quizá deja a la vista que también soy un hombre con esperanza, muy a mi pesar, muy a mi pesar...

Y es muy posible que muchos esperen a que se les quite todo para ser revolucionarios de verdad, es decir, de acción. Muchos se harán revolucionarios una vez no tengan nada. Si son necesarios tiempos de escasez, si son necesarios más tiempos malos hasta la maldad para que la gente despierte, que así sea. Y bien, ya peco de esperanza de nuevo, pues pensar en un despertar revolucionario es mucho esperar de algo que no tiene su origen en nuestra propia voluntad, un hombre solo.

Ser nacional revolucionario no es ninguna etiqueta, no es una marca que deba vivir con uno siempre, es algo circunstancial. El final de esa circunstancia será consecuencia del triunfo de la revolución.

EL YO-YO-YO Y LA NEGACIÓN DE UNO MISMO

a Pablo de la Línea, un abuelo fuerte

Tengo una especie de amigo llamado Pablo de la Línea que siempre nos tacha de yoístas durante algún instante de las sesiones de Foro Identidad. Sus a veces delirantes intervenciones siempre se topan con la siguiente expresión, pues su discurso es un bucle, un bucle que se dispara de sesión de debate en sesión de debate: "Siempre estáis con el yo-yo-yo", nos dice. Y en cierta manera tiene razón, siempre estamos con el yo, con nuestro yo y yo y yo. Y yo me pregunto, ¿con quién quiere que estemos?, ¿es que acaso podemos dejar de estar con nosotros mismos?, ¿acaso quiere que seamos ajenos a nosotros mismos, que no reivindiquemos ni proclamemos nuestra propia declaración de identidad: yo soy yo?, ¿le molesta que algunos sean ellos mismos?

Pero bien, tal proclamación la puede decir quien esté bien seguro de que él es él. Veo a mucha gente no queriendo ser ella misma, lo cual quiere decir que sin duda se conoce bastante bien, lo bastante bien como para no desear ni juntarse consigo misma, es decir, existe quien se considera una mala compañía para sí misma hasta el punto de querer ser otra persona: tal cosa roza lo delirante. Pero también veo a muchos que andan deambulando en sus trincheras mentales, buscándose el yo, como si eso fuera algo que se pudiera buscar; quieren descubrir su verdadero yo, ¡madre mía!, como si tal sujeto se sintiera una copia barata de algo o un vaso vacío desprovisto de néctar, como un zombi, y quizá lo sea por su rechazo de sí mismo, por la negación de su propia realidad y querer ser otro: aquello que busca incesantemente tu yo es tu yo, ¡hippie! Tanta filosofía barata y de logse ha conseguido que los filósofos actuales sean vanguardistas en la búsqueda de lo inútil, o de lo que no hay que buscar, pues lo tienen delante de sus narices. Los aires de humo de la marihuana de los sesenta aún pesan en muchos trasnochados de hoy; esa generación ha convertido nuestro mundo en algo tan banal como el arte moderno. Somos la expresión más deprimente de la historia de la humanidad (humanidad entendida en su multiplicidad, no como algo que incumba a todos los seres con forma humana del planeta de la misma manera), hemos pasado de la areté griega a la degeneración profunda del discurso; de la expresión bella del arte a la concepción y transformación de lo deforme y de lo horrible en belleza, hemos pasado del conócete a ti mismo, un conócete a ti mismo que parte de la propia afirmación del sujeto (por lo que no hay que buscarlo, sino conocerlo), es decir del yo, de lo que se es, a niégate a ti mismo, preocupándote sólo de lo ajeno, de ser o abocarse a lo otro, en la abnegación más estúpida. Decirme, hombres de la modernidad, ¿por qué no defendéis lo propio?, ¿tanto os odiáis?, ¿¡tanto odiáis al que no desea ser un necesitado, un piadoso, un hombre penoso!?

Es el orgullo la mayor afirmación de uno mismo. Y recordaré lo que es el orgullo (en mi mundo semántico), sobre todo a aquellos que odian el amor a sí mismos: "reconocerse en su justa medida (siendo la justa medida una simple valoración racional pues todo se muestra de forma radical) pues si orgullo es amor propio, ¡qué mal se quiere aquel que se sobrevalora o se infravalora"; y a esto añado que el orgullo es la afirmación constante de uno mismo.

¡Allá vosotros, negadores, hijos del "último hombre"!■

EL RACISMO Y LA INTOLERANCIA DEL MARXISMO CULTURAL (2/2)

CONTRA EL RACISMO Y LA MORAL DE LOS PROGRES

Son tiempos difíciles,
pero paradójicamente divertidos.

Todo el mundo habla de razas excepto cuando no quiere que le llamen racista. Hay que mantenerse firme y hablar de razas, incluso cuando moleste. Es más, las razas existen siempre y cuando nadie defienda la suya (siendo blanco), porque entonces te salen con miles de artimañas argumentativas para escudarse o defenderse de lo que consideran un ataque racista verbal. Si un negro defiende su raza todo aquel que no ponga buena cara se verá envuelto en un auténtico ambiente de exclusión, pues negarle la identidad a ese negro sería un acto de racismo. Y es que a todas horas se habla de razas para diferenciar al negro, al chino, etc. (paradojas de la vida cotidiana), sin embargo al blanco le dicen que las razas no existen. Dicho todo esto hay que destacar que la psicología del marxista cultura es altamente contradictoria, refutándose ellos mismos, siendo muy complicado hacer una crítica global a este tipo de sacerdote que va del dogmatismo al relativismo, de un argumento a su contradicción, con suma facilidad.

En este nuevo mundo de lo cultural, "donde sólo existe lo cultural para hacer una valoración de la realidad, de la sociedad...", que nada tiene que ver con lo biológico -según los marxistas culturales- no sólo no tiene valor el sexo, sino tampoco la raza. Es decir, el marxista cultural, en su nuevo dualismo, lamenta que lo biológico sea una imposición, algo 'inmodificable', pero a la vez celebra que dicha realidad para nada afecte al ser social (algo muy cristiano, por otro lado, ¡ese odio al cuerpo!, a lo físico, a lo natural... ¡pero el marxista cultural a la vez te emputece... para joder el cuerpo!); por lo cual, y partiendo de que todos son iguales, se trate de mujeres y de hombres, de chinos, de negros, de indios o de blancos, el marxista cultural nos quiere convertir en seres sin biología o ajenos a ella donde el determinismo biológico no tenga sus efectos "en la teoría", y sólo en la teoría, pues la realidad se muestra exquisitamente evidente, afortunadamente evidente, totalmente irrefutable. Entonces, para los marxistas culturales, un negro y un blanco no son un negro y un blanco, sino dos "personas iguales", dos personas culturalmente diferentes (por imposición) que deberán evolucionar hacia la cultura global que constituirá el "Hombre Nuevo". Y la cosa no acaba ahí, son meras personas culturales con (pero sin) sexo, con (pero sin) raza, con (pero sin) nada, SÓLO CON ROLES OPCIONALES. Para estos el roll de madre puede hacerlo un hombre, así que ¿nos convencerán de que podemos hacer el rol de negro, es decir, ser étnicamente negros? ¿Convencerán a los negros de que podrán ser étnicamente blancos y componer obras como las de Mozart y menos hip hop? Por lo tanto, si la sexualidad es inmodificable pero la feminidad y la masculinidad son opcionales, imposiciones sociales, ¿nos convencerán de que la raza es inmodificable (siempre que no la nieguen de primeras) pero que la etnia es una imposición social que surge por unas diferenciaciones artificiales generadas por grupos de hombres y no por la biología? ¿Diferencias que surgen de la irracionalidad de un grupo de personas que no han sabido ver lo iguales que son a cualquier homínido?

La raza es un concepto biológico y como tal es desechable, no interesa, no importa... al ingeniero social; al corruptor moderno sólo le interesa cargarse lo biológico, pues este no debe jugar un papel en lo cultural ni en la propia vida. Debemos mantenernos firmes y reafirmar nuestra esencia natural, porque si no viviremos en un mundo fantasmagórico, hecho sólo de ideas, de razón "sin sentidos", con razón procesada con el cerebro y no sentida desde el mundo. El marxista cultural va en contra de la vida, pues no es un hombre de este mundo, de lo real, sino de otra parte, del mundo de las ideas.

Y ahora pasemos a analizar tres esquemas que explican todo esto.


El primero de los esquemas es el de "sexo y género", que ya conocemos por una publicación anterior en este blog:


Para el análisis de los siguientes esquemas he hecho una serie de cambios en el anterior para explicar dos posibles mentalidades que puede tener el marxista cultural, pues marxistas culturales hay de tantos tipos como matices pueden ellos mismos darle a sus ideas. Pero hablamos siempre de matices rocambolescos, con apariencia de verosimilitud, que surgen más de la fantasía de la razón, que de la propia realidad. El progre es el único capaz de sostener a la vez que todos somos iguales. que a la vez diferentes, que las razas no existen y que existe la raza humana, lo cual le convierte en una alimaña bastante compleja.

El esquema número dos establece la lógica menos paranoica del marxismo cultural, ya que relativiza la raza sin negar su evidencia. En este esquema el hombre es tratado como un ser social, como he repetido hasta el hartazgo, dándole al papel biológico una importancia insignificante, como si lo biológico no determinara ciertas actitudes, como si lo biológico no determinara la inteligencia, la fuerza, ¡la cultura!, etc., como si lo biológico simplemente diera lugar a variantes de fenotipo, siendo lo de dentro "lo mismo" (esto no lo dice el esquema pero se deduce ateniéndonos a la lógica del primero de los esquemas). Lo que importa es la persona, y la persona no es un concepto biológico, sino moral. El hombre es persona, puede serlo, pero ante todo es hombre (género HOMO), es decir, 'animal'. ¡Qué manía en aislar al hombre del reino animal!

Obviamente, lo biológico no determina la cultura de forma absoluta, pues el medio es un factor de influencia importante.

He de señalar que el tipo de marxista cultural especificado en el esquema número dos también puede aseverar, al no ser un negacionista de la raza, que la única raza existente es la humana, cambiando el lado izquierdo del esquema:

RAZA
ES BIOLÓGICO
SE TRANSMITE GENÉTICAMENTE
NO ESTABLECE NINGUNA DIFERENCIA REAL
ENTRE GRUPOS HUMANOS
NO ES EL ORIGEN DE LA DIFERENCIA
ES INMODIFICABLE

El esquema número tres es más delirante, y es a su vez el más extendido, pudiéndose resumir en una sentencia: las razas no existen. Bajo esta lógica el hombre no tiene una dimensión biológica, siendo el único ser sobre la tierra que no la tiene. Quien sostiene tamaña estupidez sólo basa sus conjeturas en un absoluto: el hombre es un ser determinado socialmente, es un ser moral. Para este un negro puede ser étnicamente un latino o un nórdico. 'Qué más da si lo que determinará tu etnia será si te adaptas o no a un tipo de determinación social', piensa este tipo de marxista cultural. La etnia es, de esta forma, y como lo son lo femenino y lo masculino, un rol social. Mañana podremos ser esquimales si queremos, o de los Bakongo. En el mundo globalizado todo será posible y cada uno no será lo que es, que es lo que debemos descubrir, sino lo que quiera ser. Y aquí podríamos derivar hacia el problema filosófico de la libertad... ese otro dogma marxista cultural cuando tal concepto es tratado con esa ideología que sólo lleva a una parte: al desarraigo.■


Vídeos sobre RACISMO LEGAL:
- Un racismo legal - Del silencio mediático a la manipulación periodística
- Racismo Anti Blanco Agresion por parte de 5 moros de mierda en un cercanias de Madrid

Enlaces:
- Artículos publicados en El Mundo de Daorino con etiqueta "Sobre las Razas"
- Artículos publicados en El Mundo de Daorino con etiqueta "Marxismo Cultural"

EL RACISMO Y LA INTOLERANCIA DEL MARXISMO CULTURAL (1/2)

CONTRA EL RACISMO Y LA MORAL DE LOS PROGRES

El progre es el único capaz de sostener a la vez que todos somos iguales, que a la vez diferentes, que las razas no existen y que las razas deben de mezclarse (mestizaje). Luego nos hablan de "raza humana", raza humana en lugar de especie humana, lo cual nos desvela en toda su miseria a este ser tan exento, tan ayuno, tan abstinente de cultura y, a la vez, tan sabelotodo y tan alimaña.

Si en el mundo hay racistas, son aquellos que quieren reducir todo a lo mismo. Si hay odio hacia lo diferente, existe precisamente en aquellos que quieren reducir todo a lo mismo. Si no les molestara la diversidad no se empeñarían tanto en la igualdad. Así que racistas e intolerantes, odiadores e inversores del orden natural, esos son los marxistas culturales, los nuevos sacerdotes, los nuevos oradores que levantan su voz en variopintos púlpitos con esa nueva moral de esclavos que caracteriza a nuestra modernidad. Hombres que son capaces de decir una cosa e inmediatamente después la contraria y salir airosos, hombres que a cada momento dicen una cosa distinta, aunque siempre dirigidas hacia un mismo fin. Alcemos el martillo alegremente, y peguemos fuerte, ¡Nietzsche no ha muerto!

Pero también hay algunos rapados, muchos 'fachas' y muchos casposos que no han superado la derecha y la izquierda, viviendo enfrascados en esquemas de división política del pasado, autoproclamándose herederos de la pestilencia derechista; hablamos de escoria que se llama identitaria sin saber lo que ello conlleva, siendo la justificación del progre para joder a todo un movimiento, un movimiento identitario de verdad, que quiere desprenderse del lastre que supone todo lo anterior. Esa escoria blanca se autoproclama racista, piensa con el odio, siendo tan imbéciles como los progres, pues ellos también quieren reducir todo a lo mismo, sólo que a su propia raza. Yo quiero diversidad, pues así mido mi propia superioridad. Lo débil, lo inferior, existe para engrandecernos. Por supuesto, mi diversidad no es la de todos juntos, sino la de cada uno en su sitio.

Al progre, en realidad, lo que le molesta de estos falsos identitarios y de los identitarios auténticos, no es que odien  (pues ellos también odian, aunque no lo sepan) o que no odien racialmente respectivamente, sino que no se odien a sí mismos, que no se sientan culpables por ser lo que son, o que no se den cuenta de que las razas no existen, que existe sólo la humana y por lo tanto no sean racistas contra los "inhumanos". Y así es, les molesta que no se hayan enterado de que las razas no existen, pues todo proviene "de las diferencias provocadas por las tensiones entre las diferentes etnias, restándole valor al componente biológico y real de la raza". Y entiéndase etnia como un concepto que para nada tiene que ver con su origen etimológico, sino, en este contexto, bajo los parámetros del marxista cultural, como algo que únicamente se ciñe a lo cultural.

Por supuesto, existe un racismo identitario, que yo defiendo, y que explico en este artículo:


En un sentido identitario, racismo adquiere su significado etimológico y real, alejado de toda emoción de odio. Ser racista en sentido identitario no es odiar, sino apreciar la diversidad, poner en 'valor' la raza, ese inmutable sello identitario.

No obstante, la paradoja está en que son los progres los abanderados del antirracismo. 


Esa canción va dirigida a y en contra de (tácitamente) los blancos, mezclándose la endofobia por parte de unos españolitos traidores y el odio de unos inmigrantes ascendidos a "personas que nos dan lecciones de moral". Pero no han condenado públicamente canciones como las que podréis ver más abajo, no han generado un revuelo espantoso, ni ocupado cientos de minutos en telediarios y programas televisivos. Estas canciones, al parecer, no incitan al odio, ni a la violencia, pues están echas por los "oprimidos". Existe pues un racismo legal, un racismo en sentido progre además, pues se basa en el odio, un odio que siempre niegan: el que existe de "otros" hacia los blancos.




Un negro puede azotarte, un chino puede mearse encima de ti, un ecuatoriano puede pegarte con un palo, todo el que viene de fuera puede joderte porque ellos son los superiores moralmente (eso se creen y a eso los han encumbrado). Eso no es racismo al parecer, pues se considera que el racismo es sólo una actitud del hombre blanco (las razas no existen, pero bien que diferencian al blanco de los demás). Cuando el que no es blanco actúa de forma racista no se le considera, entonces, racista, sino una VÍCTIMA. Se le disculpa, se le justifica, se dice que ha sido provocado por las diferencias sociales, porque vive en un ambiente de exclusión, etc. La culpa es siempre nuestra. Hoy debemos luchar contra el racismo legalizado contra nosotros los blancos, y también contra la endofobia de miles de traidores, a quienes deseo que prueben en toda su plenitud, contra la pared y con los pantalones bajados, toda su multiculturalidad. ¿Se dirán a sí mismos, contra la pared, mientras son sodomizados por un nigeriano de dos metros, que lo que les pasa es culpa suya y que lo que hace falta es más integración? Porque ellos siempre salen con eso, parece ser que la fórmula "más integración" es la panacea... la solución de todos los problemas, cuando no significa otra cosa que dejar entrar a más inmigrantes y convertir a los autóctonos en ciudadanos de segunda.■

ANTE EL V ANIVERSARIO

A todos los que seguís este blog

El 4 de septiembre de 2006 se publicó la primera entrada de El Mundo de Daorino. Entonces tenía 25 años y este blog tenía una presentación, un enfoque y un estilo diferentes. Creo que puedo decir, sin que se considere presunción, que mis enfoques se han ampliado, e irán ampliándose, que mi estilo se ha depurado muchísimo, y espero ser capaz de seguir depurándolo, y el diseño del blog, que ha pasado por diversas fases, ha llegado hasta un punto del que me siento muy satisfecho, por estilo, simetría y belleza.

En un principio quería que fuera un blog filosófico, cinéfilo, literario –sobre todo literario- y de reflexión en general. Supongo que no ha perdido esa esencia, a pesar de que no hablo sobre películas o libros tan a menudo, por no decir que ya no trato esos temas. Sin más, me he centrado en lo filosófico y en lo político. Además, poco a poco, me he ido centrando en la reivindicación, en la reivindicación política por un lado y en la reivindicación filosófica y guerrera, que en mí, creo, van de la mano, por otro. ¿Qué sentido tiene la lucha sin una base en ideas, pensamientos, ética, etc.? No quiero ser una mera bestia autómata. Bestia, sí, pero con una cosmovisión, con unas metas, con unos ideales y unos valores.

En ese sentido, en el de los ideales y en el de los valores, he cambiado mucho. He cambiado sobremanera. Bien saben todos, porque yo lo dije, y mejor decirlo yo a que se enteren por otros que quisieran joderme –pues yo doy la cara y me expongo a tal cosa–, que yo fui comunista, que estuve afiliado al PCE, etc. Desde que renuncié a dichos ideales, que considero erróneos, hace muchísimos años… pero, no lo olvidemos, como librepensador debo decirlo, en gente noble esos ideales surgen de la necesidad de crear un mundo mejor, más justo y libre, NO TODOS NACEN Y CRECEN CONOCIENDO LA HISTORIA NO OFICIAL, NO TODOS CRECEN SABIENDO QUE ESTÁN ENGAÑADOS, LA MAYORÍA CRECE SÓLO VIVIENDO LA IDEOLOGÍA MODERNA QUE NOS VENDEN, ASUMIÉNDOLA SIN ESPÍRITU CRÍTICO E INMERSO EN LA MAYOR DE LAS IGNORANCIAS.

Y es eso lo que queremos nosotros también, un mundo mejor, más justo y libre, pero bajo otros presupuestos, pues nosotros los librepensadores, e identitarios, sabemos que el comunismo –así como cualquier forma de capitalismo– no es la vía para ello, sino la vía hacia el terror, hacia la reducción de todo a lo mismo, hacia la destrucción de todo lo diverso. Durante años fui un antirracista, en sentido progre, un antifascista como los guarros del 15M, Democracia Real Ya, los antipapa…  –sólo que yo me lavaba y era tolerante con todas las ideas, provinieran de donde provinieran–, y tenía como valores y moral algo extraño, algo perjudicial que sólo puede conducir al fracaso; de hecho, la debacle social actual es consecuencia de la asunción sin resistencia de dicha moral y valores, impuestos por la memocracía y los ingenieros sociales del marxismo cultural.

Y un día me desperté, me desperté tras ver muchas contradicciones, tras muchas discusiones, tras mucha moralina de sacerdote rojo, por ver ese fascismo (contra el que los rojos dicen que luchan, un fascismo que no he visto en ningún fascista de verdad todavía) en los propios que son antifascistas, por verlo entonces en mí, por ver de repente toda la mentira que ellos me habían inoculado, ya fuera de forma consciente o no. Un día me desprogramé y me miré al espejo, diciéndome: “tanto luchar contra el racismo, tanto luchar por la libertad, tanto vender la liberación de los oprimidos, de las mujeres… cuando en realidad he sido todo este tiempo un racista, un destructor de razas mejor dicho,  un promovedor de tal barbarie, un destructor de la libertad, evocando bajo una careta libertaria el yugo de todos los hombres… cuando en realidad debería haber defendido mi tierra, los valores eternos, una moral lo más ceñida posible a la naturaleza, es decir, un orden natural de las cosas”. Esta transformación, estas nuevas motivaciones, me hicieron respirar aire mucho más limpio. Me trajo y me trae problemas, pero es un goce ser uno mismo a cada instante, gozar de la libertad, esa libertar contradictoria que se niega a sí misma, esa libertad que sólo uno puede darse, como librepensador y soberano, como hombre hecho a voluntad.

La desprogramación fue como un segundo nacimiento. Tal desprogramación no sólo me llevo a ser el que soy ahora, sino un yo sin etiquetas, porque el librepensador es él mismo sin etiquetas. El librepensador hace gala de una no identificación con lo que está fuera de sí mismo. Uno puede identificarse, por supuesto, con uno de su propia cultura y raza, pero es porque se comparte algo común, cada uno dentro de sí. Lo que quiero decir es que desde el acontecimiento vital mencionado anteriormente las ideas viven a mi servicio, no me identifico con ellas, sino que en ellas veo un valor, un valor que me enriquece y que evito a toda costa que me posea. Es decir, hay que evitar el fanatismo a toda costa, hay que sacar de la idea el jugo que te haga crecer, como si la idea fuera una rica fruta, pero sin que la idea te devore como si tú fueras un duro trozo de carne.

Tal vez a muchos esto les parezca complicado y vean en mí, ahora mismo, un Daorino contradictorio, pero para nada es así. Muchos dirán que Daorino defiende una causa y que, ciertamente, ¿cómo puede hablar en esos términos, parece muy poseído por ciertas ideas? Pues muy sencillo, precisamente como sólo puedo identificarme conmigo mismo, pues no renuncio a mi soberanía y a mi libertad, como yo hago uso del mundo, de las ideas, etc. como ricas frutas, extrayendo su jugo, sea este de buen sabor o de mal sabor (para esto hay que ser buen rumiante, y ya me dirijo a Nietzsche y a Rosset), sacando de todo ello unos ideales, unos valores, unas metas y una causa (que manufactura uno mismo), me puedo identificar con aquellos que considero “mis iguales”; no iguales de idénticos, sino iguales de rango, aristocráticamente hablando; es decir, puedo identificarme con aquellos que son lo más parecidos a mí, pues veo en ellos algo propio de mí, que no es mío en realidad –pues cada cual pertenece a sí mismo, excepto los poseídos–, algo que se manifiesta de forma común: de ahí surge el pueblo, ese sentimiento de pertenencia, ese espíritu que forja el surgimiento de una identidad colectiva que debería desembocar en la nación; puedo identificarme, en definitiva, con aquellos que se proyectan en la misma dirección que yo, Y POR ELLO PUEDO LUCHAR Y MATAR Y MORIR POR AQUELLOS QUE CONSIDERO MIS IGUALES, PUES ES, SOBRE TODO, LUCHAR POR UNO MISMO, LUCHAR POR EL ESPÍRITU COMÚN, POR LA CAUSA COMÚN, QUE UNE A HOMBRES SOBERANOS. SER LEAL A TU PUEBLO ES EL MAYOR HONOR QUE UNO PUEDE ATESORAR, SER LEAL A TU PUEBLO ES AMARSE A SÍ MISMO. La próxima revolución será de este tipo de hombres, auténticamente libres y soberanos, proyectados hacia arriba ante la mirada cautivadora de nuestros dioses y ante la mirada temblorosa y ascendente, pero porque miran desde abajo, de los corderitos y demás alimañas. La próxima revolución será llevada a cabo por hombres que sin piedad defiendan lo que es suyo Y QUE NO HUYAN, por hombres que ante la sangre no se mareen, sino que sonrían, por hombres que se han hecho a sí mismos y que no han sido hechos por otros. Como veis, mi pueblo es muy pequeño, escaso, no son todos los españoles, ni todos los europeos, ni siquiera todos los blancos (y he de decir que mi concepción racial no es sólo biológica, también espiritual, pero esto ya lo desarrollaré)… muy a mi pesar, desgraciadamente.


Y volvamos a hablar sobre este blog. Desde el nacimiento de este blog se han publicado 265 entradas (sin contar esta). De las 265 entradas, 73 han sido escritas por diversos colaboradores. 26 de ellas son resúmenes de las sesiones de debate de Foro Identidad. Luego hay 6 textos, que son transcripciones, y cuya autoría figura a nombre de los autores de dichos textos. Se tratan de David Duke (1), Alain de Benoist (3), Jean Thiriart (1) y Nicolás Maquiavelo (1). Por supuesto, no me olvido de todos los colaboradores que se han ofrecido o accedido a publicar en mi blog, a quienes estoy muy agradecido, y nunca lo suficiente. Por orden alfabético: Alan Christian (4), Arjun (1), Die Herren (1), Enfant Terrible (1), JDia (2), León Riente (19), Oso Solitario (1), Qbit (2), Sigfrido (5), Soldado Vikingo (3) y Tercerarevelación (2).

También he de mencionar que durante el último año surgió un blog anexo a El Mundo de Daorino, dedicado al senderismo, donde pongo información diversa sobre las rutas que realizo: tracks, vídeos, fotos, etc. Se trata de un espacio del que me siento muy orgulloso y con el que disfruto mucho, pues el trabajo de dicho espacio no está en el teclado, sino en las piernas, en los caminos, en los senderos, en el mundo real.


Y este blog cumplirá 5 años. Y para conmemorarlo pensé que tenía que pedir a muchas de las personas que más aprecio de la blogosfera y de mi vida personal que dedicaran unas palabras a El Mundo de Daorino. Así he hecho. Dichas palabras se publicarán este domingo 4 de septiembre. Quiero agradecer la aceptación que ha tenido la propuesta. Asimismo, agradecer también el hecho de que estéis ahí y de que leáis mi blog. Sin duda, he encontrado, gracias a este espacio, a muchos de mis iguales.

HASTA MUY PRONTO Y MUCHAS GRACIAS.

CHÉ GUEVARA S.A. (DECONSTRUYENDO AL MITO)

por DAORINO

Nota introductoria: Nuestros "amigos" los marxistas son muy amigos, a su vez, de la deconstrucción siempre y cuando ésta vaya dirigida hacia aquellas instituciones, personas y hechos sociales o históricos que ellos, en el fondo, desprecian. Pero, ¿acaso la deconstrucción es sólo aplicable a los enemigos del marxismo? No lo creo así. Hagamos nuestra la deconstrucción, sólo por un rato, y apliquémosla con rigor a uno de los mitos más queridos, y más rentables, de la ideología marxista, la figura del Ché Guevara, con la que los propagandistas de semejante ideología llevan encandilando a imbéciles de distinto pelaje desde hace al menos cuarenta años. (León Riente)


PATRIA O MUERTE. ¿PUEDES SER PATRIOTA SÓLO SI ERES MARXISTA?


¿PARA CUÁNDO LA CONDENA DEL COMUNISMO SIN TITUBEOS? ¿PARA CUÁNDO UNA HISTORIA SIN MENTIRAS?


LOS HOMOSEXUALES FUERON PERSEGUIDOS DURANTE EL CASTRISMO, ASÍ COMO EN OTROS REGÍMENES COMUNISTAS. SIN EMBARGO EN LA ALEMANIA NAZI CABE DESTACARSE TRES CORRIENTES: "La primera abogaba por la aceptación de la homosexualidad y la eliminación del §175, cuya cabeza visible más conocida era Ernst Röhm, jefe de las SA y él mismo homosexual. La segunda corriente sería la representada por Hitler mismo, que personalmente no parecía tener nada en contra los homosexuales, mientras fueran discretos. Finalmente estaban aquellos que eran profundamente homófobos, entre los que se cuenta Heinrich Himmler, que llegaría a ser jefe de las SS." (Fuente original: AQUÍ)


Röhm era un personaje muy controvertido, de espíritu arrogante e impulsivo y de carácter irascible; conocido entre la sociedad por su relativamente abierta homosexualidad, que llegaba a expresar sin vergüenza. Röhm sirvió como teniente en las filas bávaras durante la Primera Guerra Mundial, donde se destacó por su valentía en combate, siendo gravemente herido en la cara en 1914 en la Lorena, Francia. (Para ampliar la información del adorable, altivo y viril Röhm: AQUÍ)

Si alguien quiere ser totalitario, si alguien quiere venerar a genocidas, si alguien quiere ser dogmático o lo es (y quiere ocultarlo) pero a la vez ser considerado democrático y luchador por las libertades, el sistema democrático actual –y el mercado al que sirve dicho sistema de valores, que presumiblemente vela por nuestras libertades y derechos– pone a su alcance todo un abanico de iconos y líderes, una generosa oferta, entre ellos al engrandecido Comandante Ché Guevara, que para su escarnio se ha convertido en un mero producto de merchandising. Su rostro adorna camisetas, llaveros, paredes con sus posters, me atrevería a afirmar que la guevaramanía ha abarcado casi todo. Es, sin duda, el genocida más políticamente correcto que ha existido y que existe, pues el Ché sigue bien “presente”, como una estrella muerta en la inmensidad del cosmos. ¿Se imaginan tal aceptación en Hitler? ¿Se imaginan a los adolescentes yendo con una camiseta de Hitler? ¿O de Goebbels? ¿O de Mussolini? Sin embargo se puede venerar incluso a Stalin, al “bueno” de Stalin, y tener fantasías utópicas con un Lenin o un Pol Pot.

Por mi parte, no considero condenable moralmente –y voy a ser irónico, que nadie vaya pidiendo cita al abogado para barajar acciones legales contra mí– el hecho de que hayan cometido genocidios. No lo condeno porque Bush nos demostró que moramente (es decir, legalmente) se pueden cometer genocidios, al igual que los sucesivos gobiernos de Israel desde su creación en territorio usurpado. Es la superioridad moral del momento lo que dice qué genocidios son buenos o malos, o mejor dicho, qué genocidios se pueden conocer y cuáles no, incluso sobre quiénes puede inventarse genocidios y arrojar todo tipo de falacias.

Para mí el Ché es sólo un revolucionario que salía muy bien en las fotos. Hay que reconocer que en ellas salía favorecido y he de decir que posiblemente los fotógrafos marxistas sean mejores que los de cualquier ideología (jajajajaja). Tenía su encanto aquel comandante con esa barba y esa humareda que le acompañaba, producto de su vicio con los puros, unos puros que no todo el mundo podía permitirse. Además, los propagandistas marxistas son unos auténticos genios si se trata de ello; porque esas fotos son algo más que el álbum fotográfico familiar del Ché, son auténticas obras de arte propagandística que tienen como objetivo hacer al gran líder de los “adolescente” y trasnochados cercano, bondadoso e incluso atractivo para las mujeres. Esos poderosísimos fondos rojos con que se adornan algunos pósters del Ché, esa sugestiva estrellita de cinco puntas, ese blanco y negro que dibuja la atractiva silueta de la efigie del Ché… seamos sinceros, todo ello contiene un punto sugestivo e hipnótico, un diseño que sabe llegar, que arrebata y que es capaz de apoderarse de tu mente. Me imagino a muchos adolescentes viendo esos posters y esa efigie enigmática, ese icono encumbrado a las bondades: es más que comprensible que todo adolescente ingenuo y bienintencionado se quiera parecer al mito. Pero bien, hablemos de este personaje, ejemplo para muchos de los autodenominados de izquierdas o libertarios ¡que no saben nada del Ché! No voy a hablar de nacimiento y de muerte, no me detendré en cosas que todo el mundo sabe y que todo el mundo puede buscar fácilmente, sino que me ceñiré a lo polémico, a lo que para mí es polémico, lo que sé que puede molestar y acarrearme problemas con muchos fanáticos. Además, para qué mentiros, me gustaría que los rojeras comentaran en mi blog, necesito debate, pugna, dialéctica... y tener mucha mala reputación en esos círculos. (jajajaja)

Comunista de copa, café y puro
Para hablar del Ché voy a empezar por su abuelo. Su abuelo se llamaba Patricio Julián Lynch y Roo, y fue considerado el hombre más rico de Sudamérica. Su padre también fue un hombre de posibles, empresario –biógrafo de su hijo, al que aquí tratamos– y perteneciente a la clase alta argentina. Con esto no pretendo criticar al Ché, las ideas que uno posee son al margen de su propia realidad personal, sino a aquellos que en nombre de la humanidad y los necesitados aclaman como ejemplo a seguir al hijo de papa de un burgués que proclamaba "¡patria o muerte!"; sin duda no dejaba mucha elección a los perroflautas actuales, que no quieren patrias ni morir por nada. Además, sería una torpeza por mi parte intentar atacar al Ché en este sentido (en el de ser hijo de), pues el que muchos vean que el Ché renunciara a una vida más o menos fácil, dentro de los negocios y los sustanciosos beneficios, para luchar por esas causas justas como la humanidad… le engrandece (según mis amigos marxistas).

Sin hacer especial hincapié en ello, he de mencionar la ascendencia judía del Ché. Su madre, Celia de la Serna, fue una judía de origen ruso llamada realmente Sonia Sheinerman -¿Por qué se cambian tanto de nombre los judíos?-. Como sabréis, la ascendencia judía se transmite por línea materna. Y bien, es curiosa la dominancia de los judíos dentro del marxismo. Quien está instruido en lecturas prohibidas como las de David Duke lo saben:
Los documentos también establecían, sin duda, la naturaleza judía de la Revolución (Rusa). En uno de los informes oficiales de Schuyler, desclasificado en 1958, casi cincuenta años después de haber sido escritos y despachados, escribía: "Es probablemente imprudente decirlo muy alto en los Estados Unidos, pero el movimiento bolchevique es y ha sido dirigido y controlado desde el principio por judíos rusos de la mayor significación..." 
(…) El 9 de Junio de 1919, Schuyler cita a Wilton como sigue: 
Una lista confeccionada en 1918 por Robert Wilton, corresponsal del Times de Londres de Rusia refleja que en aquellos días habían 384 comisarios, incluyendo a 2 negros, 13 rusos, 15 chinos, 22 armenios y más de 300 judíos. De éstos últimos, 264 habían llegado de los Estados Unidos desde la caída del Gobierno Imperial. 
No había, por supuesto, razón alguna para impugnar los informes del Times o del capitán Schuyler. No daba crédito a mis ojos mientras observaba aquellos papeles dispersos sobre la mesa del comedor de casa. Me maravillaba de que pudiera ser verdad que la "Revolución Rusa" hubiera tenido tan sólo 13 rusos étnicos entre 384 miembros principales de su estructura gubernamental. La descripción de Churchill sobre "agarrar al pueblo ruso por el pelo de sus cabezas" cobró vida en las páginas que recibí de nuestros Archivos Nacionales. 
Una vez que empecé mis comprobaciones, los Archivos Nacionales continuaron enviándome los más increíbles documentos- No sólo nuestro principal agente de Inteligencia escribió al Presidente de los Estados Unidos sobre la naturaleza judía del Comunismo, sino que también lo hizo nuestro embajador en Rusia, David R. Francis. En Enero de 1918 cablegrafió a nuestro gobierno, afirmando:  
La mayoría de los líderes bolcheviques, la mayoría de los cuales son judíos, y el 90% de los cuales son exiliados que han regresado, se preocupan muy poco por Rusia o por cualquier otro país; son internacionalistas y están tratando de empezar una revolución social a escala mundial. - David Francis, embajador americano en Rusia en tiempos de la Revolución.”
Supremacismo Judío, de David Duke. Págs. 58-59

Con todo esto no pretendo relacionar al Ché con la Revolución Rusa, sino a la raza judía con la causa marxista; y que nadie me acuse de antisemitismo, pues esto es así y ellos mismos se jactan de ello. Y seamos realistas, objetivos, veamos el fenómeno en su esencia, la impunidad del marxismo en todos los ámbitos de la vida es apabullante, sino no se explicaría cómo en 1939 se les declaró la guerra a los alemanes por invadir Polonia por el oeste, estallando así la Segunda Guerra Mundial, ¡pero no a los rusos, que hicieron lo propio por el este!

Y para no alargar el artículo termino con unas palabras inéditas de León Riente y una reflexión personal. Las palabras de León Riente dicen:

El Che Guevara era un racista. Un racista en el peor sentido de la palabra, suponiendo que exista alguno bueno, que lo dudo. Quién aún cuestione el racismo del Che Guevara que revise El año que estuvimos en ninguna parte, y algunos artículos al respecto que han ido haciéndose públicos desde hace algunos años. Totalitario, intransigente, este niño de papá comunista aborrecía la supuesta molicie revolucionaria de los negros centroafricanos. Tuvo ocasión de conocerlos en el año en que estuvo en África, tratando de dinamizar las guerrillas comunistas por entonces existentes en El Congo. Y es que los guerrilleros negros tenían otras formas, otras costumbres, otras maneras, otros tiempos, ¡sus tiempos!, que Che Guevara condenaba y castigaba mediante rígida disciplina más que cuartelaria. Ese es el hombre, ese es el mito, un marxista sudamericano azotador de negros. ¿Para cuándo la película sobre el "señorito Guevara" dirigiendo a estos guerrilleros al estilo del terrateniente norteamericano de la plantación de algodón del siglo XIX, o más bien al estilo de la caricatura de esta época pergeñada por tanto film político? ¿Cuándo la verdad sobre este "bwana" marxista?

Eso me pregunto, ¿para cuándo? Los europeos con sangre europea, ¡pues en la sangre está nuestro pueblo!, y con consciencia de lo planteado, estamos más que hartos de soportar la propaganda hollywoodiense en la que se victimiza a los “elegidos” y se demoniza al siempre noble hombre blanco europeo o eurodescendiente, impulsor y capaz de lo peor y de lo mejor, pero motor de desarrollo en todas las ramas del saber.

El Ché aclamaba la patria como una especie de ideal, pero él iba más allá luchando por la humanidad. ¿Qué tipo de humanidad? Como siempre parece que hay quienes son más humanos que otros, incluso parece que los hay inhumanos. El propio Ché se dio cuenta, y lo escribió, si no no se explicaría cómo el luchador por las libertades, venerado por todo tipo de oenegetas y libertarios actuales, además de por buena parte del espectro político de la izquierda, dijera que los negros eran tales porque no se bañaban o que los indios argentinos tienen un olor más repugnante que el de un excremento de vaca. ¿Qué podría esperarse de un comunista? Son ellos los más racistas, los mismos que reduciendo todo a lo mismo quieren simplificar al hombre a una misma cosa, a una misma forma, dirigirlo hacia un mismo pensamiento. Nada es como os lo han contado, nada es lo que parece. Odio, desprecio, checa y fanatismo es lo que encontraréis en todo exaltado seguidor de esta ideología, capaz de cualquier atrocidad para conseguir la máxima irreal de que "todos son iguales", o "iguales pero diferentes", fórmula moderna derivada de la anterior para hipnotizar a desprevenidos. Y si os vienen con buenas palabras, con mestizaje, con multiculturalidad, etc., decirles bien claro que son unos racistas y que su superioridad moral (la que ellos creen tener) no os convence. No dejaros engañar por su verborrea, con ella conseguirán acabar de destruir nuestra cultura, nuestra identidad; con su verborrea nos han convencido de todo lo que ellos son: racistas, homófobos, intolerantes, dogmáticos... Pero todos los comunistas no son así y es porque la mayoría no saben por qué lo son.

En este blog, un blog que condena el racismo, sólo podemos defender la diversidad racial y la diferenciación natural. No somos iguales y a mí, como identitario, no me causa ningún trauma. Hemos, si acaso, de celebrarlo y condenar a la ideología que ha causado más terror en toda nuestra historia. Sin embargo, esto es ignorado por la mayoría, ni siquiera se enseña en las escuelas (o fábricas de marxistas). Es más, se les encumbra, prefiriendo denostar a aquellos que embargados de amor por aquello que era más que ellos y que a la vez les hacía más grandes, a aquellos que, poseídos por grandes valores y convencidos de que su lucha era justa para ellos y para los del futuro, lucharon por su patria, su sangre y su libertad aún a riesgo de sus vidas, una libertad auténtica, aquella libertad paradójica de la que tanto he hablado en este blog, una libertad de los fuertes, la del mandar y la del obedecer, una libertad que pervive a pesar de los pesares y que pasado mañana, quién sabe, erguirá su mano alzada hacia el cielo, pero esta vez para vencer... ¡sin piedad!... a todos nuestros enemigos, a los enemigos de los pueblos, a los enemigos de la sangre, a los enemigos de la vida.

Y este es el Ché, el que nadie os va a contar excepto en lugares como este blog.■


Artículos o webs de interés:
- ERNESTO CHE GUEVARA SHEINERMAN

EXPRESIÓN SENSIBLE DE LO INVISIBLE


Más allá de no agotarse en un naturalismo –tal como hoy sólo la ignorancia o la falsificación tendenciosa de algunos puede presentarla– más allá de conocimiento de los ideales de la superación viril y de la liberación absoluta, en la concepción pagana el mundo era un cuerpo viviente, compenetrado por fuerzas secretas, divinas y demónicas, por significados y por símbolos, de acuerdo al dicho de Olimpiodoro: era la “expresión sensible de lo invisible”. El hombre vivía en conexión orgánica y esencial con las fuerzas del mundo y del supramundo, de modo tal de poder decir, con la expresión hermética, que era “un todo en el todo, compuesto de todas las potencias”: no otro es el sentido que trasunta de la doctrina ario-aristocrática de âtmâ. Y esta concepción fue la base sobre la cual se desarrolló, como un todo en su manera perfecta, el corpus de las ciencias sagradas tradicionales.

El cristianismo infringió esta síntesis, creó un abismo trágico. Y así, por un lado el espíritu se convirtió en el “más allá”, lo irreal, lo subjetivo; de allí la raíz primera del abstractismo europeo; por otro, la naturaleza se convirtió en materia, exterioridad encerrada en sí misma, fenómeno enigmático. De allí la actitud que tenía que dar lugar a la ciencia profana. Y como el saber interior, directo, integral dado a la Sabiduría se le sustituyó el saber exterior, intelectual, discursivo-científico, profano, simultáneamente a la conexión orgánica y esencial del hombre con las fuerzas profundas de la naturaleza que constituía la base del rito tradicional, del poder del sacrificio y de la misma magia, se le sustituyó una relación extrínseca, indirecta, violenta: la relación propia de la técnica y de la máquina. He aquí pues en cuál manera la revolución judeo-cristiana contiene el germen de la misma mecanización de la vida.

Julius EVOLA, Imperialismo Pagano. Ediciones Heracles, año 2001. Págs. 102-103. Traducción del italiano y estudio preliminar a cargo de Marcos Ghio.■


Hay un impulso biológico que no es menos profundo por no ser espiritual; porque no es espiritual es por lo que es más profundo y por ello, sagrado, sagrado porque su violabilidad conlleva sacrilegio. ¿Qué valor puede tener una religión que se basa en oír y creer? La verdad no necesita ser creída, poco valor tiene aquello que necesita ser creído, que es cuestión de fe, que no tiene un lugar en el mundo, en el único mundo posible.

Crear un más allá, generar un abismo que separe a los hombres de lo sagrado y de la posibilidad de una experiencia vívida que supere lo perceptible por los sentidos, eso ha generado el judeocristianismo y otras formas de desacralizar el mundo; es mejor sentir la esencia de las cosas, vivir en un mundo vivo y no en un mundo donde lo sensible es mera materia, mera masa inerte sin posibilidad de transmitir nada, mera mecanización, en definitiva.

¿Existen los dioses? Si. Veo a Zeus a lo lejos en una lluvia con su trueno, a Poseidón en los mares calmos y crepitantes… ¡siento a Ares cuando la ira me embarulla y a Atenea equilibrándome para no generar un estrago que me perjudique! Siento a Eros ante la belleza irresistible de una mujer y en los impulsos que dicha belleza me genera por tan agradable impudicia; también siento a Hera, diosa de las mujeres y del matrimonio, cuando veo a una madre ofrecer su seno a aquello que es sangre de su sangre… Los dioses se manifiestan, nosotros les damos valor pues valor deben tener nuestras acciones, lo que hacemos. Que les hemos creado a nuestra semejanza… sin duda, ¡ellos no existen sin nosotros! Pero es que la única diferencia sustancial es que ellos son inmortales… ¡hemos creado dioses que nos sobrevivirán!

Los dioses surgen de la asunción de que hay un orden natural de las cosas, un orden no humano, no creado por nosotros. Es a partir de ese orden que con la razón hemos de generar un orden racional de las cosas. No es como siempre se ha hecho, generar un orden racional de las cosas que transforme la naturaleza: eso ha provocado toda una hecatombe de difícil explicación, una deriva perpetua. Nuestros dioses, nuestro Olimpo, nos ayudan a vertebrar ese orden natural, a generar un centro al hombre. Y esa es la misión de toda religión, fijar un punto, un centro, una brújula espiritual que pueda catapultarte a lo sagrado. Pero lo sagrado está en nuestro mundo, ¡ni en el más allá ni el más de ningún sitio!

Salir a la naturaleza es reconciliarse con los dioses. Un hombre reconciliado con los dioses es un hombre que tiene grandes posibilidades de ser humilde –pues reconoce sus limitaciones, PERO REALMENTE HUMILDE ESTÁ MAL DICHO, por lo que deduciréis– sin renunciar a su orgullo, es decir, en una contextualidad de amor propio. Para mí el orgullo es reconocerse en la justa medida, pues si orgullo es amor propio, ¡qué mal se quiere aquel que se sobrevalora o que se infravalora! Y ahora que surge el punto medio –inferido de justa medida–, decir que es algo totalmente subjetivo. En sí mismo no existe, es una medida racional de las cosas y como tal, de existir, sólo en nuestra cabeza. Así que amarse en su justa medida no es realmente el punto medio, sino verse objetivamente, verse de la forma más consciente posible, verse uno mismo tal como es, es decir, en toda su radicalidad.

Yo pienso, entonces, que los hechos se muestran de forma radical. Lo que es se ha manifestado como es. El punto medio, la comparación, etc. son medidas racionales, como he dicho, pero en realidad no ha habido punto medio, ni siquiera justa medida, pues el hecho o el fenómeno se ha manifestado en toda su plenitud. Las cosas son al margen de nuestra interpretación. Es la interpretación lo que hace que nos confundamos, lo que a veces nos hace ver lo que no existe. Es por ello lógico la necesidad de un mirarse a sí mismo, de un pararse, analizar y autocriticarse para no exagerarse o exagerar algo hacia arriba o hacia abajo.■

DISIDENCIA Y MANIPULACIÓN DE MASAS


No seamos ingenuos, basta de quejarse y de lloriquear, basta de tanta compasión y de tanto confraternizar con quien no lo merece, basta de integrar a lo inintegrable, basta de corromper y de destruir la UNIDAD; porque ahora hay que luchar para hacerse con el poder, y que tiemblen los memócrtas, los banqueros, los liberticidas y los hombres de la neutralidad política de todo tipo, que tiemblen los oenegetas, los extraños y los débiles, porque la bestia rubia despertará en pos de la libertad de los pueblos, de la libertad de individualidades que harán grande la propia identidad colectiva, ¡nuevos tiempos para la raza y la grandeza se avecinan!, aunque tal vez en otro ciclo. Es entonces el poder, no otra cosa, lo que queremos; pero importa el medio, pues para tal fin hay que llegar intachable, no mancillado: no hay que pagar cualquier precio, sino el precio justo. Será un precio elevado, en todo caso. Pero nosotros no somos hombres prácticos, no somos hombres de la bolsa, no nos interesan las fluctuaciones, nos interesa el PUEBLO y nuestros VALORES. No queremos a la democracia, no a esta democracia ficticia, hecha de sufragios, democracia que no significa el poder del y en el pueblo, sino la entrega del pueblo de su propio poder a unos hombres o grupos de hombres que sólo miran por sus intereses o por los propios del partido. Nosotros no necesitamos partidos, nosotros no necesitamos ser políticos (profesionales), nosotros somos guerreros, nosotros somos un movimiento, una espada de luz que se yergue hasta al centro mismo del sol negro, donde todo tiene un orden; nosotros, el pueblo, el poco pueblo que queda, somos el enlace que queda entre el centro y la tierra, somos un rayo, un rayo de voluntad y fuerza, imagen aún viva de nuestros dioses olímpicos.

Lo que en realidad nos molesta a muchos disidentes no es que la masa –pues no llega a sociedad– viva manipulada, sino que no esté manipulada por nosotros. Esta realidad no surge con un ánimo real de querer manipular, no con un ánimo real de no querer que la masa se convierta en una sociedad libre con conciencia plena de sí y para sí, sino ante la asunción realista de que NO TODOS los seres humanos poseen la suficiencia para pensar por sí mismos; surge, igualmente, ante la asimilación de que el hombre ha renunciado a su soberanía Y DE QUE NO TODO HOMBRE ES DE NUESTRO PUEBLO, AUNQUE SEA BLANCO Y NACIDO COMO CONSECUENCIA DE GENERACIONES EN NUESTRA PATRIA. Es así que los pocos hombres libres que existen quieren tomar el control de la manipulación de masas, hoy en manos del NOM –un monstruo sin identidad definida, sin localización concreta, disperso y diverso, multicéfalo y ubicuo que es- Y DE CIENTOS DE TRAIDORES; así que no es real intención de manipulación, sino paradójicamente una manipulación hacia la consciencia, para que los hombres sean más soberanos y respondan a su propia voluntad, defendiendo sólo aquello que les hace ser ellos mismos: la familia, el pueblo, la nación, la raza… ¡para que no respondan a los intereses funestos de unas mentes que nadie sabe cómo se llaman, que nadie sabe dónde están y que bajo el anonimato cobarde es evidente que se manifiestan diariamente decantando los asuntos a su propio capricho! No se le escapa nada, es un poder mundial, un poder totalizador. Hay que hacer surgir del individuo su pueblo, su raíz, hay que hacer de tanto desarraigado que vuelva a echar raíces y podar y segar las malas hierbas.

La resistencia es dolorosa –una resistencia dividida, más preocupada en resistirse los unos a los otros a resistir contra el enemigo mortal de todas las identidades habidas sobre la tierra-; asimismo, las satisfacciones son nimias y escasas, pero aún pensando que la libertad es una contradicción en sí misma –pues a sí misma se imposibilita– siempre es mejor morir y sucumbir como un hombre paradójicamente libre que como un hombre aparentemente libre, es decir, no libre, inconsciente.■

¡VOLUNTAD, DETERMINACIÓN, LUCHA!

LA ESPERANZA CONTRA LA VOLUNTAD O LA VICTORIA DEL IMPERIO DE LA CEGUERA

Contra los hijos de Abrahám

«Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer.
¿Qué es más dañoso que cualquier vicio? -La compasión activa con todos los malogrados y débiles - el cristianismo...».
Friedrich NIETZSCHE, El Anticristo

JULIANO EL APÓSTATA

La esperanza supone la rendición de la voluntad, supone poner un límite, asumir la derrota de uno mismo. Cuando la esperanza hace su aparición el hombre pierde toda su dignidad para sumirse en una sensación que podría resumirse así: “a partir de ahora alguien tendrá que hacer las cosas por mí, o eso espero, pues yo soy incapaz”. Esperar, eso es la esperanza; no es otra cosa que soñar con la llegada de lo imposible, con la llegada de aquello que solucionará todos nuestros problemas: si no llega se le atribuirán como propios supuestos milagros o manifestaciones a eso que se espera, siendo ya el colmo de los colmos, el autoengaño total.

Para solucionar los problemas hay que luchar, uno se mueve y nadie más y, en todo caso, ¿qué es la vida sino problemas y lucha?: huir de eso es negación de la vida. Si el problema es casi imposible de solucionar, si no hay solución, hemos de confiar en nuestra voluntad y afrontarlo: séase “en nosotros mismos” la única fe lícita, una fe para hombres fuertes. Pero esa fe no es ciega, y toda fe es ciega… ¿acaso entonces puede llamársele fe? No, es algo mucho mejor: orgullo y seguridad. La esperanza desposeída de toda ceguera, la esperanza castrada de todo deseo de que otro nos solucione los problemas, eso es la voluntad, la única, la real, lo que surge de nosotros mismos, el verdadero motor que nos empuja a crear y destruir, a avanzar hacia delante o hacia atrás, lo único capaz de hacernos libres, aquello que es mando y obediencia a la vez en uno mismo: pues dentro de nosotros somos esclavo y señor y el señor siempre manda –hay quienes dentro de sí atesoran nada más que a un esclavo, pues sólo más allá, fuera de este mundo, se halla su Señor. Los primeros pueden ser libres, los segundos no.

Y dije orgullo y seguridad. Y orgullo es amarse en la justa medida; todo lo que no sea eso es megalomanía y ceguera. Y seguridad significa tener control, el control que debe tener el señor que hay en nosotros sobre el esclavo que también hay en nosotros. No hay opción, el débil debe ser dominado y sojuzgado, el señor debe mandar. ¡MANDE EN NOSOTROS UN SEÑOR, MANDE EN NOSOTROS EL PALPITAR DE LOS FUERTES! –Sólo así saborearemos el verdadero aroma de la libertad.

El hombre de voluntad, orgulloso, afronta la vida a pecho descubierto, irguiendo la vista hasta donde puede alcanzar: de sus ojos irradia una fuerza inconmensurable, de sus ojos “ve”. Sin embargo, el hombre de la espera, antípoda del anterior, un hombre rendido, de rodillas, mirando a muchos sitios pero nunca a sí mismo, retraído hacia sí no para encontrarse a sí mismo, ni siquiera para verse, sino para encontrar su esperanza, a un Dios al que sólo se le “escucha”... Reconozcamos que la fuerza de su esperanza es tan fuerte como la impulsividad del orgulloso. Pero esa fuerza es como tirar una piedra hacia arriba que al caer acabará golpeándote. Muchos lo han venido a llamar “voluntad de martiriológico”, creo que con bastante acierto.

No obstante, os recomiendo que crucéis la calle con alguien que vea. Los “ciegos” tienen fe en que ningún coche les atropellará. Alguien que vea siempre tendrá mayor certeza de que no va a ser atropellado, mira a los lados, se cerciora. Si es atropellado seguramente lo será por alguien ciego, alguien que no ve, que todo sea dicho, milagroso es ya que no se salga de un carril: no te atropelló porque no vieras, no te atropelló porque no te cercioraras, es que en la vida también ocurre lo inesperado, y los ciegos son eso inesperado que siembra las semillas de la decadencia. ¡Oh!, ¡qué calamidad que hombre libres se vean perjudicados y perseguidos por personas limitadas! Y es que las cosas de la vida, las del cruzar (superar un obstáculo) y las del conducir (encarrilar la vida), no son sino para los que ven y para nadie más.

NUESTRA VIDA

Por Kurt Ellersieck

Publicado en la «La casa de la tropa ϟϟ» nº4 – 1939. Extraído de La Orden ϟϟ, Edwige Thibaut

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La Peña Sacra de Ranchiles (Ensenada de Bolonia - Tarifa) - ¿Altar CELTA?

Nota: yo he extraído el texto del libro de Alejandro Arocha, “El sol negro”, una lectura muy recomendable.

Apunte: El mensaje contiene cierto tono cristiano, y todos sabéis lo que pienso sobre el cristianismo, por lo que no voy a añadir nada al respecto. Son evidentes las connotaciones cristianas en el lenguaje... pero es que a veces utiliza un lenguaje tan poco cristiano... Es este el claro ejemplo de lo que en el programa el NSDAP se denominó CRISTIANISMO POSITIVO, o así creo. Ver si no el punto 24 de los “25 puntos”:

24. Exigimos la libertad de todas las confesiones religiosas dentro del Estado en cuanto no representen un peligro para la existencia del mismo o estén reñidas con el sentimiento, la moral y las costumbres de la raza germana.
El Partido como tal defiende el punto de vista de un cristianismo positivo, sin atarse confesionalmente a una doctrina determinada. Combate el espíritu judeo materialista dentro y fuera de nosotros y está convencido de que un restablecimiento definitivo de nuestro pueblo sólo puede operarse desde adentro sobre la base del principio:

Provecho común antes que provecho particular.

Pero el texto no lo quiero criticar negativamente, al contrario, quiero que este texto melle en todos lo más profundo posible. Es un texto vitalista, combativo y noble. Que el sello de lo que sigue quede impreso eternamente en vuestra voluntad.

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BAELO CLAUDIA (BOLONIA, EN TARIFA)
Vivir significa luchar. Nos enfrentamos a este principio de manera inexorable y dura: como una orden militar, breve y concisa a la cual nadie puede sustraerse. O se acepta esa orden, cumpliéndola del mejor modo posible, o se deserta –y se muere– de una manera lamentable e infamante. No hay otra alternativa.

Vivir significa luchar. Esta orden que la Providencia nos ha dado distingue al señor del esclavo, al héroe del cobarde, al hombre de acción del charlatán, al carácter de la debilidad, define lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto y nos permite valorar nuestro trabajo cotidiano.

ACUEDUCTO DE SEGOVIA
Siempre ha habido en la historia épocas en que se ha creído poder eludir este mandato; en que creíamos que la lucha es una abominación y que la vida es un perpetuo estado pacífico; en que tratábamos de transferir la lucha de este mundo a otro; en que se medía el bien en el grado de la bajeza, de cobardía, de servilismo, y el mal en el grado del acto heroico; en que la traición y la mentira fueron preconizados como medios de presión contra la lucha.

TEATRO ROMANO DE MÉRIDA
Y otra vez, hubo épocas en que el espíritu heroico celebraba su mayor triunfo; en que la fuerza creadora señalaba nuevos caminos, nuevos objetivos a los hombres: en que la lucha tenía la resonancia más extrema a causa de la fuerza original de la voluntad de vivir, y en que el hombre, con su fuerza divina, devolvió su sentido propio a la vida. 

Nos centramos en esta época de energías acumuladas, de espíritu combativo y creador, de la inaudita voluntad de vivir.

Cueva de las Palomas (Tarifa)
Aprobamos la vida porque amamos la lucha, aprobamos la lucha porque amamos la vida. La vida no es para nosotros un valle de lágrimas por encima del cual hay unos dioses desconocidos que gozan al vernos arrastrarnos de rodillas llenos de humildad. Para nosotros, la vida es un campo de batalla que la Providencia nos ha dado, que nosotros queremos conquistar luchando. Nuestra oración es la lucha, nuestra lucha es la oración. La Providencia nos ha dado la vida en la lucha y nosotros queremos dominar la vida luchando.

Nosotros luchamos y somos un eslabón sólido en la cadena constituida por nuestros antepasados y nuestros descendientes. A través nuestro, la vida de los tiempos más remotos debe ser transmitida en la lucha, al futuro.

Tercios españoles
Así es como lo quiere la Providencia; así es como lo queremos nosotros. La Voluntad de la Providencia y la nuestra formarán la época de hoy, de mañana y de pasado mañana, tal y como crearon la época de ayer y de anteayer.

Vivir significa luchar. Durante siglos de luchas, nuestros antepasados nos formaron, permitieron a nuestro pueblo y a nuestros clanes triunfar de la cobardía y la bajeza, del servilismo y de la negación del mundo hasta nuestros días. Es un monumento de la lucha heroica y de inquebrantable voluntad de vivir.

No quedaría nada de nosotros, del pueblo y de los clanes, de las tribus y de la sangre si nuestros ancestros no hubieran amado la lucha como la amamos nosotros.

Nada existiría de la cultura, de los monumentos imperecederos de la literatura, de la música, de la pintura, de la arquitectura si ellos no hubieran aprobado la vida, es decir, la lucha.

Guzmán "El bueno"
(…) Sólo el que lucha puede triunfar y comprender la felicidad de la victoria o del final heroico. Pero el que rehúye la lucha y por lo tanto, la victoria, desconoce su espíritu. No comprenderá nunca el feliz sometimiento que la Providencia dispensa al combatiente que domina la vida; la capitulación es una cobardía y Dios sólo ayuda al valiente.

(…) En cada lugar se libra una batalla decisiva que determina la posición del hombre con relación a Dios. El hombre creador concibe su relación con su dios en la lucha, en la batalla. No considera su combate como una vergüenza, como una condena, un pecado, sino que se ve como un señor, cumpliendo de una manera positiva la orden dada por la Providencia.

¡Vivir significa luchar! Para él el sudor no es el salario de la acción pecadora sino la recompensa de su fuerza configuradora y de su magistral alegría creadora.

(…) no queremos pasar nuestra vida, que la Providencia nos ha dado, en contemplarla como un cenagal de vicio del que nadie escapa; pues nuestra vida no es un pecado ya que nos viene de Dios, y nuestra lucha no es una condenación puesto que es una plegaria heroica.

NIETZSCHE
Dejamos a los cobardes y a los miserables reptar de rodillas, a los pusilánimes gemir de desesperación, pues Dios está con nosotros, porque Dios está con los creyentes.

Saludamos a los espíritus heroicos del lejano pasado como a los compañeros de armas de nuestra vida porque sabemos que una verdad eterna sale de la boca de Nietzsche cuando dice:

«LA GUERRA Y EL CORAJE HAN CONSEGUIDO MÁS GRANDES COSAS QUE EL AMOR AL PRÓJIMO. NO ES VUESTRA PIEDAD SINO VUESTRA BRAVURA LA QUE, HASTA HOY, HA SALVADO A LOS DESGRACIADOS».■

CRÓNICA "V JORNADAS DE LA DISIDENCIA" (IV)


Ceder hoy es perecer mañana
Madrid, 5, 6, 7 de noviembre
(DÍA 7)

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Juan Pablo Vitali (Argentina):
“Iberoamérica y España, dos caras de la misma revolución”

Juan Pablo Vitali se considera alguien preocupado en escribir que entiende la escritura como una forma de militancia y de lucha.

“Si la identidad es problemática en Europa, imagínense en Iberoamérica”, expuso, para continuar así: “si América fuera latina seríamos romanos. El término latinoamérica fue un concepto creado por el progresismo francés. ¿Cuántos eurodescendientes puede haber en Iberoamérica? ¿200, 300 millones? No se sabe, pero son muchísimos. Lo cierto es que Iberoamérica sin Europa no existe. Por lo tanto, sabemos que en Iberoamérica hay cientos de millones de europeos. El eurocentrismo es hoy global. No hay que olvidarse de nadie, tampoco de los bóeres. ¡NO ENTREGUEMOS NADA!”.

Vitali se siente europeo y siente con dolor los ataques que sufre Europa por parte de algunos iberoamericanos. Vitali reflexionó de esta forma: “El racismo hacia el europeo es un invento. Los que trabajan por el indigenismo en América lo hacen por la independencia en España. Los separatismos son el sistema. Donde ellos dividen nosotros debemos unir. Cuando era pequeño no existía el indigenismo. Sí había una identidad criolla (europeos nacidos fuera de Europa)”; y prosiguió: “los conceptos «opresor» y «oprimido» son categorías ofrecidas por el sistema. Los Incas y los Aztecas oprimían pueblos, pero parece que los únicos represores han sido los españoles”.

Vitali aseveró que el 90% de la población argentina es de origen europea y que el 50% de los apellidos son italianos. “Argentina es una Europa de ultramar”, afirmó. Piensa que el NOM pretende quebrar a los pueblos europeos porque los pueblos europeos aún pueden derrocar al NOM; también que el peronismo inició una revolución social que, según la exposición de Vitali, ha sido el único movimiento “europeo” que ha llevado a cabo una revolución social que no tiene vuelta atrás. (?)

Hernán Cortés
Posteriormente Vitali se pronunció de la siguiente forma: “si nosotros planteamos una estrategia a nivel global no vamos a hacer nada sólido. Cada realidad es diferente. Sobre todo debemos ser conscientes de que estamos ante una guerra espiritual y por ello debemos ser más humildes y más disciplinados. Si uno no es capaz de la acción de comprometerse qué tipo de hombre es, hay que comprometerse”. Seguidamente el argentino nos señaló que no ha visto diferencias entre la disidencia argentina y la española. Vino a buscar las diferencias, pero sólo encontró similitudes: Iberoamérica y España son la misma revolución. También comentó que los españoles estamos más locos que en la Argentina y que las V Jornadas son una muestra de ello. Tal comentario despertó en todos una sonrisa.

A continuación, Vitali se dirigió al auditorio de la siguiente manera: “el pueblo siempre termina siendo mejor que la oligarquía. Tenemos que buscar la base, la raíz… de lo bueno que queda de nuestro pueblo. El revolucionario es el que con esfuerzo construye la revolución. Es una lucha espiritual y no material. Si fuera material ya la tendríamos perdida. Los conquistadores fueron populares y revolucionarios. Cortés fue un conquistador, pero también un libertador. Existían ya pueblos bajo el influjo de “imperialismos” del tipo Inca o Azteca, si no ¿cómo se entiende que muchos se sumaran a Cortés y a otros conquistadores? Cortés fue un revolucionario”.

Los poemas eran antes anónimos porque pertenecían al espíritu de pueblo, nos dijo Vitali. Finalmente señaló que internet es un medio para la lucha, pero no la forma de lucha adecuada, pues a fin de cuentas no proyecta nada sobre la realidad. Los disidentes, por lo tanto, debemos proyectarnos sobre la realidad y no perdernos en lo virtual en una especie de realidad paralela: HAY QUE PASAR A LA ACCIÓN.

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Dirigente de Nordisk Ungdom, Andreas Johansson.

Os recomiendo este texto de la página web de Nordisk Ungdom sobre las V Jornadas (podéis traducirlo con el Google Translate, por ejemplo): Nordisk Ungdom på besök i Spanien


“Suecia es un país como todos los demás que culturalmente tiene «la norma de la normalidad». Somos todo lo contrario a Estados Unidos. En Suecia todo debe ser normal”, comenzó Andreas su discurso. Nos describió a los suecos como gente muy cumplidora y disciplinada. Son, según el conferenciante, un pueblo ordenado y obediente que siempre hace caso a lo que manda el estado; y por ello no hay democracia en Suecia. También nos comentó que los suecos intentan siempre evitar la confrontación, pretendiendo ser neutrales, “pero nosotros, como nacionalistas, rompemos con esa norma”, dijo Andreas, que prosiguió así: “Suecia es un país estancado que no genera cultura, pero aunque Suecia parezca un país pequeño, es, en realidad, un país grande con una gran historia”.

Andreas Johansson, Erik Norling y Antonio Martínez Cayuela

Uno de los momentos más interesantes de su intervención fue cuando nos proporcionó datos sobre el auto-odio en Suecia, que se desprende de comentarios del tipo: "Odio todo lo genuino y típicamente sueco"; “Hablar de lo sueco es una barbarie, todo lo bueno viene de fuera”; o de un comentario del mismísimo primer ministro Fredrik Reinfeldt: "Soy un sueco típico. Mi bisabuelo fue el fruto de un romance entre un artista de circo americano negro y una criada de Letonia”. De esta forma, Andreas nos quiso hacer entender el problema que sufre Suecia. Comentó que Suecia tiene una población de unos 10 millones de habitantes pero que cada año entran 100.000 extranjeros. Para colmo, en las escuelas de Suecia ya no se habla de la cultura europea. En los colegios ya no se puede escuchar la historia de Suecia o su música, porque si lo haces eres acusado de racista. “Por lo tanto Suecia se parece cada vez más a EE.UU”, aseguró. “Han convertido a Suecia en un pueblo consumidor. Antes Suecia era un país unido, pero ahora se ha potenciado el individualismo, y cuanto más individualismo, más odio al país. La cultura del consumo no es otra cosa que una trampa introducida con el estado del bienestar”, dispuso el joven Andreas.

Sin embargo, no piensa que esté todo perdido: “se están creando grupos donde el nacionalismo se está formando. Para salir de la crisis hay que recuperar el sentimiento nacional. No hay que perder la fe. Que Suecia se parezca cada vez más a EE.UU. es una oportunidad para llevarle al pueblo sueco un mensaje. Por lo tanto, cuanto más se degraden las cosas, mejor irán para nosotros hasta que alcancemos el poder”.

Posteriormente planteó como objetivos esenciales coordinar la lucha política con la cultural y formar a los jóvenes. El movimiento Nordisk Ungdom se considera muy democrático y por ello todas sus acciones son democráticas. Persiguen que sea la juventud quienes tomen la iniciativa. Nordisk Ungdom ofrece una respuesta y una formación que hará de los suecos los suecos del futuro. Y con estas palabras: “¡Vamos a ganarle la batalla al multiculturalismo!”, concluyó su ponencia Andreas Johansson.

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Monumento a Leónidas
Yo tengo bastante claro que hemos de librar nuestra propia guerra; primero contra nosotros mismos, para encontrar el ánimo y la fuerza, luego contra todos nuestros enemigos; sólo así nos ganaremos nuestra paz, sólo así garantizaremos una paz que dependa exclusivamente de nosotros mantenerla. Si hemos de perecer hagámoslo como héroes, como hombres violentos, impíos y alegres que no ceden jamás. No tengamos miedo a perderlo todo, todo debe ser demasiado poco para nosotros. Olvidémonos de la esperanza y de la fe y de esas supercherías llenas de ceguera, lo que necesitamos es volar y un espíritu incorruptible, creer en nosotros y despertar todos nuestros sentidos para imponer nuestra disciplina. Sea nuestra voluntad nuestra única fe y esperanza, esperemos todo sólo de nosotros mismos y no de nadie fuera de nosotros. Digamos no a la filosofía de la espera, pasemos a la acción y dejémonos de lloriqueos. Por la disidencia, por nuestro pueblo, por nuestra sangre, por nosotros mismos… ¡voluntad!, ¡lucha!, ¡honor! y ¡gloria!■