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FÍSICA Y METAFÍSICA

Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,
celebrado el 19 de diciembre de 2009


http://www.foro-identidad.es/2009/12/fisica-y-metafisica.html


Se abre el debate con algunas reflexiones por parte de un contertulio acerca del pensamiento de Heidegger, el cual se planteó el problema en su obra de 1929 ¿Qué es metafísica? Entendiendo que el problema de la metafísica se hace incomprensible sin el concurso del método fenomenológico, el alemán quiere llegar a la esencia de la metafísica. Trata así de llegar a la esencia del ser humano, desde donde deriva a la nada. La nada es considerada angustia, y esta última el origen de la metafísica. En todo este desarrollo se reconoce la influencia de Kierkegaard.

Otro participante advierte que la metafísica empieza con el método mayéutico, con las preguntas de Sócrates, como la más característica, ¿qué es la verdad? Frente a los pre-socráticos, que suponen que las cosas son como son y no de otra manera, se pretende así la búsqueda de la esencia última de las cosas. Existe un problema fundamental aquí: distinguir con claridad el conocimiento de lo natural del propio de la metafísica. En este sentido, se señala que Kant supuso un punto de inflexión al pedir una nueva metafísica no basada en conceptos medievales. Aquella no era crítica, siendo necesaria sustituirla.

Y es que, como advierte un tercer tertuliano, física y metafísica son dos términos antitéticos. La primera, referida a la materia y ajustada mucho más a la lógica y a las matemáticas; la segunda, no obstante, constituyendo el núcleo de la filosofía. Es una ontología que está más allá de lo físico; y lo físico no está aún bien definido. Todo para concluir que no basta con crítico, es necesario igualmente establecer un buen aparato conceptual.

¿Qué tiene de actual la metafísica?, se pregunta alguien. Se contesta que Kant delimitó la ocupación primordial de la metafísica y de la ciencia; y a partir de ahí se ha revolucionado la ciencia. Surge aquí, en relación con esto, el problema de la idea del progreso. ¿La ciencia va a llegar a desentrañar todo sobre la materia o van a quedar misterios? Desde el momento en que la ciencia no puede abarcar todo sobre la materia (más aún, sobre la realidad), la metafísica va a tener un lugar. Se insiste en que la idea del progreso del conocimiento hay que contextualizarla y que subyace en ella una secularización de ideas religiosas.

Hay un cierto consenso a la hora de señalar que es equivocado confrontar física y metafísica. La metafísica se dedica al ser, siendo el ser su fuente de trabajo. Se sostiene que a la esencia de las cosas no se va a poder llegar desde la física, teniendo ahí su contenido la metafísica. Sin embargo, la mentalidad actual es que gracias a la ciencia y la tecnología va a poder ser explicado todo. Pero en 1931, se señala, Kurt Gödel publicó sus dos teoremas de incompletitud, que venían a significar que no existe un método lógico capaz de resolver cualquier problema o demostrar cualquier teorema. Las matemáticas son incompletas, la ciencia también. Y esto porque “ningún sistema consistente se puede usar para demostrarse a sí mismo”, según dice el segundo de los teoremas citados. Existen, además, cuestiones que intrínsecamente no pueden ser resueltas por la ciencia. Se cuestiona igualmente la capacidad de la ciencia histórica para explicar los hechos históricos. Otro participante responde a esto último que la ciencia histórica tiene su método de trabajo, que es a posteriori y no experimental, dado el objeto de conocimiento al que se enfrenta. Añade que en el objeto de análisis de las ciencias naturales y de las ciencias sociales existe un elemento diferencial, la voluntad humana, que hace más difícil el trabajo para las segundas.

Una nueva cuestión se desarrolla en este denso debate. ¿Por qué presuponemos que hay lógica en la materia? ¿Por qué se aspira a la verdad? Quien plantea estas dos preguntas sostiene que no somos los agentes del conocimiento al no poder pensar lo que queremos, existiendo multitud de elementos que escapan a nuestro arbitrio. Sócrates dijo que lo mejor que puede hacer el hombre es conocerse a sí mismo. Pero el hombre no puede dar explicación de sí mismo, ya que lo debe hacer con sí mismo y no lo puede hacer de otra manera. No hay que ser proclive a lo que se entiende por progreso. El hombre se está olvidando de sí mismo, ya que no se conoce. Aún no sabe si es un quien o un qué. Si se conociera bien a sí mismo quizás no se lanzaría a conocer determinadas cosas que tienen un gran coste y un mínimo rendimiento. Concluye este participante con la afirmación de que la base de la estructura molecular humana es desconocida, es decir, no nos conocemos.

Reaparece ahora el problema de los límites de la ciencia. Se duda acerca del origen del hombre. Y esto porque se considera fruto de una serie de acontecimientos que podrían no haber ocurrido. Lo que los científicos llaman evolución es realmente una historia y la historia no tiene explicación. A esta afirmación se le responde que la ciencia trata de saber sobre lo que ha sido y es y no sobre lo que pudo ser.

En este punto el debate evoluciona hacia una digresión acerca de los derechos humanos, considerados por uno de los participantes como muy importantes, al reconocer la dignidad humana. Otro de los contertulios responde afirmando que la humanidad es, ante todo, un concepto zoológico, convertido en otra cosa en un contexto histórico y cultural muy concreto (la Ilustración). Menciona la idea de Carl Schmitt acerca de que quien utiliza el vocablo humanidad pretende engañar. Y esto es así porque quien hace esto pretende interpelar desde una posición moral supuestamente más elevada.■

Artículo relacionado:
Del «ser» y la «nada» y de la «Nada» y el «Ser»

ANÁLISIS DEL TOTALITARISMO (II)

Totalitarismo y democracia.
Modelos de democracia: análisis y crítica. 


Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,
celebrado el 24 de octubre de 2009
http://www.foro-identidad.es/2009/10/analisis-del-totalitarismo-ii.html


Foro Identidad se reúne para debatir de nuevo sobre el totalitarismo, pero esta vez intentando ver si existe la posibilidad de que la democracia esté derivando al totalitarismo o si realmente la democracia es un totalitarismo, sólo que más indoloro, sin campos de concentración y deportaciones masivas, pero sí con una misma finalidad: el control total del individuo y de las cosas sin conciencia de sí (materias primas, infraestructuras, etc.).


Uno de los contertulios hace una introducción, profundizando en la idea de democracia. De esta forma, se hace referencia a la división de poderes e, igualmente, otra referencia implícita acerca de la desaparición de la gran política (la grosse Politik) y su sustitución por la pequeña política. Se plantea entonces la posibilidad de que en las democracias actuales el poder político y partitocrático no haga sino la función de marioneta en un escenario controlado por unos poderes que permanecen en un segundo plano respecto al público, al pueblo. Estas marionetas, estos políticos, que no gobiernan ni ejercen mando real o significativo, sino que sólo administran, serían además los destinatarios de la ira del pueblo, mientras el poder real, posiblemente de tipo plutocrático y cleptocrático, se mantiene cómodamente, en aquél segundo plano, al margen de las críticas.


Hace dos semanas hablamos de que lo que caracteriza a un sistema totalitario es que éste pretende adueñarse de la conciencia y del cuerpo de las personas. Así, en cuanto a la conciencia, que verdaderamente significa “reconocerse uno mismo en sus atributos esenciales y en sus modificaciones”, en un estado totalitario se pretende convertirla en “reconocerse en aquello que aplica el totalitarismo”. De esta manera, en las democracias, todo el mundo se reconoce en los valores universalistas de la Ilustración, se reconoce en la voluntad general, interés general, etc., de la misma forma que en 1936 los alemanes se reconocían en el Nazismo o los rusos en el Comunismo. Por lo tanto, se ve claramente que se pretende alienar a la persona, anular su personalidad, para subyugarla a una visión ajena del mundo, anular su propio interés, eliminar su propia voluntad para hacer y deshacer (es decir, convertir al hombre en algo que se active en lugar de en algo activo por sí mismo): las personas, ciudadanos u hombres no son dueños de su destino y de sus vidas.


Así pues, sería ingenuo no asumir la esencia totalitaria que se respira en las democracias, unas democracias que se nutren del liberalismo y del mercado. En las democracias no hay pluralidad, ni libertad, es todo irreal, solamente «ideas».


En definitiva, para alguno o algunos participantes, comunismo, nazismo y democracia se diferencian en el fin, pero no en la finalidad, que es el control total del individuo.


Volviendo a lo más cercano, los contertulios analizan la realidad social española. Se analiza la manipulación de nuestros medios para determinar opiniones, etc. De cómo no existe una pluralidad política, pues todos los partidos aceptan el sistema y simplemente se diferencian en matices para administrar la riqueza. Se denuncia que no existe una clase política de calidad y que el voto de los ciudadanos no tiene efecto: la democracia española, como la de cualquier otro país democrático, es una pantomima, en el panorama político no existe una alternativa de cambio real, pues todos sirven a los mismos intereses. También se pone de relieve que el poder económico está por encima del poder político, es decir, la alta finanza se ha adueñado del poder político. Este poder político se manifiesta a nivel mundial bajo el acrónimo NOM.


En definitiva, el pueblo no participa en la vida política, el sufragio universal es una mera pantalla. Las instituciones siguen siendo tan rígidas como en el franquismo y los sindicatos subvencionados son más verticales que el propio Sindicato Vertical de cuando el franquismo. Se remata este análisis de la siguiente manera: «La democracia española se ha construido con los escombros del franquismo».■

ANÁLISIS DEL TOTALITARISMO (I)

Esquemas explicativos de 
Alain de Benoist, Hanna Arendt y Eric Hobsbawn 

Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,

La temática que debatimos giraba en torno al totalitarismo aunque, como podrá observarse en el resumen, se deshilachó en varias derivaciones argumentales.

Para comenzar hubo una tormenta de ideas con la cual intentamos delimitar el término «totalitarismo» para saber a qué nos estábamos enfrentando. Para ello había que diferenciarlo con claridad de palabras que pudieran, a priori, provocar equívocos. Así, surgió la necesidad de discernir entre «autoritarismo» y «totalitarismo». La primera de las formas de ejercer la autoridad o el mando se entiende como aquello que procura domeñar los cuerpos:, la fuerza de trabajo; pero el segundo de los términos, el totalitarismo, pretendería subyugar tanto el cuerpo como la propia conciencia y pensamiento del sujeto.

Bajo la óptica de Benoist el «totalitarismo» se enfoca como un fenómeno moderno. Aún así algunos miembros asistentes al debate exponen cómo en las democracias liberales (y economía capitalista), donde se supone que la libertad es el valor sagrado, se están dando los esfuerzos más serios de manipulación de masas mediante el control mental: ya sea utilizando como herramientas la TV, el marketing, el cine, etc. Por ello, si totalitarismo es Nazismo y Comunismo, también lo es el «Nuevo Orden Mundial» que se quiere imponer bajo sus premisas universalistas nacidas de la Ilustración. Si de alguna forma puede definirse entonces la palabra «totalitarismo» es como aquella forma de ostentar el poder que pretende el «control total» sobre todas las cosas, sean animadas o inanimadas, hacer todo calculable y previsible, conseguir que todo quede englobado bajo una autoridad de «poder absoluto»; es decir, un gobierno totalitario aspira a sustituir a Dios, pues no sólo se expresa mediante la política, sino que los totalitarismos ofrecen una nueva dimensión religiosa del mundo, ya sea esta materialista o espiritual. Como no, el Islam… todo monoteísmo, se puede enfocar como fenómeno totalitario, de hecho lo es, porque quiere controlar el cuerpo mediante el pecado y el espíritu y la conciencia mediante la fe y el avasallamiento a un Ser Supremo o Superior.

Bajo términos morales, se aplica una dicotomía entre bueno y malo aplicado al nazismo y el comunismo. Por encima de todo, aquellos que actuaron bajo un sistema u otro siempre pensaban que hacían lo correcto. Sin embargo, es sabido que el comunismo ha causado un mayor número de muertes y cometido más crímenes, más que los cometidos o achacados (a los perdedores se les imputa de todo, hasta de lo que no han hecho, algo que hay que tener en cuenta) al nacionalsocialismo. Al nacionalsocialismo se le hace responsable de 25.000.000 de víctimas, y es porque se le otorgan no solamente 6.000.000 de judíos muertos en campos de concentración, sino todo el resto de las víctimas mortales habidas en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, al comunismo se le achacan cuatro veces más víctimas, 100.000.000. Es decir, una mentalidad moral podría decir que el comunismo es 4 veces más malo que el nazismo, sin embargo, como se ha aceptado la idea de que el comunismo servía a la democracia verdadera o más perfecta, de que tenía buenas intenciones y era una propuesta para perfeccionar al Hombre, ser comunista no es motivo de escarnio, escarnio que si merece, al parecer, el ser nacionalsocialista. La conclusión es que no hay que buscar orígenes de maldad absoluta. Nos podríamos preguntar, ¿cuántas víctimas son achacables a las democracias o sistemas liberales? No serían pocas las víctimas. Otra conclusión sería que triunfa la moralidad de la víctima y del vencedor y que todo parece bueno y justificable, aunque se hable de un crimen (parece ser que hay crímenes buenos, son los llamados un «mal menor»), ante toda la maldad atribuida hasta la exacerbación al derrotado, en este caso al nacionalsocialismo, que siempre es ofrecido como una expresión infernal y un arquetipo de maldad, cuando es posible que no fuera tan dañino como otros piensan. Al menos así reflexionó y argumentó uno de los miembros asistentes al Foro. Concluyó diciendo que no podemos permitir las taras del sistema actual por muy lleno que nos tenga el estómago; el que haya sistemas peores, o que se llaman peores, no quiere decir que dejemos que las democracias hagan lo que quieran. La democracia tiende al totalitarismo.

Un análisis que trata de explicar este reparto de papeles y que fue expuesto en el debate es el que sigue. Se observa, en primer lugar, la funcionalidad política de dos muy concretas teorizaciones historiográficas sobre el fascismo (o el nacionalsocialismo). Los historiadores liberales agrupan comunismo y nazismo bajo el concepto genérico de totalitarismo. Mientras, los historiadores marxistas acostumbran a identificar el fascismo con una de las etapas del desarrollo del capitalismo, agrupando de esta forma capitalismo liberal y marxismo. El fascismo es etiquetado como lo peor posible y cada uno trata de vincular al régimen sociopolítico rival al fascismo.

Pero, ¿cuál es la explicación de este etiquetamiento del fascismo? Pues bien, ésta se encuentra en la secularización de los valores y filosofemas de procedencia judeocristiana que define a la Modernidad. Este proceso de secularización genera automáticamente un lugar simbólico negativo que debe ser ocupado por una realidad contemporánea. De esta manera, se establece una dicotomía entre los que favorecen la realización de la historia conforme a la secularización descrita (liberales y comunistas, que son rivales pero no enemigos) y los que se oponen (el fascismo).

Esto es lo que explica que las imputaciones de criminalidad al fascismo fueran realizadas a priori. Antes de tener algún poder, el fascismo fue imputado como criminal. Mientras, una ideología realizada tan sanguinaria como el comunismo, aún a posteriori de una criminalidad probada, goza de una legitimidad que no cede. Al fin y al cabo cabe entender esta legitimidad como emanada de un ideario milenarista derivado del judeocristianismo y presunto portador del bien absoluto. A pesar del terror rojo. Y esto explica que Hobsbawm califique al fascismo de subversión deliberada de la civilización, mientras el comunismo, que desde un momento inmediatamente posterior a la toma del poder comenzó a mostrar su carácter criminal, parece formar parte de esta civilización. Es evidente que este análisis rebate algunos de los esquemas de Alain de Benoist. También que los efectos históricos de un relato falso son verdaderos.

Democracia y liberalismo guardan un nexo común con el comunismo, ambas se piensan herederas de la Revolución francesa y de sus valores universales. Éste es uno de los motivos por el que el comunismo no tiene tan mala reputación, a pesar de que bajo este sistema político se asesinaron sistemáticamente, judíos, «kulaks», cosacos, etc.: el nacionalsocialismo no hizo nada nuevo, los métodos de aniquilación los herederó del comunismo. Democracia, liberalismo y comunismo comparten los mismos ideales emancipadores para con el hombre. Se presentan como sistemas salvadores del hombre, salvaguardadores de la humanidad. Uno de los miembros sentencia con «no es más que mera hipocresía, a la vista está lo que hay en realidad».

En definitiva, el fracaso del nazismo tras la Segunda Guerra Mundial legitimó e hizo más fuerte al comunismo, lo mismo que el fracaso del comunismo soviético ha legitimado a las socialdemocracias para mostrarse como abanderados totalitarios bajo el NOM (llámese este G20 o G7, como se desee) y hacer del mundo lo que quieran. Por lo tanto, en la actualidad vivimos bajo un totalitarismo de baja intensidad en el sentido de que no te maltrata físicamente, pero que se muestra más cruel porque te compra y te maltrata mediante el mimo para anular tu voluntad o hacerte obediente al sistema. Asimismo, el NOM crea enemigos, crea antagonistas, genera guerras, pues necesita de la inestabilidad para controlar aún más y hacer creer a los demás de que dicho control es para su seguridad. En los últimos 100 años ha sido mayor el número de acontecimientos bélicos declarados por los países desarrollados de sistemas liberales que los de cualquier otro sistema; solamente un gobierno democrático ha legitimado y justificado con toda su bondad el asesinato sistemático de millones de japoneses gracias a la bomba atómica, etc.

¡Cuidado con los buenos!■

DICTADURA MUNDIAL, GLOBALIZACIÓN Y MERCADO

Resumen de uno de los debates de FORΦιDENTIDΛD,



Antes del comienzo del debate, como suele ocurrir por protocolo, uno de los convocantes de la tertulia, miembro de Foro Identidad, hizo una breve introducción sobre el tema a tratar. Se expuso así un pequeño esbozo inicial sobre la dictadura mundial, la globalización y el mercado.

Comienza el debate siendo cuestionada por parte de uno de los contertulios la presencia de uno de los tres textos propuestos para el debate, que lleva como título «La dictadura de lo políticamente correcto», texto que se extrajo del periódico digital EL MANIFIESTO. Dicho contertulio califica dicho artículo como "proveniente de un diario filofascista" y se lamentó que una asociación como Foro Identidad dé lugar a dicha prensa. Argumentaba que una asociación democrática no puede dar cabida a esos artículos tan ofensivos, según su criterio. Otro de los contertulios le responde que lo de filofascista es una subjetividad suya, que Foro identidad no es un partido político, sino una asociación filosófica y de crítica social, donde no hay lugar para la censura, y menos en nombre de la democracia, y que ser democrático reside en dejar que los demás se expresen libremente, te guste o no te guste lo que se diga. Y que, precisamente, cuando se conoce si alguien verdaderamente respeta la libertad de expresión es cuando deja que se expresen los que no piensan como él. Por otro lado, otro lo de los contertulios remarca que en Foro Identidad se han recomendado textos para su lectura de muchísimas plataformas con diferentes ideologías, por lo que no entiende el porqué de la queja ni el cuestionamiento de Foro Identidad sobre su línea ideológica, asociación totalmente imparcial y neutral y que no es sino un terreno de juego, una especie de cancha dialéctica, donde cada cual, libremente, puede expresar sus opiniones.

Otro de los asistentes subrayó que no es buena forma de empezar un debate atacando de esa forma. ¿Qué es el fascismo? ¿Qué es el liberalismo? ¿Qué es qué? Hay que tener cuidado con el mercado del lenguaje, según este contertulio, pues cada cual escoge de dicho mercado lo que mejor le parece y lo aplica a cada palabra. Esto hace hincapié en la subjetividad de aquél que alegremente calificó de filofascista el diario digital El Manifiesto, concluyendo este contertulio que «no hay mayor dictadura que no aceptar la diversidad de opinión e ideología».

Se continuó hablando de la democracia actual como de una "dictadura de lo políticamente correcto". Se piensa, por parte de uno de los debatientes, que nuestra democracia tiende al pensamiento único. Es decir, la democracia tendería a su propia destrucción y disolución.

Otro de los presentes señala que la globalización es una realidad y que tiende a la homogeneidad. Representa, según él, la tiranía del liberalismo. La globalización, dice, se dio a finales del s. XIX y las dos guerras mundiales posteriores dieron con ella al traste, siendo, sin embargo, desde la caída del muro de Berlín, retomada. Por lo que la globalización no es un fenómeno nuevo. Pero otro de los contertulios fue mucho más lejos y dice sin tapujos que "la globalización empieza en 1492" porque los españoles querían ampliar su modelo en el otro lado del Atlántico, y esto sin olvidar el fenómeno teocrático, ecuménico por excelencia y muy relacionado con la conquista de América. Toda ideología que tiene el poder tiende pues a la globalización, al totalitarismo. Entonces, ¿cómo puede un mundo globalizado ser democrático? Aceptando la diversidad de ideas y opiniones, dijo uno de los presentes. ¿Pero sería eso globalización?, dijo otro de los contertulios. La globalización es un fin que persigue todo universalismo, es el sueño ilustrado del siglo XVIII. Esta globalización es el triunfo de dicho modelo. Pero otro de los debatientes cuestionó la globalización, hasta el punto de plantear: ¿Es posible la globalización? ¿Es posible la alianza de civilizaciones? Dijo que es un mito, que es ficticio, que es el precursor de una nueva dictadura, una reducción de todos a lo mismo, porque ¿qué tienen en común un europeo y un indígena australiano? Lo que es bueno para nosotros tal vez no lo sea para el indígena. Por lo tanto, es evidente que la globalización no sea posible como fenómeno democrático, pues una globalización es por definición, dice, homogeneidad y no el reconocimiento de las diferencias, significa la imposición universal de un modo de pensar único.

Sin embargo, siguiendo con la globalización, se dice que es un proceso y se destaca su «inevitabilidad». Es evidente, se dice, que existen fenómenos que nos afectan a todo el mundo literalmente, como el cambio climático, la economía, etc. Pero sentencia diciendo que lo más global, lo que más tenemos en común, es la misma VIDA, es la relación ineluctable que tiene todo hombre con cualquier otro hombre, o todo hombre con cualquier otro animal. Luego continúa diciendo que existen varios tipos de globalización, una económica y otra social. La globalización tal como la estamos experimentando es económica, donde las trabas arancelarias para con las mercancías son más baratas, lo que hace que el comercio tenga menos costes, pero no social, pues dicha globalización social aboga por la eliminación de las fronteras o la libre circulación de personas por dichas fronteras. Si se diera la globalización social y económica entonces sí estaríamos hablando de una verdadera globalización, de una globalización total.

Otro de los miembros asistentes remarcó que no solamente existe una globalización económica o social, sino también una del derecho. Dice que el derecho hará libre al hombre, algo muy cuestionado por otro de los asistentes, que dice que el derecho no hace libre al hombre, sino que da fuerza a una oligarquía, oligarquía que será la conclusión de la dictadura que presupone será la globalización, un sistema gobernado por unos pocos donde el dominio no conoce frontera. Concluye exponiendo que por lo tanto el derecho no es garante de la democracia. Cada cultura tiene un derecho. En la globalización se ve implícito que un derecho se habrá de imponer a otro derecho, y desde luego ningún derecho es superior a ningún otro derecho: se tiende a la LEY única. Y una ley es tiránica y dictatorial cuando no es justa para con todos. El mundo es diverso, en el mundo existen diversidad de pueblos con diferentes formas de pensamiento, y una LEY única no puede ser justa para todos, cada pueblo necesita su propia LEY. En este plano, uno de los asistentes menciona la carta de los derechos humanos, que simbolizaría una Ley Mundial. Pero como es evidente, dichas leyes con vocación universal no se respetan.

Se vuelve al tema de la democracia y se lleva a debate a la ONU, que se presupone es un modelo de democracia pues da cabida a todos los países, al margen de su ideología, forma de gobierno, etc. Pero en el consejo de seguridad hay países con privilegios, como el derecho a veto, lo que no es muy democrático. Además, la ONU se muestra tiránica, pues representa solamente un tipo de valores donde el poder de todos los países no es el mismo, es decir, en la ONU existe un poder asimétrico entre los diversos países. Luego es evidente que casi nadie respeta los acuerdos que se dictan. La ONU es un organismo fallido, pues al final la diferencia de intereses se impone al interés común universal que pretende alcanzar la ONU y supuestamente sus integrantes. Los países integrantes en la ONU son sin dar lugar a fallo unos hipócritas. La ONU no representa ningún poder; uno de los contertulios sentencia diciendo que el verdadero poder lo regenta el G8 y ahora el G27, es decir, toda la oligarquía mundial.

La globalización ha traído grandes beneficios para los países desarrollados, sin embargo no ha sido así para los más necesitados. Precisamente África, el continente con mayores recursos naturales, no ve el beneficio que supone el tener toda esa riqueza. La globalización económica ha servido para expoliar a África de forma más barata.

Siguiendo de nuevo con la democracia se habla de que el individualismo es base también de la democracia. El anarquismo representa en cierta medida la democracia radical. Un ejemplo de democracia, se remarca, es Internet. En dicho soporte cada cual puede expresarse como quiere y es una de las herramientas que sin duda, dice uno de los contertulios, ha acelerado el proceso de globalización, también a nivel social, pues está acercando a la gran diversidad de culturas. Internet consigue que las distancias se reduzcan.

Pero otro de los contertulios cuestiona la democracia. ¿De verdad es tan buena la democracia? En una sugestiva intervención expone que en el debate se ha dado por supuesto el hecho de que la democracia es buena y que para un análisis no habría sido necesario tales niveles de moralización. La democracia como tal no existe, no existe ningún pueblo soberano. Nuestras democracias se muestran tiránicas, censuradoras, manipuladoras, etc. El Estado ejerce una fuerza coactiva sobre el individuo, ya sea mediante la publicidad, la propaganda, la televisión o el aplastamiento económico mediante la subida de impuestos o la privatización de espacios públicos al individuo o una sociedad entera. La democracia no es «libertad de todo» como la han querido dar a entender, es en todo caso el modelo de libertad de unos o el de no libertad de otros; democracia es simplemente una palabra mitificada en exceso a la cual se le han anquilosado conceptos calificados de bondadosos como "derecho", "libertad", etc. Por ello la democracia no se cuestiona, por ello muchos ni siquiera se plantean el criticarla: «no criticar la democracia, no verla como un sistema dictatorial más, forma parte del discurso o de las formas de lo políticamente correcto».

De lo anterior se deriva ya asuntos más alejados del tema que se debate en apariencia pero que esconden fuertes lazos de conexión. Por ejemplo, se habla de la crítica. Se dice que la crítica se somete al pensamiento, no a la emoción: «el pensamiento es crítico, la emoción moral». El que una sociedad sea más o menos crítica va en consonancia con la madurez de dicha sociedad y por lo tanto con su estatus de libertad o no libertad. Una sociedad embotada de placeres se ha demostrado que pierde toda posición crítica, pues ésta requiere un esfuerzo: es uno de los motivos de la decadencia de Occidente. Tanto entretenimiento fomenta el aborregamiento de la sociedad. Vivimos en la dictadura de la sociedad de bienestar, donde se ha de estar agradecido siempre por tener el estómago lleno. El Estado o aquel que te da trabajo parte siempre de una posición de bondad, el ciudadano debe por lo tanto apreciarlo y estarle agradecido. La sociedad del Bienestar es tirana en cuanto te tiene engatusado y dominado mediante el mimo. En otras sociedades, sin embargo, el dominio se ejerce mediante el hambre: en esas sociedades se hace más complicado el pensar porque las necesidades básicas no están cubiertas; en las nuestras el pensamiento intenta mantenerse ocupado en vicios y frivolidades.

La matriz de la cultura es la sociedad, dijo uno de los asistentes. Esa base de la sociedad la construyen una serie de "soportes" comunes en todos los hombres. Pero dice que ese soporte o pensamiento ha de fundarse desde la naturaleza porque todo pensamiento es biológico: «no puedo pensar sin mi cerebro, y el cerebro es biológico». Concluye la elaboración de la idea diciendo que una cultura es la unificación de las ideas comunes y que ésta es una realidad biológica. Esto no impide su reconocimiento del individuo, es decir, entiende como cultura una serie de ideas comunes, es algo que define a una sociedad, país o pueblo, pero cada ser tiene su particularidad y merece respetarse. Contra esta idea de que el hombre es totalmente biológico otro de los contertulios le rebate señalándole que está en un error, pues entiende, éste último, que el "pensamiento" es una realidad nueva alejada de lo biológico: habla de dualismo entre materia y espíritu (entendido espíritu como pensamiento). No se piensa sólo con el cerebro, dice, el cerebro sólo relaciona datos. Sentencia diciendo que "tú casualmente eres biológico", por lo que la sociedad no es una realidad biológica. Se definen claramente dos posturas contradictorias, una física o materialista, incluso nominalista, y otra metafísica o idealista, incluso realista (en oposición a nominalismo). Esto puede estar muy relacionado aunque no lo parezca con el tema tratado, pues si asumimos que la globalización se está construyendo bajo conceptos universalistas puede entenderse que estamos construyendo el mundo bajo «universales» como HOMBRE, HUMANIDAD, etc., que no tienen soporte biológico, que no existen en el mundo, pero que si existen como abstracciones, como pensamientos originados por el Hombre, quien les da una realidad en el mundo, en la misma medida en que puede ser real Dios; es decir, no son reales en cuanto realidad, sino que se les da una realidad: el mundo virtual. La primera postura aboga por construir el mundo desde el mundo mientras que la segunda desde lo espiritual (el pensamiento), con la abstracción, con lo metafísico e ideal.■

Nota: Respecto al último párrafo, se califica una de las posturas como "idealista". Dicho contertulio me aclara que no es así realmente y me hace llegar la siguiente aclaración: «no me estoy refiriendo a una realidad imaginaria o utópica fundamentada en conceptos o ideas sino a un soporte o sustrato material que permite la aparición de una realidad mental que posibilita la construccción de un nivel nuevo de existencia a partir del cual surge un ente pensante que puede racionalizar el mundo que le rodea. Es una nueva realidad que permite que surja un nuevo nivel cósmico,una esfera donde lo mental-racional-pensante tiene existencia propia al margen del soporte biológico o virtual en el que se pueda dar ».

Arte, titiriteros y simulacro: ¿Sigue vigente la Caverna de Platón?

Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 29/11/2008
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Comenzamos el debate haciendo una nueva interpretación sobre el Mito de la Caverna, o mejor dicho, haciendo una pequeña matización sobre la codificación del significado de las sombras. Si las sombras representan el simulacro o la plasmación de tal, la parodia de lo real, hemos de tener en cuenta que a la imagen enfocada ha de añadírsele la interpretación, por lo que las sombras proyectadas no son simples sombras, sino una idea distorsionada con una interpretación (siempre interesada); y con tal estructura llegan a los individuos de la sociedad. Con lo cual, a la sociedad se le prestan ideas ya digeridas y pensadas para que no tengan que esforzarse en codificarlas o criticarlas (pues ya se muestran como ciertas en muchos casos): el simulacro no quiere únicamente entretenerte, también quiere que pienses lo que ellos quieren, es decir, que no pienses.

Esta nueva faceta del titiritero, portador de imágenes y de mensajes en un solo “objeto de proyección”, puede tener su naturaleza entre la política, el sector económico, los medios de comunicación, la docencia… Prestando mayor atención a los dos últimos elementos citados, nos encontramos con unos medios de comunicación que son capaces de exaltar cualquier debilidad humana mediante el miedo, el pánico, el estupor. Estos medios cuestionan la autoridad familiar, ¡¡son los auténticos dinamitadores de la familia!!: la hecatombe estructural social está asociada con la modernidad pero viene tramitada para un plan en concreto: el individualismo extremo, el consumo desmesurado, la contaminación del espíritu mediante deseos vacuos, etc. Por otro lado, la docencia se convierte en un arma política, por lo que ésta sirve a unos intereses que pueden entreverse en los temarios. Los docentes dedicados al noble ejercicio de enseñar se convierten así en involuntarios titiriteros que a veces carecen de toda libertad para ejercer su labor. El simulacro se presenta pues como la plasmación de una irrealidad controlada por el poder audiovisual y la política mediante la docencia, entre otros factores siempre relacionados entre sí.

Para concluir, hacer referencia al arte como otro elemento dentro del simulacro, el “elemento decorativo” de la “caverna”, pues a tan baja naturaleza la han reducido: a “elemento decorativo”. Más que elemento es un medio o las dos cosas. El arte que vivimos se encuentra en plena decadencia, pues ésta obedece a las tasas de mercado. Las ideas que nos venden en estas obras vienen contaminadas por el sistema gobernante, incluso nos enseñan obras teóricamente rebeldes que no los son tanto. Las Editoriales por lo común vienen asociadas a un poder político o a una ideología y como tales proyectan las ideas a su interés siendo un mero espacio más simulado.

En definitiva, el arte viene dado sin arte, la cultura sin cultura, lo real sin lo real.■

Fahrenheit 451: Control Mental y eliminación del espíritu crítico (II)

Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 7/02/2009
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Una semana más nos proponemos abordar el mismo tema debido a la gran expectación que ha suscitado y al gran interés dado por los propios miembros de la asociación.

Uno de los contertulios comienza el debate hablando de Rosset, haciendo alusiones a un fragmento de su obra La Fuerza Mayor donde habla sobre la esperanza. “La esperanza”, dice, “es pasiva y amuerma”. Sostiene que de alguna forma los medios de comunicación, los políticos, incluso el propio arte, nos llenan de ideas de esperanza, para que esperemos a nuestros “héroes” a que solucionen los problemas. Este asunto, sin duda, está derivado del bienestar social (condicionado) que vivimos, un bienestar con el que nos chantajean constantemente ante la idea de su pérdida. Esto provoca miedo, y desde el miedo es como pretenden controlarnos, o así se desprende del argumento expuesto por este contertulio. Así pues, miedo es la clave, un miedo que puede derivar al trauma, y que va encaminado a la manipulación y a la parálisis del individuo.

Cómo no, hablamos del Instituto Tavistock, del cual el mismísimo Freud fue mentor. Ellos, se piensa, son los progenitores del control mental moderno.

En el libro Fahrenheit 451 se desarrollaba y se anticipaba la dictadura de la televisión que hoy se sufre, de televisión como antónimo de libros y cultura dada la televisión realmente existente (no la que podría ser). De todas formas, el medio, la televisión, tiene algunas características técnicas que le hacen aparecer como totalitario, independientemente de los contenidos, pues quiere abarcar todo, toda la realidad de las personas. Además, como medio de entretenimiento, nos quiere hacer sentir cómodos ante la perspectiva de ser vigilados, ante la perspectiva de que controlan lo que vemos. Y no olvidemos que la televisión tiene la principal característica de relajar la mente, de anestesiarla: te ayuda a no pensar, te ayuda a ser lo que ellos quieran. La televisión, pues, como el más pernicioso de los inventos modernos, como la gran máquina de propaganda, como la gran dinamitadora de una sociedad sana y fuerte.

En el libro también se habla de unos automóviles que circulan a gran velocidad por la ciudad. Sin llegar a tanto, en las actuales ciudades sufrimos un tráfico y, sobre todo, una planificación para el tráfico automovilístico, que subordina la circulación de las personas a la circulación de vehículos, fraccionando la ciudad y debilitando las relaciones sociales. Y es que más que nunca hoy vemos cómo la individualización ha sido masificada. Las formas de relacionarse son distantes y sobre todo mercantiles. Posiblemente nos relacionemos más con el jefe de algún supermercado o de una joyería que con un familiar o un amigo. Tal vez sea exagerado, pues aún pueden verse cafeterías llenas, así como restaurantes, donde la gente se relacionan amistosamente, aunque quede bajo fondo el lujoso hecho de consumir. Además, esos coches rápidos simbolizan nuestra prisa constante, esa voluntad de inmediatez, de tenerlo todo al ya. Esa individualización está siendo agravada igualmente por un uso irresponsable de internet, que deja más que patente una nueva forma de relacionares, alejada del contacto cercano y amistoso.

Para concluir, uno de los contertulios citó los tres puntos para hacer posible la libertad, puntos expuestos en Fahrenheit 451:

- Calidad de información.
- Ocio para asimilar la información.
- Derecho a aprender.

Como veréis, de esos tres puntos rara vez se cumplen alguno, por mucho que nos vendan ciertos medios de comunicación que dan calidad de información.■

Fahrenheit 451: Control Mental y eliminación del espíritu crítico (I)


Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 24/01/2009
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Los miembros de Foro Identidad podríamos haber elegido para este debate otros muchos libros o películas. Así, podríamos haber tratado la perspectiva de Orwell en 1984, o la de Un Mundo Feliz de Huxley como aportadora de elementos de distopía donde existe el control mental (hipnopedia), o bien se podría haber sugerido El Show de Truman(film dirigido por Peter Weir) u otra gran obra como Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco (escrita por Ken Kesey y llevada al cine por Milos Forman), donde también se tratan elementos como el control mental y la eliminación del espíritu crítico. Pero hemos preferido elegir otra obra maestra, Fahrenheit 451, novela escrita por Ray Bradbury y llevada al cine de la mano del francés François Truffaut el año 1966. En esta película la eliminación del espíritu crítico se pretende conseguir con la quema sistemática de libros. ¿Qué mejor forma de control mental que privar al hombre de las herramientas del arte y de la cultura, despertadores de conciencia y de espíritu de lucha y crítica? De igual modo, en esta película observamos como la televisión tiene un papel primordial a la hora de mantener el control mental, siendo el centro de las vidas de los habitantes de la distopía Fahrenheit 451. Así pues, bajo estos presupuestos, Foro Identidad aborda un tema de gran actualidad, que sin duda parecerá recurrente, pues no es la primera vez que ha sido llevado a debate (ya sea de pasada o directamente). Se trata un asunto con una gran importancia en el mundo contemporáneo que nos ha tocado vivir, donde vemos presente un retroceso de las libertades y un mayor abuso de la televisión, con un repliegue constante en la iluminación de las conciencias; y no me refiero a iluminación en sentido místico o religioso, sino iluminación en sentido de facultad para responder a la realidad con los ojos bien abiertos.

En nuestra sociedad la televisión es el gran agente nocivo, es el gran imbecilizador, el gran idiotizador de masas a gran escala; es, en definitiva, la droga hipnótica que nos deja agarrados al sofá, inmóviles y pasivos. La televisión ha sustituido a la familia (promueve sin decirlo o “saberlo” la eliminación de la familia), ya no son los padres los educadores, sino seres que aparecen tras la pantalla. Esto promueve la individualización extrema, el ver a las figuras paternas como meros desechos coartadores de libertad. La televisión, igualmente, promueve la inculturalización: su fin es lucrativo. En ella vemos el reflejo de nuestro mundo insano: consumo brutal, comida basura, programas de televisión estúpidos, estética de cirugía, etc. Pero cómo no, la televisión también tiene sus pequeñas islas de calidad audiovisual… ¡Pero vaya!, lo ponen a unas horas… (Como para disimular)

La televisión, como agente nocivo, anula al individuo, le alimenta a base de manducatoria para sus pasiones más escatológicas, pues hoy en día ha de entenderse al hombre como a un ser pasional sin conciencia, como a un mero ser material sin luces en su cabeza, a meros robots teledirigidos. Hoy vivimos nuestra propia distopía particular que si lo contáramos hace 2000 años, o sólo 200, pensarían que estamos ante una ficción, de la manera que podemos entender hoy en día como ficticio Fahrenheit 451; pero ¿realmente es ficticio? Para nada.

Otro mecanismo que está contribuyendo al control mental y a la eliminación del espíritu crítico es la educación, que ha sufrido una acusada degradación. Qué mejor forma de controlar las masas que desde su infancia. Sin educación no hay posibilidad casi de que surjan espíritus críticos, artísticos, etc. Se premia el mínimo esfuerzo en masa… quién sabe si para favorecer a ciertas élites.

Y así vive el Hombre, a oscuras, deseando levantarse por las mañanas para ver qué ponen en la tele, mientras los libros (hoy aún no quemados) nos miran como objetos meramente decorativos desde las estanterías.■

Los grandes pensadores: Zenón de Citio y la doctrina estoica.

El estoicismo desde la antigüedad hasta nuestros días.
Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 18/04/2009
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Durante el sábado 18 de abril en el Antiguo Asilo, donde nos hemos reunido para charlar, discutir, debatir y aprender sobre el estoicismo y lo que ha supuesto en nuestra historia, desde antiguo hasta la actualidad, hemos disfrutado de una de las tertulias más amenas, alegres y densas en reflexiones e ideas que pueda recordarse en Foro Identidad. Asimismo, fue un debate que destacó por su cordialidad y preponderante respeto, además de por la gran presencia de muchos miembros, que sin duda enriquecieron con sus visiones e ideas o diferentes perspectivas el debate, nunca exento de polémicas y de la siembra de dudas y preguntas. En este sentido, los miembros de Foro Identidad somos un tanto vacas, un tanto campesinos y un tanto mineros: vacas porque rumiamos, campesinos porque sembramos (conocimiento) y mineros porque buscamos las piedras preciosas (si las hubiera) de cierta verdad.

Empezamos hablando sobre el estoicismo griego en su esencia, hablando de su idealización de la virtud en el sufrimiento, pero no por el mero hecho de sufrir, sino de vivir asumiendo con resignación que la vida es sufrimiento, y por lo tanto, dándole al sufrimiento una idea de respuesta para afrontar la realidad. También destacamos la máxima estoica del dominio de sí mismo, del dominio de las pasiones y de los deseos y su idea cosmogónica u ordenadora del Universo, consumada en la idea del Logos, una Inteligencia Superior que integra toda la Razón y manifestación natural. El Logos es una idea que va en sintonía con todo el mundo griego, ya sea con el Nous, el Ápeiron o la Idea de Bien de Platón y Demiurgo, de Platón.

Históricamente, nos han enseñado que el epicureísmo y el estoicismo son escuelas antagónicas; sin embargo, ambas visiones se diferencian en la forma, pero no en la base, pues ambas articulaban una visión materialista del mundo donde la tranquilidad y la libertad se conseguían en la negación de la vida material (como fin para la felicidad y como clara influencia del cinismo filosófico) y en la ataraxia, además de hacer un gran énfasis en la razón. Por lo tanto, ¿en qué se diferencian ambas escuelas? Pues en cierta tesis ética. Si el ideal epicúreo se destaca por la moderación en los placeres y en una filosofía hecha para conseguir la felicidad, el estoicismo habla de dominio de los deseos, de resignación y de afrontar la realidad sufriente emanada del Logos, que debe entenderse como una ley suprema que determina al hombre y a todo lo habido en el Universo.

Derivando, nos encontramos relacionando el estoicismo con el cristianismo. Se intuye que el cristianismo recogió ciertas ideas estoicas, que plasmó, tal vez de forma superlativa, en el martirio y en la veneración del hombre sufriente y todo sacrificio. Esta idea, de veneración del sufrimiento creo que, sin embargo, se aleja del estoicismo pues, como ya se ha indicado, el estoicismo no es veneración del sufrimiento, sino asunción de que la vida es en sí un constante sufrir, un dolor eterno, hablando metafísicamente, y que la felicidad sólo puede conseguirse con la razón (que es seguir las leyes naturales, según los estoicos) y la resignación.■

Epicuro o la moderación en el placer ¿Son aplicables a nuestra época las soluciones de Epicuro?

Resumen del debate celebrado por la Asociación Foro Identidad el 21/02/2009
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Sobre el asunto que me aventuro a desarrollar, tema de debate en Foro Identidad y que en cierto modo ya se trató en dos ocasiones de la mano del utilitarismo, hemos de hacer dos distinciones muy claras entre dos doctrinas inclinadas al placer (hecho que desmitificaremos, al menos en cuanto a Epicuro se refiere), y es que los epicúreos eran hedonistas racionales, frente a los hedonistas egoístas, que eran los cirenaicos. Los primeros pensaban en la moderación de los placeres, los segundos en su propia conveniencia. Los resúmenes de los debates sobre utilitarismo de Foro identidad podéis encontrarlos en los siguientes enlaces:

- http://foro-identidad.blogspot.com/2007/04/el-utilitarismo-la-conducta-correcta-es.html

- http://foro-identidad.blogspot.com/2007/04/prximo-foro-sbado-28-de-abril-de-2007.html

En la tarea de desmitificar el encasillamiento de Epicuro respecto a lo que he denominado arriba un hedonismo egoísta o craso, uno de los contertulios destaca que cómo puede tratarse a Epicuro como Hedonista si de lo poco que se conoce de él (que no llegará ni al 1% de su vastísima obra) ni siquiera trata en su totalidad el tema del placer. Otro de los contertulios resalta que Epicuro buscaba un equilibrio de los placeres (moderación de las pasiones) mientras que otro de los miembros de Foro Identidad hizo hincapié en que la filosofía de Epicuro no se basaba en el placer, sino en éste como un medio, y que el auténtico objetivo que perseguía Epicuro era la felicidad.

Epicuro, como filósofo y científico de la época, era materialista, -con las excepciones notables de Platón con su Idea de Bien que él define como más allá de toda esencia y, por tanto, inmaterial y algún otro “espiritualista” como Sócrates y su idea del alma que sobrevive al cuerpo o el gran Aristóteles con su idea de motor Inmóvil o Acto Puro sin potencialidad, es decir, sin materia, la cual siempre es potencial o con posibilidad de adquirir algo que le falta-.

Epicuro es precursor del utilitarismo: «Hay felicidad cuando hay placer». La felicidad se concibe de esta forma como finalidad de la vida o de la historia personal.

Epicuro planteaba un saber vivir, una filosofía para la vida en la que proponía la amistad para la propia seguridad del individuo y así que no se viera en contingencia o amenazada la imperturbabilidad del alma, que era el éxtasis epicúreo.

Estas serían prescripciones de un hombre cansado, como bien diría otro de nuestros contertulios, un hombre pasivo que ve en la acción una forma de fastidiar su vida conservadora (no en sentido político, por supuesto, sino estético y material: el propio Epicuro decía que había que huir de los políticos, siendo éstos agitadores de la imperturbabilidad). Tal era la desesperanza de Epicuro; no esperaba nada, si por él fuera se habría inmovilizado en el tiempo; o así entendemos a Epicuro con lo poco que podemos leer de él gracias a Diógenes Laercio (¡cuánto se habría perdido en el olvido si no hubiera sido por él!) y a unos pocos más.

En definitiva, a Epicuro se le encasilla como hedonista por lo poco que ha quedado de su obra, y de lo que dice tal vez sólo el 20% se pueda clasificar en esos términos. Así pues, qué mal empleo de la figura de Epicuro, que tal vez fuera una cosa distinta si conociéramos toda su obra, que al parecer fue vastísima. A Epicuro se le juzga en definitiva como por una frase, lo que se puede considerar una gran injusticia, pues para hablar de Epicuro hay que tener presente algo: de él no sabemos nada, o lo que es lo mismo, lo más importante de Epicuro ardió en las llamas y sólo nos ha quedado un pequeño aullido o suspiro sobre su persona.

A la pregunta: ¿Son aplicables a nuestra época las soluciones de Epicuro?; no sabría qué responder, y he de decir que en el debate no quedó nada clara su respuesta. Sin duda alguna, hoy en día, más que nunca (quién sabe) el hombre vive volcado en el placer, tal ha sido el éxito de las filosofía materialista del utilitarismo, por ejemplo, deudora de Epicuro en cierto modo, y de algunos más, que se instalaron tanto en el marxismo como en el liberalismo, haciendo hincapié en la calidad de vida que procura una vida material y física. Epicuro, sin embargo, se echaría las manos a la cabeza, pues él, inmediatamente, y entendiendo a éste como un moderador del placer, intentaría poner freno a tanto desparpajo e invitar a los hombre a vivir en el equilibrio. Para este filósofo sería una ruina este mundo donde habrían ganado los hedonistas egoístas.■

LA CRISIS Y EL ESPEJISMO MUNDIAL: ¿es nuestra felicidad un artificio?

Resumen de debate de la Asociación Foro identidad del 1 de noviembre de 2008:
El dinero es deuda



La Asociación Foro Identidad, preocupada por el desbarajuste económico mundial, el cual ha originado una palpable crisis en todos los ámbitos con flujo monetario (ya sea del real o del irreal), nos esforzamos una semana más en intentar esclarecer los factores, elementos o vectores que han podido ayudar, provocar, condicionar o favorecer el resultado de nuestra actual situación financiera que tanta alarma social a suscitado; una situación que según los medios y especialistas tardará en estabilizarse varios meses, incluso años. Pero no nos quedamos solamente en esto que he citado, sino que nos adentramos en la emotividad social analizando el pre-estado que disfrutaba la colectividad Occidental anterior a la crisis de “felicidad”, esa felicidad artificial que tanto alimentan los objetos.

Las únicas esencias que se valoran en nuestra sociedad y que igualmente hacen feliz de forma artificial son los perfúmenes y las colonias. Si algo tiene el capitalismo de erótico, es que es capaz de sacar nuestro lado femenino.

La crisis financiera internacional viene debida en parte gracias a la avaricia y al egoísmo, que nos succiona como un remolino. Por este motivo, la solución se postula de naturaleza moral, pero ¿cómo una solución así puede ser bien recibida si no existe moral, si la sociedad viene sumida en su felicidad artificial agraciada por los objetos de consumo, objetos sin esencia? Somos alimañas consumistas y salvajes, ¿cómo vamos de repente a ponernos freno, a volvernos reflexivos, a civilizarnos e ilustrarnos para alejarnos de las sombras?
Parece que la solución moral se postula muy difícil, por no decir imposible. ¡Estamos en el fondo de la caverna de Platón, hay humedad por todos lados, pero nadie se da cuenta! ¡Además de maniatados nos han tapado la nariz!


Durante varios años nos han engatusado con números bursátiles alegres y supuestas mejorías sociales, sin saber que los gobiernos cuando ponen en un sitio es porque han recortado de otro. Por lo tanto, hemos vivido en un espejismo, en una especie de alucinación donde el dinero fluía por doquier, sin freno, aunque con peaje: el interés (la plusvalía de la deuda, el dinero real que gana el banco). Préstamos, hipotecas… todo ha sido concedido impunemente: ha sido un dinero que no existe del cual solamente ha quedado la deuda.

Ahora nadie puede asumir sus deudas y los bancos se llevan las manos en la cabeza, viendo como las deudas que han concedido para generar su plusvalía y ganancia se les caen encima. El espejismo del auge económico ha sido toda una patraña de realidad virtual, una realidad de sombras seductora que se creyó todo el mundo pero que otros, que entreveían las consecuencias ya previeron: nadie quiso escuchar.

Existen dos tipos de economía:

1º. La Financiera: Genera plusvalía con el dinero prestado por el cliente y ofreciendo en forma de préstamo, hipoteca o mediante otro tipo de valores un dinero que no tiene realmente, del que extrae beneficio a raíz del interés. El negocio parece redondo. Además, la economía financiera recoge los valores bursátiles, de los cuales mediante compra y venta se saca igualmente una plusvalía. Y seguro que los flujos financieros se hacen ver en otros tipos de redes, pero mi ignorancia no alcanza a conocerlas.

2º. La Productiva: Es la fuerza de trabajo de una sociedad, aquella riqueza que proviene de los recursos naturales y de la economía real que se mueve dentro de la liquidez económica existente. Si las sociedades se centraran mayormente en este tipo de economía más real veríamos de forma casi certera la economía tal como es.

Así pues, el problema de la crisis ha sido consecuencia de una excesiva confianza en el sector financiero: un sector donde los magos introducían un euro en la chistera y luego sacaban dos, aunque ahora no sacan nada después de introducir un euro.

¿Pero es nuestra felicidad un artificio? Pues sí, y lo digo sin ninguna duda. El endeudamiento social, que tantos beneficios ha dado a la banca, nos ha llenado la vida de lujosos menesteres con “chollosas” financiaciones. Es como si la sociedad hubiera sido enviciada y patológicamente aburguesada. Así visto, ¿el ciudadano es víctima o responsable? Pues digamos que las dos cosas, pues aunque la responsabilidad es nuestra y de los bancos y demás agentes consentidores de todo este desbarajuste, también hemos sufrido una especie de enajenación, de coacción indirecta al consumo y al endeudamiento. Y es que los programas de márquetin tan bien estudiados y tan sutilmente dirigidos a la dócil presa social han sido capaces de alimentar nuestros puntos débiles como seres humanos y capaces de llenar de alegría nuestras ilusiones de una felicidad que se presentaba sin esencia pero que tenía un precio genial, incluso rebajado.

Concluyendo: así de idiota es el Hombre.

- Vuelve a levantarte y anda, Hombre, no llores – le digo yo.■

CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL

¿El Capitalismo en declive?
(Debates del 20 de noviembre de 2008 y del 4 de octubre de 2008 celebrados por la
Asociación Foro Identidad)

Durante dos debates, los miembros de Foro Identidad discutimos sobre un tema de candente actualidad (cuyo título podéis leer en la cabecera) y que pone bajo la sospecha y en el punto de mira a los sectores económico-financieros de cualquier orden y condición.

En España hemos visto como efecto más palpable de la crisis el declive inmobiliario, lo que ha parado la máquina constructora y llevado la tasa de desempleo a las cotas más altas en muchos años a un ritmo de crecimiento de más del 2%.


Uno de los miembros del Foro, esgrime como causa de la crisis la especulación, lo que ha llevado a muchos bancos a tambalearse y a ciertos agentes individuales a tener grandes pérdidas. En cierto modo, señala, la crisis ha sido motivada por el egoísmo y por el consentimiento tácito de los bancos concediendo hipotecas abusivas y préstamos de alto riego.

Otro de los asistentes, señala que la solución de la crisis se conducirá por dos vías: una es la inyección de capital y la otra es la guerra. Y es que en la actualidad ha sonado más que nunca, de nuevo, el CRACK del 29, ese “CRASH” económico que se solucionó con las medidas del New DEAL en Estados Unidos, por ejemplo, pero que en Europa acabaron por desencadenar la Segunda Guerra Mundial y reactivar ferozmente la maquinaria de producción bélica. Una Guerra, dice el contertulio, reactiva la industria automovilística, la aeronáutica, la armamentística, la actividad de los bancos y la inmobiliaria con las constructoras, porque lo que se derrumba se reconstruye. ¿Qué mejor negocio entonces que la Guerra?

Por otra parte, la inyección de capital por parte del Estado supone un claro síntoma de la imperfección del Capitalismo y del libre mercado, que no puede actuar por sí mismo sin generar momentos críticos que al final tendrán que pagar los pobres y la clase media para que los especuladores puedan seguir jugando con el futuro y el porvenir de todos. En lugar de llevar a esos especuladores a la cárcel, parece que los estados, con sus planteamientos Keynesianistas, prefieren realimentarlos y regalarles liquidez. Así continuará una especie de ciclo en espiral que desembocará de nuevo a otra crisis, pues estas soluciones son parciales, efímeras y no duraderas. En definitiva, la dependencia estatal del Capitalismo es un síntoma de su declive.

Otro de lo contertulios habla de la subida de precios de los productos alimenticios originada por haber extraído de la cadena alimenticia ciertos productos para emplearlos en el uso de carburante. Al hilo con esta intervención, se hace eco de la huelga de ciertas patronales de transportistas que sufrimos en el mes de junio por la subida de los combustibles, lo que supone un preámbulo visible de la crisis en España.

Cómo no, en el debate se hace referencia a países como China, así como a otros países emergentes como Irán o Brasil. Se plantea si han podido incidir en la Crisis Internacional, y lo que está claro es que han podido incidir en la balanza económica. Los países de Oriente Medio como Arabia Saudí o China tienen grandes inversiones en Estados Unidos y si les diera por quitar toda esa manta financiera Wall Street se resentiría, provocando una reacción en cadena a nivel mundial. ¿Qué es entonces esta crisis, un reseteo de la balanza económica mundial, o un reajuste, en definitiva, del poder en el mundo?■


Dos semanas después, nos volvemos a reunir y reanudamos el debate con el mismo tema.

Uno de los contertulios hace referencia a que la crisis puede explicarse en conceptos de oferta y de demanda. Antes de la crisis existía una fuerte demanda, lo que encareció los productos, pero posteriormente, por otros factores como la subida de las hipotecas o de los combustibles, esa demanda disminuyó, siendo mayor la oferta. Esto genera un desajuste y un “STOCK Superávit” que ralentiza o para las cadenas de producción. Algo así ha sido muy perceptible en la industria automovilística, siempre tan sensible a las crisis, con despidos de miles de personas. El paro, en creciente subida, abre el debate sobre la necesidad de los inmigrantes que tan cortésmente ha dejado el libre mercado trasvasar por ser más baratos. No se trata de ninguna discusión racial, pero en términos económicos y de paro ellos forman un bloque muy fuerte de mano de obra más barata, especialmente en el sector de la construcción, que en España constituye el sector que más se ha resentido.

El Sistema Capitalista y de Libre Mercado ha visto ante sí cómo la especulación es una ancha fisura. Y es que el capital es inmoral, obra con el mismo desprecio que el hombre sobre el hombre. Señores, las empresas que especulan en bolsa se lo han jugado todo al bingo y lo han perdido y ahora pretenden que les devolvamos el dinero para que jueguen más. Esas empresas deberían ir a programas para rehabilitarse de la adición al juego.

El debate prosigue animado y con grandes intervenciones en tónica con lo que ya hemos dicho anteriormente en este texto. Se hace hincapié en los bancos, en que son unos estafadores, ofreciendo hipotecas de cuarenta años. Y es que son unos estafadores asumidos por la sociedad pues la gente piensa que o se dejan estafar o no tienen casa ni un futuro. La inmoralidad se ha adueñado definitivamente del sistema, ni siquiera lo disimula, ha perdido todo el decoro e incluso te lo oferta en los medios como una gran oportunidad. «Una vez más, la avaricia del capital ha hecho de las suyas», sentencia uno de los contertulios.

Volviendo al tema sobre la intervención estatal y finalizando con este resumen, sepa lo que voy a decir a continuación como conclusión: al final las pérdidas se socializaran, mientras que las ganancias no. ¿Es eso la solución a la crisis?■

Para tomarse con humor este asunto, pinchen en el siguiente enlace:
La Crisis Financiera con humor

CINE ESPAÑOL Y PESEBRISMO


El siguiente texto consiste en un resumen de las muchas cosas que se dijeron en una de las tertulias de la Asociación Foro Identidad y que se celebró el día 28 de enero de 2008. Para ver la entrada original pincha en el siguiente enlace: Resumen CINE ESPAÑOL Y PESEBRISMO.

Personalmente, creo que el cine español es muy diverso y que la crisis no es tal. Si existe una falta de equilibrio o de igualdad en cuanto a producciones españolas y Hollywood, pero el cine español no es de baja calidad, está al mismo nivel que el europeo, y sin duda, el cine europeo es mucho más profundo y mucho más sabio que el cine norteamericano. Sin duda, claro está, la época del destape hizo mucho daño al cine español, creando un precedente y prejuicio difícil de borrar de ciertas generaciones. Además, a veces el cine español se da a lo cutre, que son precisamente las películas más taquilleras de nuestro cine. El espectador tiene lo que se merece, supongo que no saben ver películas más allá de los efectos especiales y de los escotes de celebridades de Hollywood. El cine europeo es un soplo de aire fresco ante tanta coquetería y cartelería hollywoodiense, por eso creo que el resumen-crítica de más abajo se aleja de la realidad del cine español, desconociendo sus películas y el gran talento de nuestro cine.■

El cine español es poseedor de una crisis cuantitativa. El público cada vez acude menos a las salas y el consumo del cine español, realizando una comparativa con producciones en décadas anteriores, es cada vez menor y de peor calidad.

Si tenemos en cuenta que Pedro Almodóvar es considerado por su cine el símbolo y el estandarte de España en Estados Unidos, podemos hacernos una lamentable idea de la España que conocen traspasando nuestras fronteras, ya que directores de cine tan conocidos como Buñuel, son prácticamente desconocidos allí.

El cine español sufrió grandes cambios y evolucionó con etapas como el franquismo, con la censura, que agudizó el ingenio de directores que intentaban colar por una rendija ideas perseguidas; con la época del destape en los años setenta; con la movida madrileña y sus pintorescos personajes en los ochenta, y, después de todo, cuando se dispone de más medios (efectos especiales y sonidos por citar un ejemplo) el resultado es lúgubre.

Unas de las diferencias entre el negocio cinematográfico español y el estadounidense radica en que el cine europeo intenta realizar obras de arte cinematográficas (Francia e Italia empiezan a despuntar con obras premiadas como Amelie y la vida es bella) y en cambio la potente manufacturación de la nación americana, brilla por su industrialización, masificación de títulos en cartelera (siendo buenas o malas películas)y una distribución y marketing a miles de años luz de nuestro cine.

Un asistente a la tertulia afirma que el 85% de los guionistas en E.E.U.U son sionistas, y al igual que muchos directores y actores de prestigio que usan nombres comerciales pero que guardan su ascendencia judía ¿Quien se ha encargado de esta “casual” infiltración?

El director español intenta crear películas simulando obras de arte, mientras el estadounidense realiza imágenes que sirvan como acompañamiento de un paquete de palomitas y un sillón delante de la gran pantalla como entretenimiento para las masas, asegurándose un consumo innegable ya que es el cine comercial el único que tiene salida y repercusión en los medios y que es engullido sin problemas.

Uno de los contertulianos cita la frase “ausencia de sustancia mental”, respecto de la situación actual del cine español en todos los elementos que intervienen en el mismo, no sólo en lo que respecta a los directores, guionistas o productores, sino también en los elementos políticos que rodean al mismo y al pesebrismo inherente que todo esto produce.

El público acude a las salas de cine, ya que sabe que su elección ha sido escogida de antemano por un director que presenta un producto que el telespectador selecciona con la compra de una entrada. Objetivamente” lo que quieren es lo que se proyecta”. Ya que la salida de estas cintas es realmente el negocio y los beneficios que buscan. De este modo si en España se empeñan los directores en hacer arte, se excusan en la afirmación que los españoles somos muy poco conocedores y no sabemos dar valor al trasfondo esencial de la filmación.

¿Por qué se sigue realizando un cine de mala calidad, (con todos nuestros impuestos) de tan poca repercusión mediática, exceptuando los directores premiados(subvencionados) y reconocidos, que son los únicos que tienen el consentimiento para hacerlo?

Habría que analizar inclusive la distribución de subvenciones entre las comunidades autonómicas que apoyan el nacimiento de nuevos directores noveles.

Si realmente se subvencionan siempre películas de las productoras escogidas en España, siendo siempre idénticas, no damos la oportunidad a un buen guión y todo el equipo que una filmación conlleva de poder realizar una película medianamente aceptable, obligando a que nuevos directores de películas y de cortometrajes se vean obligados a colgar sus trabajos en Internet para poder obtener una difusión del mismo y de que se llenen cajones de verdaderas obras de arte que en esta sociedad cultural pesebrista no podrán tener la oportunidad de ver la luz ni de que podamos disfrutar de ellas los que realmente estamos dispuestos a deleitarnos con un buen cine.■

Relaciones España - Latinoamérica (II) El ayer y el hoy de las relaciones de España con sus antiguas colonias americanas



Durante el franquismo los tecnócratas del régimen dieron en replantear las relaciones de España con los países latinoamericanos con la intención de primar a Europa; sin embargo diferentes grupos de poder del propio franquismo abogaban por Latinoamérica.

Es verdad que de la forzada autarquía en que se vio envuelto el régimen sólo nos libraron algunos países, sobre todo Argentina, que nos quitó o alivió en gran parte el hambre pues la situación era de verdadera hambre, por no nombrar otras necesidades, ya que ésta es prioritaria en orden al cuerpo y la supervivencia de las personas y los países. Incluso ganado argentino se repartió en España, afirma uno de los contertulios.

En los años ochenta la mayoría de estos países fueron adoptando la democracia como sistema de gobierno y se fueron, poco a poco, embarcando en el crecimiento económico y en relaciones económicas con otros países mediante la liberalización de sus economías.

Es evidente, que el ejemplo español y la experiencia española, tanto en el paso desde una dictadura a la democracia como en el crecimiento económico que habíamos experimentado y seguíamos experimentado, era de una gran ayuda para estos países y España aumentó su influencia en ellos gracias a estos factores. Como consecuencia, se favoreció grandemente la orientación de nuestra política exterior hacia Latinoamérica.

Pero hoy vivimos gracias a Europa fundamentalmente: nuestro turismo es europeo, nuestro comercio se realiza también mayoritariamente con los países de este continente. Sin embargo, las relaciones con Hispanoamérica deben seguir adelante.
Es importante, por otro lado, que los pueblos que poseen la misma lengua colaboren estrechamente. En este contexto se incluyen también estados pertenecientes a los EE. UU. de América que hablan también en español.

Pero, aparte de la economía, existen unas relaciones emocionales o sentimentales y culturales profundas que hay que mantener y fomentar con estos países de Latinoamérica. Gran parte de los intelectuales españoles fueron a la llamada América Hispana, sobre todo a Méjico. Las relaciones culturales y espirituales entre los pueblos tienen, aunque a veces se piense solamente en clave económica y/o política, una gran importancia. No todo es economía ni política: la literatura, la filosofía, el arte, son profundos vínculos que unen a los pueblos y que con el tiempo crean hermandad y progreso. Crean un espíritu de unión más fuerte que lo puramente económico y una identidad no fácilmente destructible por el tiempo.■

Relaciones España - Latinoamérica El ayer y el hoy de las relaciones de España con sus antiguas colonias americanas


En el contexto de la crisis diplomática entre España y Venezuela, en Foro Identidad debatimos sobre la relación entre nuestra nación y ese conjunto de estados americanos en el seno del cual se halla la misma Venezuela.

Lo primero que queda claro es que, si queremos que el análisis no lo sea de situación e inmediatista, hay que abordar en profundidad todo el entramado económico, político e institucional de la relación entre España y ese grupo de naciones americanas. Y en este sentido aparecen varios condicionantes que no se pueden olvidar. En primer lugar, está el hecho de que históricamente las relaciones entre una metrópoli y sus ex-colonias han sido problemáticas. Tampoco podemos dejar de lado el punto de vista de que Venezuela, al igual que la mayoría de las ex-colonias americanas, accedió a la independencia hace ya casi 200 años y que la presencia e influencia española desde entonces fue decreciendo. La responsabilidad de España por lo que ocurre ahora en América Central y del Sur es bastante remota, por tanto. Se propone, en este sentido, que la relación de España con las ex-colonias de América debe ser ya como las existentes entre España y cualquier otro país no europeo. Frente a esta idea aparece la reivindicación de la importancia que para nuestro país tiene el liderazgo en América con un cierto papel de intermediación y los lazos que aún continúan. Entre éstos se habla de cierta deuda histórica contraída con aquellas jóvenes naciones. También del ejemplo de transición a la democracia que España supuso para los estados dominados por dictaduras en aquella parte del mundo. Se tiene la percepción, desde este planteamiento, de que desde 1975 las relaciones con aquella América empezaron a incrementarse, tanto en un plano social como sobre todo económico (fuertes inversiones de empresas españolas en la zona, que son consideradas por parte de algunos como positivas por cuanto aportan capital, tecnología y empleo) proceso que continuó hasta 1995, cuando parece que algo empezó a cambiar en el plano social, no así en el económico. Y aquí, desde esta posición, se introduce otro elemento importante: el papel de Estados Unidos en las crisis que se han producido entre España y sus ex–colonias americanas, debido a los inmensos intereses comerciales que el coloso del norte de América parece tener en el resto del continente. En este sentido se hace preciso denunciar el beneficio manifiesto que Estados Unidos obtiene del deterioro de las relaciones de España con el centro y el sur de aquel continente.

Un punto de vista distinto viene tras la idea de que una mal potencia colonizadora, como España, difícilmente va a tener una influencia efectiva en sus ex-colonias. Por esto y por otro tipo de razones, España debe centrarse en Europa y en desarrollar sus propias potencialidades, olvidándose de aventuras transatlánticas. La nación española no debe defender intereses de empresas de capital volátil. El concepto de “empresa española” es un concepto vacío en el universo de la globalización. Una cosa es aquello que se denomina empresa española y otra muy distinta es el pueblo español, que en su inmensa mayoría no tiene relación con las aventuras que las “empresas españolas” desarrollen en aquellos territorios. Hay que evitar a toda costa esta identificación, muy interesada. Y, como se advierte desde otro discurso, distinto pero en este sentido concreto complementario, el concepto de liderazgo o de intermediación puede ser molesto para el indio.

Pero, se insiste, no podemos olvidar nuestra deuda con aquellas naciones. Tenemos cierta culpa, como responsabilidad consciente, como culpa consciente que hay que reparar, al menos como reconocimiento. Ante esto se contraargumenta: si entramos en una dinámica reparadora, ¿dónde fijamos el límite temporal? La invasión y el sometimiento de otros territorios ha sido patrimonio de muchos pueblos, europeos y no europeos, y España no ha estado libre de ello, unas veces como invasora y otras como invadida. También se invita desde esta réplica a no acabar embaucado por el mito del buen salvaje.

Un tema tangencial al núcleo del debate desarrollado, pero muy interesante y surgido a última hora, es el del origen de la leyenda negra contra España, sin duda de factura inglesa y francesa. Y relacionado con esto último, la relación entre la masonería y el proceso independentista en aquellas tierras, ante la evidencia de que el propio Simón Bolívar era masón.■

Libertad, miedo y nacionalismos. Erich Fromm y el miedo a la libertad (II)

Resumen de uno de los debates de Foro Identidad.
http://foro-identidad.blogspot.com/2007/10/asociacin-foro-identidad-prximo-foro.html


En este debate, segunda parte de “EL MIEDO A LA LIBERTAD”, comenzamos con una reseña cinéfila bastante inesperada y de una fuerza expresiva que rápidamente nos puso sobre el terreno. La reseña hizo referencia a la película “Lo que el viento se llevó”. La criada de Escarlata, una mujer de piel negra y esclava, le dijo, ¿a dónde voy yo ahora?, después de que su ama quedara en la ruina después de la revolución de esclavos que fue la guerra de secesión norteamericana. La criada se sentía segura con su yugo, era como si siendo libre fuera a conseguir inseguridad, miedo y un futuro tormentoso.

El miedo te lo imbuye la sociedad que te rodea y quien quiere dominarte, es casi un método educativo, un medio donde el trauma puede ser determinante en el crecimiento del ser humano y un mecanismo de determinación de los impulsos, de los movimientos y de las decisiones de los individuos. ¿Acaso El Hombre del Saco, por ejemplo, además de tener una base real, no es una forma de inocular miedo en los niños, de convencerles de que no salgan a ciertas horas, que no vayan por ciertos sitios y se vayan a dormir? ¿Acaso no es el odio al gitano o al negro o al extranjero mismo de cualquier color o raza una conclusión formulada por el miedo que inculcan a muchos otros muchos que dicen que son escoria, ladrones o algo peor? ¿No es entonces el nacionalismo una reacción de miedo frente a otras civilizaciones, culturas o etnias, creando una barrera de confrontación violenta para ser claramente diferenciados, siendo los términos arraigamiento y pureza los más sublimes (para los nacionalistas) y no a lo mejor los términos de mejor uso para el caso? El miedo es producto de la educación, una educación que provoca a veces la propia ignorancia, una ignorancia dispersada por todo el mundo con brillantes resultados.

Por otra parte, es en la familia donde más se coarta la libertad, como ya ha podido entreverse en lo anterior. Dentro de la familia, el modelo más predominante es el simbiótico, donde unos seres absorben a otros, donde unos funcionan como modelos a seguir. La educación no se basa en que cada individuo tenga unas ideas propias sino en que el hijo responda a las mismas características que sus progenitores o ascendientes. De la misma forma, el nacionalismo intenta inculcar generación tras generación sus símbolos, sus tradiciones, creado sus propios héroes o ejemplos a seguir por toda una nación.

Reincidiendo en el nacionalismo, y rozando esta vez la figura de Fromm, éste asume lo primero como una huida de la libertad. Debemos tener en cuenta que vivió la primera guerra mundial (auge del nacionalismo europeo, así como en el s. XIX) con catorce años y que a los doce años muere su padre. ¿Pero por qué es una huida de la libertad? Porque uno deja de lado toda su independencia para condenarse a la servidumbre de una bandera y a la visión monotemática de la grandeza de su pueblo, de su territorio y de su lengua. Así mismo, el nacionalismo es un sentimiento de comunidad, que bien llevado no tiene por qué suponer el rechazo hacia el otro, sino una sensación de amor propio que defiende su propia identidad, y no tiene por qué ser violento, ni radical. Pero dicho lo dicho, surge la idea de la no identificación, del apatriotismo, del ser apátrida, del ser que no tiene sentimiento de comunidad en sus sienes, que no se siente de ninguna parte, quien es, sin duda, el más libre de todos, al menos libre de ser nacionalista, de ser patriota, libre de una bandera, de una nación, de una masa; aunque nadie, por muy apátrida que sea, escapa a las vicisitudes de la historia que le rodea.

Para concluir, recalcar que el hombre tiene miedo desde que nace porque desconoce que el único respeto a la libertad reside en no imponer y no padecer el miedo, aunque a veces resulta muy difícil, demasiado complicado, imposible.■

USO DE LA LIBERTAD, CONTROL DEL MIEDO Y PESEBRISMO: ERICH FROMM Y EL MIEDO A LA LIBERTAD.





Esta semana hemos vuelto a tratar a Erich Fromm mediante una de sus obras, “El Miedo a la Libertad”. Esa obra ha sido más bien una excusa que nos ha llevado igualmente a hablar sobre Orwell (y su “1984”) y el pesebrismo, temas que han sido el centro de atención durante estas últimas semanas.

Se empieza hablando sobre el pesebrismo, pronunciándose una breve sentencia: «…es el que alaba a quien le paga»; continuando con otra sentencia, ya teledirigida haciendo alusiones a Erich Fromm y a la realidad de muchos artistas o pseudoartistas: «El miedo a la libertad es el miedo a que el pesebre te deje de dar de comer». Esto encierra al individuo en un miedo en el que el peloteo se hace un mecanismo de supervivencia, un medio mediante el cual uno recibe para comer y el otro recibe para su ego. ¿Y cómo se llama esto? Pues para el que no cree en los principios de su pesebre, podemos hablar de una AUTOCENSURA que se está imponiendo, mediante la cual se consigue ceder sin mucha fricción.

El momento más caliente, dinámico y apasionado del debate se produjo cuando los contertulios afrontaban, intentando profundizar con minuciosidad quirúrgica, un término tan ético como controvertido, como lo es la LIBERTAD. La frase que produjo tal turbulencia, siempre en un sentido positivo, fue la discutida frase de Lenin: «LIBERTAD PARA QUÉ»; «¿Acaso la libertad se puede aparcar?, ¿el pueblo a trabajar y las minorías a gobernar?, ¿no condicionó esa frase el posterior desarrollo de la Unión Soviética», se preguntaba uno de los contertulios. Otro respondió diciendo que EL HOMBRE NUEVO se quedó en el primer estadio, no se pudo dar el paso a la libertad. Además, después de la Revolución Rusa se dio prioridad a las necesidades vitales en lugar de a la libertad. «¿Pero acaso se podían permitir la libertad después de una Revolución saliendo de donde salían?, ¿Acaso no era el peor momento para la libertad cuando la prioridad era la industrialización y erradicar el hambre, además de la reconstrucción y reorganización del país?», dijo otro de los contertulios en alusión de que después de una Revolución un país se encuentra debilitado y se deben coger las riendas. Nadie sabe hasta dónde habría llegado Lenin pero lo que sí es seguro, y como afirmó uno de los contertulios: «La libertad y un sistema democrático no tiene por qué ser tal y como se entiende hoy en día en el mundo occidental. Precisamente puede ser que en Occidente se viva menos la democracia y la libertad, puesto que no participamos de la vida democrática, relegando nuestro destino cada cuatro años a unos supuestos profesionales de la política: es una dictadura con “números aleatorios”. Y lo que es peor, en las sociedades democráticas se hace del miedo una filosofía para tenernos siempre tensos, alerta y con mucha incertidumbre, empezando con la televisión (que nos atonta y nos inunda de temores) y terminando con los abusivos precios de la vivienda y las más abusivas todavía clausuras de los bancos con la hipoteca, sin las continuas subidas de precios, etc.»

En la novela de Orwell, “1984” se habla muchísimo del miedo a la libertad, de hecho, el miedo es el denominador común de la novela de principio a fin: «Las antiguas civilizaciones sostenían basarse en el amor o en la justicia. La nuestra se funda en el odio. En nuestro mundo no habrá más emociones que el miedo, la rabia, el triunfo y el autorebajamiento» (1984. George Orwell. Ediciones Destino, Segunda Edición de Julio de 2001, pág.261) Y tras esa comprensión de vivir siempre con miedo, se plantea lo siguiente: ¿No está el miedo en TODO en el momento en el que existe una jerarquía, es decir, una escala de poder?, ¿y cómo va a frenarse el propio poder? El poder se podría frenar a sí mismo si respetara al poder judicial, pero es que nos encontramos en una lucha de poderes: el ejecutivo contra el judicial, el legislativo contra el ejecutivo…; al final todo se convierte en un todos contra todos. Aunque todo sea dicho, sentado en el ejecutivo se puede manejar al judicial, poniendo a sus amigos jueces a dedo en las salas constitucionales y en las cámaras tribunales más elevadas del Estado. Lo que significa que la practicidad de la división de poderes o legalidad de su actividad está en duda.

En cuanto a la hegemonía del concepto de libertad de Occidente, uno de los contertulios habló en los siguientes términos: «Mi libertad es buena, la tuya es mala: esa es la idea del capitalismo y la democracia Occidental» Una idea que se basa en la libertad de compra-venta y que se mide según el capital del que puedes disponer. Esa es sin duda la libertad de Occidente. Pero la libertad puede servir igualmente para hacer una sociedad más justa. De hecho, el poder tiene miedo a la libertad, y ¿qué ocurre entonces?: «el poder intenta adueñarse de la cultura y de todo acto verdaderamente libre, naciendo así el pesebrismo». Y esa adueñación puede ser violenta, amenazando a los artistas, o a través de otra forma más sibilina y no menos cruel: mediante la compra del artista o minándolo con el descrédito hasta que ceda y se deje comprar o luche hasta ser destruido. Se dice que en los autoritarismos la patada se vienen vivir, sin embargo en la sociedad democrática occidental no, lo que no quiere decir que no existan mecanismo de coartación y sojuzgación al individuo, que no es libre en sí mismo, sino que depende de otros: del que le dé trabajo, del que le dé casa, del que le dé la hipoteca… Y es que la democracia te deja hacer de todo: quejarte, patalear… pero al final al poder le da igual, hará lo que quiera: es el simulacro. Nuestro sistema de libertades es una pantomima en el que puedes quejarte, pero esa queja si la quieres llevar adelante te empujará a una odisea y a un montón de trabas. Por lo tanto, el Estado de derecho queda en entredicho, un estado de derecho en el que la ley es igual para todos pero todos no somos iguales ante la ley. Además, el capitalismo da rienda suelta a una actividad muy corrupta mediante el capital, y encima medio consentida, pues parece una práctica común y de lo más normal hasta que esta trasciende a los medios fácticos como la prensa, la televisión o la radio y de repente todo el mundo parece muy honrado.

Hoy en día existe una dictadura del miedo, aunque existe la libertad de sentir miedo. ¿Y qué miedos existen hoy en día frente al poder? Pues el miedo a enfrentarte a tu jefe, el miedo a defender tus derechos, el miedo a hacer uso de la libertad de expresión… Y eso es algo muy patente, es la AUNTOCENSURA (que casi equivaldría al doblepensar haciendo analogía con la novela 1984) de la que hablamos antes. Por ello, la libertad debe usarse valientemente, pues con miedo no se podrá hacer un buen uso de la libertad.

El discurrir del debate da marcha atrás y vuelve a la faltad de libertades en la URSS. Uno de los contertulios es tajante: «Durante la Guerra Fría no existían libertades ni en EE.UU. ni en la URSS. ¿Acaso nadie se acuerda del Comité de Actividades Antiamericanas? Y lo que es peor, ¿nadie recuerda -y esto antes de la Guerra Fría- los campos de concentración de japoneses en terreno norteamericano durante la segunda Guerra Mundial, muchos de ellos ciudadanos norteamericanos de pleno derecho? Y si me permiten, y posterior a la Guerra Fría, ¿qué es Guantánamo?» Es decir, Occidente no puede presumir precisamente de libertades y de democracia por muy abanderado que se haga de tal cruzada. Si acaso puede presumir de la idea romana se hombres libres y de esclavos, en el que existía hombres con derechos y hombres convertidos en escoria.

Pero en realidad, a nadie le conviene combatir al poder. Porque todo sea dicho, mientras todo el mundo pueda hacerse de multitud de cosas inútiles parece que no hay nada que temer. Vivimos en la sociedad del desahogo que no es sino parte del simulacro (del simulacro de la libertad), parafernalia del poder para tener a los hombres y mujeres bien sumidos bajo su cuna de control y obediencia inconsciente. Estamos manejados, el Pastor nos guía, pero pocos se dan cuenta y mucho de los que se dan cuenta se dejan llevar, ¿Y por qué?, pues por miedo y porque estamos demasiado bien alimentados; somos, en definitiva, como mascotas obedientes que temen a la vez que dan gracias a su dueño.■